Carta al señor Baltazar Porras

Disculpe usted señor Porras que no comience la carta con los protocolos correspondientes a su investidura, pero como no creo en títulos nobiliarios lo trato como a un ciudadano común, toda vez que usted así se ha comportado desde que ha asumido una postura política, parcial, con un sector del país y ha convertido el palacio arzobispal en la casa del partido político MUD. Espero no me vaya a venir con el cuento de que por esta falta estoy cometiendo un pecado mortal y que por ello recibiré un castigo, porque usted sabe que eso es una fábula inventada por la iglesia católica para manipular. Consternada quedé con su mensaje, o poema satánico, o carta de odio, que envió usted a los jóvenes venezolanos el pasado mes de marzo, que según los medios de la derecha llevaba un mensaje de aliento y de apoyo a todos los jóvenes que con valor salen a protestar. Usted manifiesta que está con los muchachos con su poquito odio, su gramo de violencia; reconoce que no son santos, ni civilistas, ni poetas con sus instrumentos de percusión ingenuos. Esto solo tiene explicación, señor Porras, porque la iglesia que usted representa, durante siglos, ha plagado este plano de muertes, bajo el sometimiento de la cruz. Ejemplo de ello Las Cruzadas y la Inquisición, manchas que avergüenzan a los cristianos. En el inicio persiguieron a los cristianos, pero después cuando éstos se convirtieron con sus famosas cruzadas, perseguían a los no creyentes de manera cruel y brutal, como lo han sido hasta este momento. Luego en su dominio, en la edad media, durante la inquisición mataron a cientos de personas por el hecho de que eran considerados brujos o herejes. Así ustedes consideran hoy a los socialistas, comunistas y chavistas, y por eso justifican la persecución, el odio y la muerte de estos muchachos que han sido manipulados por sus intereses, bendiciendo sus métodos aberrantes para matar.

Comenta que está con esa juventud que le pinta una paloma al guardia para que no dispare entonando el himno, alabando el irrespeto de una juventud hacia la autoridad y hacia los símbolos patrios. De manera consciente dice que está con esos muchachos equivocados o no, con su guarimba, resistencia y desobediencia. Que está con esa juventud que se empeña en despertar a un país que según usted está dormido, en paz de la fea. Admite que les lleva provisiones a esos muchachos para que continúen con la guarimba porque les recuerda que este país es suyo; que lloran en la noche y entierran a sus muertos. Señor Porras aquí se olvidó de los mandamientos, esos que ustedes inventaron, porque sabes que el Padre nos hizo absolutamente libres, que no hay premios ni castigos, ni pecados, somos libres hasta para crear un cielo o un infierno. No obstante, no predicas el mensaje de Jesús de Nazareth cuando dijo "respeta a tus semejantes y no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti" o "cuando tu casa sea mi casa y mi casa sea la tuya, mis hijos sean los tuyos y los tuyos sean los míos, habremos logrado el propósito de la verdadera convivencia". Usted sabe que esos muchachos están equivocados, pero su interés tiene más dominio que indicarles a ellos otro sendero. Este país despertó desde El Caracazo (27/02/1989) señor Porras, y ustedes pretenden volverlo a dormir para invisibilizar a este pueblo otra vez. No podemos decir que estamos en paz, pero no existe paz fea. La paz viene de adentro, si no la encontramos no podemos ser un instrumento de ésta.

Manifiesta que está con esos muchachos inocentes —a pesar de que hacen bombas molotov, arrojan excremento a los guardias y están llenos de odio, algo contradictorio esa ingenuidad ¿no le parece?—. Reconoce al mismo tiempo su irresponsabilidad y su cuota de odio. Creo que esto es lo único cierto que usted ha podido expresar: su odio lo ha llevado a tener una conducta inconsecuente, negligente y de hostilidad. Declara que no cree en las regalías, entonces tendrá que despojarse de todo lo que tiene, demás está decirle el porqué, para que lo que dice tenga relación con sus acciones. Dice que no le da la gana de dejarle el país a las hienas ¿quiénes son para usted las hienas? ¿Los que apostamos por un proyecto de país distinto al que usted y su partido ofrecen? ¿Los brujos comunistas socialistas chavistas? ¿Usted cree que estos seres por ser hienas merecen ser quemados como en la inquisición hasta tanto seamos convertidos en sujetos que ustedes puedan manejar y controlar? Seguramente usted cree que estos muchachos son más puros que nosotros porque están más cerca de usted, claro por aquello de que usted dice que es un "representante de Dios en la tierra". Yo sé que usted sabe que no lo es, así como usted sabe que el sistema político más perfecto para la humanidad es el comunismo, como lo indicó Jesús, porque es el que provee la mayor suma de felicidad posible a sus ciudadanos. Mientras existan seres que se autodenominan enviados de dios, que atentan contra el bienestar de un país, este tipo de convivencia será cuesta arriba. La doctrina auténtica de Jesús y de Bolívar es liberadora, revolucionaria y humanista. No siga conspirando detrás de un traje oscuro; si no puede enviar un mensaje de reconciliación, entonces no sea un obstáculo para el único camino bonito: la paz.

(*)esmeraldagarcia2309@yahoo.com

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Esmeralda García Ramírez

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