La Derecha Continental teme al Poder Popular

Aunque resulta fastidioso seguir la senda de las múltiples mentiras
que a diario expresa la derecha continental. No hay que peder de
vista que con su poder mediático, hace su mejor esfuerzo para que las
falacias cobren preponderancia cultural. Así, apuntan sus misiles
desinformadores a sectores sociales cuya maltrechas conciencias, por
desgracias, lo único que saben es mascar chicle, vivir su telenovela,
comprar, consumir y devorar marcas, con el fin de crear un clima de
aparente caos universal, que lleva a este colectivo auto denominado
clase media, de la estupidez común por ignorancia, al delirio
ideo-político de la ultra derecha recalcitrante.

Un fenómeno propio del capitalismo ramplón pre moderno, impuesto en
el tercer mundo por la social democracia, la democracia cristiana y
sus variantes de centro derecha y ultra conservadurismo, para que lo
sustantivo de la vida, la preservación del medio ambiente, el interés
común, el bienestar social, se subordine al fetiche del consumo, la
imposición del "mas apto" y con ello se aleje a los pueblos de la
cuestión política como praxis civilizatoria y humanista.

En ese sentido los ideólogos mediáticos entienden al ser social y su
target son los admiradores del "modo de vida americano", por ello
obvia lo autónomo, autentico, ancestral y toda noción en pro de lo
colectivo de las naciones, para atacar con voracidad a los individuos,
crear necesidades y domestica a los pueblos, que al fin y al cabo,
desde esta perspectiva no son mas que una suma de consumidores.

Ahora bien, contrario a la anterior afirmación, la revolución es la
síntesis de las aspiraciones humanas, y en consecuencia constituye una
clara señal del poder soberano que la sostiene. En ella se dinamiza la
participación de todos los actores sin distingo de raza, credo o
religión, situación que la hace invencible frente a las arremetidas
en su contra y dinamiza su mundialización con gran facilidad, sobre
todo cuando pone al descubierto los inmensos desequilibrios entre las
minorías privilegiadas por la neo-colonización capitalista, y las
mayorías excluidas de las bondades de éste. Por ello, Poder popular,
poder soberano, se erige como la consigna que aterra a la burguesía
continental.

En consecuencia, no es casuístico que las denuncias contra Chávez y la
revolución bolivariana estén marcadas por el desmontaje de toda forma
de organización popular. Por ejemplo, hoy los godos colombianos se
unen a la aristocracia argentina y la oligarquía peruana, para
defender a su entender, la estabilidad institucional de la estructura
democrática, ante la presencia de grupos sociales organizados, que al
develar verdades sobre la situación política actual en sus respectivos
países, amenazan con tomar el poder por la vía pacífica electoral.

Es así como, la preocupación del pueblo revolucionario de Venezuela
expresada por el presidente Chávez por las victimas del terremoto de
Perú, la alianza estratégica con el pueblo de Argentina para sacar a
ese país de la miseria en la que la dejó el neo-liberalismo y el caso
de los secuestrados colombianos, se presenta para los apátridas de
siempre, como la entrada por la puerta grande de la revolución
bolivariana a la política interna de sus respectivos países.

Al respecto hay que destacar que la internacionalización de la
propuesta socialista de la revolución bolivariana es un hecho tangible
que obedece a la fuerza del alto contenido democrático evidenciado en
Venezuela, y no tiene ningún plan de ingerencia en las particulares
formas de gobierno que existen en el continente. Lo que pasa es, que a
la vista de los resultados alcanzados de manera particular en
Venezuela, ello ha inspirado a los pueblos a seguir su ejemplo.
En el caso de Colombia, la gestión directa de la senadora Piedad
Córdoba para buscar la intermediación del presidente Hugo Chávez para
la liberación de los secuestrados por la FARC-ep, le ha traído como
consecuencia, la desvaloración mediática de sus esfuerzos en pro de
las victimas, asegurando que dicho trabajo tiene como fin
desestabilizar el estatus quo del poder colombiano. Y es que para
estos sectores oligárquicos y la prensa partido que ellos dirigen, el
problema no es la liberación de los secuestrados sino la preservación
de sus privilegios.

Igualmente, pasó con la ayuda enviada a Perú, donde manos
asquerosamente apátridas etiquetaron latas de atún con la cara de
Chávez y un opositor al gobierno peruano, con el fin de desmeritar la
acción solidaria y decir que la misma era una estrategia
propagandística a favor de un sector político determinado.

Pero la más grande de las patrañas, es seguir despreciando a los
pobres, su organización y su fuerza indómita para forjar su historia.
Por ellos, Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos.

(*) Dr. Profesor Investigador de Políticas Públicas y Desarrollo Económico
Decanato de Postgrado UNERG
Analista Internacional

angeltortolero@gmail.com


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Ángel Rafael Tortolero Leal (*)

Profesor Investigador Titular en la UNERG, Diplomatico Ex Embajador, Analista Internacional, Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación: Políticas Publicas y Pensamiento Contra Hegemónico. Militante del PSUV

 angeltortolero@gmail.com      @ANGELTORTOLERO1

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