En Venezuela la lucha por el poder continúa que son tantos los implicados que la justicia de sus pareces entra en un proceso arisco de pretensiones que, posiblemente esta vez parece ser que alguien de los tantos que arguyen razones le conseguirá las cinco patas al gato, aunque la curiosidad mató al gato, pero aún así, el ingeniero EOMP se desvive pensando y tratando de convencernos que, "solicitará a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que anule la sentencia de la Sala Electoral que convalidó los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE)" como lo informó el jueves 12ago a vox populi con todas sus recreativas malas intenciones de político curtido.
Enrique Márquez denunció que el fallo del TSJ consituyó un «fraude procesal», por lo que la próxima semana, cuando está previsto el reinicio de las actividades judiciales tras las vacaciones, va a introducir el «recurso de revisión» de la sentencia, con el objetivo de que se declare su «inconstitucionalidad» y, «por lo tanto, su nulidad». Y no solo es un fallo procesal, sino también ambiental recreacional a favor de Maduro que es lo que le molesta.
Él considera a su juicio que, la sentencia «viola las normas relativas al ejercicio del poder jurisdiccional del Estado» y la «forma republicana que se le ha dado a la Nación», además de que «revocó y dejó sin efecto el principio fundamental de la soberanía popular». Y sin soberanía no hay democracia (que él sabe que la oposición venezolana sabe mucho de eso).
EOMP aseguró que «no existe un recurso» en la Constitución, en la Ley Orgánica del TSJ ni «en el Código Civil para certificar resultados», como lo solicitó Nicolás Maduro al máximo tribunal. Es decir que el presidente Maduro se pasó de vivo y, eso en ese país no se vale ni puede ser, por lo que actuará apegado a la Constitución Nacional en lo adelante a ver si se enderezan las cargas.
Expresó que «La sala (Electoral), haciendo caso omiso de todo este andamiaje legal, tira su sentencia como si los venezolanos fuéramos pendejos, como si no conociéramos nuestra Constitución», expresó Enrique Márquez, quien cuestionó que «la única prueba que sustenta» el fallo es un peritaje «oculto» y «obtenido a través de métodos ilegales e inconstitucionales», al que «nadie pudo aportar un experto». Y tiene toda la razón del mundo, porque ningún venezolano es pendejo -¿y adónde, ah? Véanse en el espejo del presidente de los españoles para Venezuela como lo es Edmundo González Urrutia, quien pasará el otoño de su felicidad presidenciable en Madrid sin tener expertos que lo orienten a echarse aire en las consolas de sus altibajos bolañeras.
Además, señaló con crujiente deseo que, en el recurso, elaborado por su equipo de abogados, aseveran que el fallo generó un «estado de incertidumbre e inseguridad jurídica» en el país, y que «no contribuyó en nada a la tranquilidad del pueblo». Y, quizás por eso el pueblo se desbordo y salió a quemar y a matar bajo la arrechera que sin saberla actuaron y eso no deberá suceder nunca más, por lo que él como ingeniero eléctrico pensante demuestra que hay que acogerse con fe nada leguleya a la frase italiana, "fidarsi é bene, non fidarsi é meglio", es decir, fiarse está bien, pero no fiarse está mejor y, seguro que él (EOMP) no es un poetato (mal poeta), que un, quid pro quo, no le queda mal y, pareciera que duda de la frase de san Mateo, creyendo que, un sí debe ser un no y, un no debe ser un sí, porque de lo contrario tendrá que buscar otra escapatoria a su favor en caso de que no sea complacido legalmente por el TSJ.
EOMP es un hombre de mucha tertulia y de ángulo procesal en su pasantía por Un Nuevo Tiempo que algo se le debió incrustar en sus neuronas de buen pensador que lo acerca en alguna dimensión al pensamiento de la filosofía de Manuel Rosales cuando, alguna vez descubrió como pedirle peras al horno de tanto pensar de cómo acabar con Chávez y ahora parece ser que tiene un sustituto más dinámico como ingeniero eléctrico político y pana burda de Andrés Velásquez -como pasa el tiempo ¿no?
La verdad es que con EOMP la Constitución Nacional revive y él como su autodidacto ha encendido los motores de la democracia que la puso a depender del TSJ y no del pueblo que es el que vota y, cuando los adecos eran los milicianos junto con Juan Bimba.
Parece ser que EOMP como ingeniero eléctrico ha pelado mal los cables de la oposición y ahora está tratando de enredar y desenredar la actividad del CNE que después de contabilizar los votos del pueblo que le dieron la victoria electoral a Maduro cree que el TSJ será la salvación de legalizar lo ilegal para que fluya la corriente de la paz que para él Maduro no es el presidente y tan jodido está que el otro candidato se asiló y, que le queda a Enrique Márquez. Pues buscarse un experto.