Volvió Florentino…susto para los escuálidos

Volvió Florentino, sí señor, y se multiplica hasta convertirse en millones. El corrío de Florentino y el Diablo se esparce, recorre libre de norte a sur, de extremo a extremo, todo el territorio nacional y la gente, sin titubeos, acepta el reto, más allá del PSUV, de las diferencias personales, de los revocatorios que recientemente cambiaron el mapa político en varias ciudades, más allá de los embates permanente de algunos medios, más allá de muchas cosas. Los Florentinos y Florentinas aceptamos nuevamente el reto.

El coplero Florentino, por el ancho terraplén, caminos del desamparo dasanda a golpe de seis… así comienza la pieza, que cuenta, en letra de Alberto Arvelo Torrealba, el triunfo del bien sobre el mal. El catire Florentino se enfrenta sin temor a la tétrica figura del Diablo, como los venezolanos nos hemos enfrentado durante años al feo espanto capitalista, a la espectral presencia de los vicios, la corrupción y otros males que personifican con suprema precisión a Satanás.

El sonido del célebre corrío ya asusta a unos cuantos diablos azufrosos de esos que no aprenden con lecciones, se mantienen cegados con gríngolas y siguen dando tumbos en la historia. Mientras las coplas de Florentino ya suenan y resuenan en las casas de mi gente humilde, en las emisoras comunitarias y hasta en el inconsciente de los escuálidos que andan con un nudo en la garganta, el ceño fruncido e insomnio, del puro susto.

Los batallones tienen papel fundamental en esta tarea. Una vez más, los batallones del amor salen a la batalla, con el frenesí de quienes saben que salvaguardan su esperanza.

La reforma es cosa seria, es transformadora, busca saldar deudas sociales, define roles, ofrece nuevas opciones para el país, tiene vista larga y es un acto de justicia. Eso lo saben los batallones, los taxistas, los afro descendientes, los indígenas, los discapacitados y todos aquellos que antes formaban filas interminables del lado de los excluidos y que ahora son protagonistas, tienen voz y voto, tienen futuro, posibilidades, en definitiva tienen un líder.

Solo resta organizar el trabajo con los Florentinos y Florentinas que tienen de ganancia las experiencias anteriores y la conexión directa, emocional e inspiradora con el líder que invita y ordena: ¡¡a la carga pues!! que cuando el gallo menudea es cuando a los venezolanos y venezolanas la garganta se nos afina y el juicio clarea.

natachainatti@gmail.com


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Natacha Inatti


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