El espectáculo de la AN: La lucha de los autoproclamados

Un espectáculo esperado por algunos analistas fue lo sucedido el
domingo 05 de enero de 2020 en la elección interna del presidente de
la Asamblea Nacional, donde fue elegido el Yaracuyano Luis Alberto
Parra Rivero o para los medios conocido cómo Luis Parra.

Anteriormente su desempeño como parlamentario estaba en la Comisión de
Medio Ambiente, Recursos Naturales y sobre el Cambio Climático.
También estuvo recientemente marcado por una publicación del portal
Armando.info donde dice que Parra y otros diputados opositores
trataron de interceder a instituciones extranjeras para exonerar a
empresarios vinculados con el gobierno.

Por otra parte, su predecesor, Juan Guaidó osciló entre lo simple
hasta lo más asqueante para terminar de hundir a la desprestigiada
dirigencia opositora venezolana. Pues no sólo se trató de una
autoproclamación que de por sí su definición es absurda, sino por una
serie de acontecimientos donde la guinda fue liderar la petición de
invasión militar por parte de una potencia nuclear que, de cincuenta
países invadidos todos están peor, tanto en lo económico, político,
convulsión social y robo descarado de sus riquezas. Eso sin tomar en
cuenta la contradicción de poner a un pueblo de libertadores a pedir
que los “liberten”.

En un resumen o una síntesis muy pero muy corta de lo que hicieron
Guaidó, su séquito y sus mentores  en el año pasado fue el siguiente:

* Autoproclamación en una plaza.
* Golpe de Estado en Abril, torpe y circense  con Armas Norteamericanas.
* Intento de invasión desde Colombia con la mascarada de ayuda humanitaria.
* Quema descaradas de los camiones que hasta los medios de derecha
tuvieron que admitir que fue el movimiento opositor.
* Instituciones paralelas en el exilio haciendo el ridículo y robando
a la nación.
* Escándalo de Corrupción con los recursos de “la ayuda humanitaria”.
* Militares desertores abandonados a su suerte.
* Orgías y drogas donde muere un dirigente de oposición en Colombia.
* Fotos con Paramilitares y narcotraficantes como por ejemplo Los Rastrojos.
* Mandan a inmolar a sus seguidores por su causa mientras se les ven
en juegos de Grandes Ligas disfrutando.
* Declaraciones desafortunadas de sus mentores norteamericanos donde
afirmaron que debían hacer sufrir a la población venezolana.
* Tratar de adherirse al obsoleto y fracasado TIAR.
* Contribuir directamente al ataque de la moneda venezolana.
* Robos  a activos de la Nación como Citgo etc.
* Decepcionar a sus seguidores de tal forma, que los ataques que
recibe Guaidó viene de su propia gente.
* Falta, pero hasta aquí. Pues sería demasiada larga la lista de
torpezas políticas..

Volviendo al tema, en esta elección interna por presidir el Poder
Legislativo, como todo evento dominado por la oposición, estuvo
marcado por lo mediático. Ningún sector, ni el popular, ni la clase
media  se presentó en las calles a exigir, ni a respaldar nada. Sólo
Algunos “GuaidoLovers” y adictos a lo virtual se manifestaron en las
redes sociales, convertidas ya en un paño de lágrimas y a la vez un
creador de espejismos e inacción. La realidad es que son los medios de
comunicación de una u otra tendencia las que se enfrentan con todo su
poder. Tanto así, que la “sesión” paralela fue realizada en un diario
pro opositor cómo lo es el Nacional, donde se vuelve autoproclamar
Guaidó cómo presidente del legislativo y a su vez denuncia que se
autoproclamó Luis Parra. Es de esperar entonces una nueva versión del
“cese de la usurpación”, pero ahora parlamentaria.

En el hemiciclo mientras tanto, se pudo ver gritos, empujones,
jolgorios. Todo un espectáculo que deshonra aún más a la base
opositora. Es sorprendente ver con qué rapidez borraron las imágenes
puestas en facebook a inicios del año pasado donde se mostraban
orgullosos con pancartas que decían que Guaidó, aún sin conocerlo, era
su Presidente de la República. Ahora ninguno de ellos sale a trancar
una calle para respaldarlo, ni se convoca a ninguna marcha. En tanto
qué colocaron en su red social #GuaidóEstafadorDelAño.

Lo sucedido es otro síntoma del colapso de una oposición que fracasa
otra vez al querer tomar el poder tutelado por los Estados Unidos y
sin enamorar al pueblo venezolano. Fracaso tras fracaso la han
desquebrajado. El sector popular, que es la mayoría, ve un circo
montado. No le interesa para nada quién es el Presidente de ese Poder
del Estado. mientras los medios en su frustración, se enfocan en
buscar un culpable en el gobierno de Nicolás Maduro, sólo  porque dejó
a esa dirigencia opositora cocerse en su propio jugo.

Sólo resta esperar que sucederá en la primera sesión de la Asamblea
Nacional este año para ver quién se sienta en la silla que corresponde
al Presidente, sin hacer otro bochornoso espectáculo. En tanto, el
país espera la fecha de la elección popular para escoger a los nuevos
miembros del Poder Legislativo con la esperanza de que deje de ser
óbice para el país y se dedique a trabajar por el pueblo.

¡Hasta la Victoria Siempre!



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Norberto Domínguez Contreras


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