El Papa Negro y el Papa Blanco, o misa negra y misa blanca

Apenas cogió el cambur y, para variar, el Papa Negro prosiguió disparando soserías contra la revolución, dijo que nosotros no tenemos planes; mas, para confundir a incautos esta vez dijo que la MUD tampoco tiene planes pero, él se equivoca de nuevo deliberadamente, cree que puede cortarnos con ese vaso de cartón, en el fondo podría ser un reconocimiento ex profeso de que el plan de la MUD es no tener plan (de eso se encarga el gerente, el gringo) y, para compensar esa falencia, de ahí la sosería, querer meternos en el mismo saco de gatos para rebajar a la revolución bolivariana, es decir echarnos a la misma balanza, ¡zape gatus!

El sermón del compatriota Papa Negro contra la Revolución Bolivariana pareciera ser una sosería más de tantas de su característica sosera pero eso no es nada inocente sino una renovada estrategia ¿qué hace un grano de arena más en el arenal?

Fijaos, no es lo mismo disparar desde abajo hacia arriba que en contrario y el diablo está en los detalles; el jesuita de marras ahora encumbrado a Papa Negro, pudiera estar hoy físicamente más viejo que ayer reciente pero en tanto que ahora él "jesuístmo" dispara más contundentemente puesto que una mano lava la otra y entre dos lavan la cara, hay que oponer de parte nuestra, más butría y determinación de pararle los mochos a ese istmo negriblanco.

La Revolución Bolivariana sí tiene planes y programas y el Papa Negro sí lo sabe pero se hace el loco, el Programa de la Patria 2013- 2019, presentado por el Comandante Chávez en el año 2012 como propuesta general de gobierno, fue aprobado por el pueblo venezolano que lo convirtió en Ley de la República al elegir al Comandante Chávez, Presidente, y dicho documento es contentivo de cinco objetivos históricos: I) defender la independencia nacional respecto de tutelajes extraños a nuestra identidad; II) proseguir la construcción del socialismo bolivariano (ciertamente obra por hacer); III) desarrollar todas las potencialidades de Venezuela en función de la paz regional; IV) aupar una geopolítica internacional multicéntrica y pluripolar que coadyuve el equilibrio universal; y, V) hacer los mayores esfuerzos por preservar la vida en el planeta Tierra en aras de salvar la especie humana en peligro de extinción por lo que todos saben.

Mas, es evidente que el Papa Negro inicia su papado incumpliendo el segundo mandamiento (no invocar a Dios en vano) y el octavo (no ser embustero).

Por su parte y, ¿qué importa que el Papa Blanco designe Cardenal al terrorista Baltazar Porras, el mismo que el 11 de abril de 2002 conminó al Comandante Chávez para que firmara una apócrifa carta-renuncia a su mandato de Presidente de Venezuela, durante el sanguinario golpe de Estado de ese entonces, si Porras y el Papa Negro son curruña, uña y sucio?; eso nos resbala, a nosotros eso de títulos nobiliarios no va a pararnos, más quisiéramos que en vez de atacar al pueblo, ese resabio de la Santa Inquisición debería deponer su inquina y disponerse a rectificar y avenirse con nosotros a construir la patria venezolana en vez de ellos pugnar por destruirla.

Que no nos venga el Papa Blanco conque el no sabe que el ahora Cardenal Baltazar Porras es un terrorista, a otro perro con ese hueso; que no nos venga el Papa Negro conque el no es curruña del cardenal de marras.

Las soserías del Papa Negro no son nuevas sino de vieja data, de ahí lo de prosecución, pero tales, parecieran contrastar con los atinados iniciales pasitos del Papa Blanco, quien aunque también jesuita como el Papa Negro, había empezado a granjearse la admiración y el respeto de inclusive el sempiterno ateo que soy, yo mismitico -valga mi expresión, por favor-, desde el inicio de su gestión papal, pero, qué decepción, qué porrazo se lleva Su Santidad el Papa Francisco al designar al terrorista Porras como su interlocutor; claro, peor hubiese sido para nosotros que en vez de Porras el designado hubiese sido Monseñor Moronta porque Moronta es un Monseñor Motolito, sería más fácil para Moronta engañar a muchos de nosotros que lo haga Porras, es decir, que la designación de Porras hace más daño a SS Francisco que a nosotros; mientras que si tal cardenalato hubiese recaído sobre la testa de Moronta, hubiese sido lo contrario.

No es descartable que, ante la necesidad de sacar del juego al Cardenal Jorge Urosa Savino, quien conspira abiertamente contra Su Santidad, el Papa Francisco apelase a tomar del mal el menos y optar por Porras quien al fin y al cabo es de menor peso político que el otro, aunque de la misma calaña.

Pudo ser que SS Francisco urdiese ganar tiempo con tal maniobra; hay que percatarse de que tampoco es que SS pareciera tener la vía libre para todo en la práctica, El Vaticano es un complejo poder en el que Dios no tiene nada que ver.

A favor de Su Santidad Francisco démosle el beneficio de la duda, su concreta o sibilina disposición de hacer el bien, y asumamos otra tesis acerca de las inconmensurables presiones que sobre él pudiesen recaer por parte de la "Compañía de Jesús" y las del "Opus Dei", bandos quienes por ver naufragar al pueblo venezolano y a su gobierno revolucionario son capaces de apartar sus peleas íntimas y ponerse de acuerdo, torcerle el brazo al Papa Blanco, neutralizarlo, y disponer sí la vía libre para atacarnos.

Es de suponer que el Papa Negro oficie "Misa negra", satánica; y que el Papa Blanco rece la Misa blanca; como es observable, lo de blanco y lo de negro gravita en la imaginería vaticana; cuando hay que escoger nuevo Papa, el concilio de obispos hace ver su parecer echando humo por una chimenea para que el resto del mundo sepa el resultado de la reunión; si es malo, es decir si no logran ponerse de acuerdo, hacen fluir humo negro y si el resultado es bueno, en tal caso hacen fluir humo blanco.

Racismo vaticano que, al igual que el de la oligarquía, pretende asociar lo negro a lo malo, a lo feo, a lo hediondo; mientras que lo blanco es asociado a lo bueno, a lo bonito, a lo perfumado; así que no lo expongo yo, lo expone la propia iglesia católica, apostólica y romana.

El cielo queda lejos para mí, primero que yo llega ahí el patriota Néstor Francia que si tiene escaleras, es que para subir al cielo se necesita / una escalera grande y otra chiquita / yo sí soy marinero, no capitán / para subir al cielo se necesita un poquito de gracia y otra cosita (retentiva) y yo me esgarito (valga así el término).



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Guillermo Guzmán


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