Le escribo monseñor Moronta: soy de los muchos en desacuerdo

Apreciado monseñor Moronta, mis palabras no son para defender al diputado Hugbel Roa al que conozco, no tanto como usted conoce a Jorge ni a Baltazar, pero con el que compartí en aquellos años ya casi lejanos del 2005 al 2007 en el INTi en Vista Alegre y en el ministerio de Ciencia y Tecnología y creo que como joven, es impetuoso y apasionado por su arraigo político, como lo es usted por su fe católica. Fue elegido por voluntad popular, no fue impuesto por santidades asumidas. No creo que Hugbel sea menos santo de lo que puede ser Jorge Urosa y Baltazar Porras. Ni el muchacho es el diablo ni este par de cardenales son tan venerables. Ni uno viene del averno ni los otros van directo al empíreo por voluntad divina y eso mi estimado Monseñor Moronta, ni usted mismo lo sabe, porque la cercanía a la diestra del Señor nadie se la puede atribuir en este lado terrenal, ya que nadie puede lanzar la primera piedra y erigirse como un ungido de santidad.

Usted habla de que la calumnia es pecado, pero hemos visto como en reiteradas ocasiones este par de Purpúreo Príncipes utilizando la "majestad" en que se encuentran ataviados, han hecho mendrugos los mandamientos enviados por el Altísimo, en especial dos de los mas conocidos:

  • "No tomarás el nombre de El Eterno, tu Dios en vano, porque El Eterno no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano"

Tanto Jorge Urosa como Baltazar Porras (y parte de los que conforman la cofradía de la CEV) utilizan sus púlpitos y convierten las homilías en discursos con alto contenido político, pero sin amplitud, sino sesgado y con preferencia hacia un nicho político que profesan con tanto fervor, como la religión de la que asumen un liderazgo. No vale lo que usted manifiesta cuando dice que "Somos servidores de todos, incluso de quienes no piensan como nosotros" porque en la fe católica todos creen en lo mismo en lo espiritual, pero hay una variopinta manera de ver lo sociopolítico. Y en esto se basan estas "Altezas" al manipular los espacios libres espirituales para inocular la creencia de que Dios está con la parcialidad política de su preferencia. Utilizan al Creador, su nombre y su presencia, como partícipe terrenal de la diatriba política y lo ponen a la derecha política por ser la diestra y satanizan la izquierda política, por ser siniestra.

  • "No brindes contra tu prójimo falso testimonio"

¿Usted no cree respetado Monseñor Moronta, que la manipulación es mentira y si es mentira es pecado? Por eso le escribo públicamente para manifestarle mi repudio a las manidas, engañosas y parcializadas declaraciones de los Cardenales Urosa y Porras, que consecuentemente utilizan todos los privilegiados espacios mediáticos para insuflar sus preferencias políticas y denostar de aquella que adversan. ¿Acaso el trabajo de ustedes no es el de generar paz en la discordia, igualdad entre la grey, aliento y esperanza en los menos favorecidos o es que en el último Concilio dictaminó lo contrario? ¿Es que hay un baremo católico donde ustedes juzgan quienes son mas cristianos que otros o solo los que comulgan con la MUD tienen ganado el Reino de los Cielos y los Chavistas e izquierdosos van a parar al infierno? ¿Usted sabe quien es y como actúa el diputado Marco Bozzo, para ver si hace falta una carta pública también para el?

Por otro lado respetado Monseñor Moronta ¿Pedir disculpas? ¿En serio? ¿Y cuando la iglesia Católica y sus miembros han pedido disculpas, no generales, sino puntuales y bien sentidas por sus pecados que afectaron y afectan toda un sociedad y que los hacen ver como pecadillos terrenales? Aquí en la tierra todos somos iguales. Los privilegios quedan en los palacios y solo los Cardenales viven en Palacios como Príncipes, pero esto no les da derecho de tratar al resto como vasallos para que le besen el anillo y hacerlos sentir no santos, sino esplendorosos elegidos y no precisamente desde las Alturas.

Le invito Monseñor Moronta que otee a su alrededor y verá que si se hace un revocatorio dentro de la iglesia católica, donde participen los mansos de espíritu y carentes de lo material, estos privilegiados Cardenales y Obispos no serian reelegidos; creo que en su puesto estarían los humildes sacerdotes de los pueblitos que aun profesan lo que el Cristo promulgó como fe de vida y salvación y entre eso es no andar con los poderosos que comercializan alrededor de los templos. Mire en su entorno y verá como la grey que inundaba las capillas se ha reducido y ha buscado cobijo en otros credos menos ostentosos o discriminatorios. Y en verdad Monseñor, vea como somos muchos y muchos que no estamos de acuerdo con la supuesta "santidad" de Baltazar Porras y que no pueden expresarlo porque no tienen los privilegios de los que si pueden hacerlo a través de este medio, como usted y yo.

Finalmente y le pido disculpa por parafrasear su despedida de la carta que usted le dirigió a Hugbel, le manifiesto que aunque no lo crea, creo en su buena fe para que en usted y en los Cardenales exista mayor ecuanimidad y cambien sus expresiones y actúen en sintonía con la verdad. Le pido al Dios de la vida y de la verdad les otorgue la gracia de su perdón y los iluminen con la luz de su sabiduría. Y que la básica humildad de la cual deberían tener en abundancia, ya no sea un eufemismo.

Amén, Amén y Amén.



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Carlos Contreras


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