La revuelta de los imbéciles

Los animales no obran por inteligencia, solo lo hacen, según expertos en el tema, de acuerdo con el instinto heredado y perfeccionado desde hace millones de años. Este (el instinto) les permitió a diversas especies (las que el hombre no ha acabado) a sobrevivir por millones de años. Esto se debe a que son incapaces de atacar a sus congéneres y tampoco atentan contra el ambiente donde conviven y mucho menos, son proclives a destruir otras especies, más allá de las que les sirvan para saciar sus necesidades alimenticias. En cambio los humanos se jactan de actuar con inteligencia, para diferenciarse de los “animales inferiores”, en su vil empeño de crear clases mejores que otras. Imposible negar la existencia de diversas inteligencias especializadas, algunas genéticas y otras cultivadas, por lo general, se conocen muy pocas inteligencias múltiples. Por ejemplo, una pianista puede interpretar a Chopin o Rachmanivov con sublime destreza pero quizás, desconoce lo sucedido en la batalla de Santa Inés o acaso no sepa ni freír un huevo; un ajedrecista por lo general sólo sabe jugar ajedrez; un oftalmólogo especialista en los padecimientos de la esclerótica posiblemente desconoce quién fue Emil Zola, entre las que puedo destacar para no fastidiar. Una inteligencia muy e excepcional y diversa fue la de Leonardo Da Vinci, hombre de grandes dotes como pintor, escultor, anatomista, ingeniero aeronáutico, ingeniero militar, inventor, entre varias de las disciplinas en las que se destacó.

Una de la inteligencia que quiero subrayar es la inteligencia política, por lo general no se aprende en las universidades. Se puede conseguir después de innumerables lecturas, además, con las vivencias propias obtenidas en el desempeño dentro de un sindicato, en un organización política, en la batalla por la reivindicaciones sociales, en la prisión defendiendo una causa noble, en las luchas estudiantiles, en la participación en foros nacionales e internacionales, son muchos los elementos que contribuyen a conformar en un hombre o en una mujer la inteligencia política. Sin dejar de lado una disposición natural para tales desempeños, que podría ayudar al político a ocupar en alguna alta posición dentro de la estructura de gobierno, bien como gobernador, alcalde, diputado y hasta presidente. Lamentablemente esta inteligencia política ha sido desplazada por la mediática nacional e internacional que por razón de un marketing, similar a la venta de un producto, han conseguido fabricar políticos en serie.

Venezuela es víctima de esta fabricación de políticos en serie, sin un ideal y mucho menos con una ideología consistente. Solamente, tal como la propaganda, obedecen a un eslogan y a frases vacías que la arengan, bien por televisión o en un mitin, con visos de espectáculo televisivo, ante un público ignorante y sin formación política. Estos ven en el orador, no un político curtido sino un artista desempeñando un papel con un guión determinado. Sencillamente los medios de comunicación los convirtieron, no en militantes de una organización comprometida con el pueblo, sino en auténticos fans.

Al grupo anterior pertenecen el desempleado Leopoldo López, la diputada María Corina Machado y el siempre ausente gobernador Henrique Capriles. Los recientes sucesos en Caracas y unas ciudades del interior dan fe de la inexperiencia de estos torpes en política. No aprendieron con el golpe de estado, ni con los resultados de la huelga petrolera, ni del referéndum revocatorio, ni con las diversas guarimbas también derrotadas, ni con la guerra económica, tampoco con las dieciocho elecciones ganadas por mi comandante Chávez y ahora, con el triunfo el presidente NM. Son tan neófitos en esa cosa llamada política que pretende dar un golpe de estado sin pueblo, sin sindicatos, sin militares, sin apoyo popular, sin verdaderos estudiantes revolucionarios, es decir sin un pueblo aguerrido que los respalde. Solo tienen el apoyo del Departamento de Estado, de los tuiteros, pineros, feibuqueros y de uno medios de comunicación nacional e internacional comprometidos con cicateros centros financieros. A punta de tuites, feibuc y pin no se tumba un gobierno que tiene el apoyo de casi ocho millones de personas y quizás más, si tomamos en cuenta la destrucción de una parte de Caracas que está logrando que opositores conscientes, rechacen las acciones de algunos bandoleros militantes de las organizaciones de los “lideres” citados anteriormente.

No entenderé nunca la militancia de oposición cambia de líderes como de marca de camisa, o de zapatos de acuerdo con lo que esté de moda. Primero fue Irene Salas, después Salas Feo, pasaron por Carmona el Breve, se adaptaron por breve tiempo a Henrique Capriles quien recién fue desechado y ahora, veneran a Leopoldo López y a María Corina, sin importar su pensamiento político y su desinterés por el desarrollo económico de Venezuela. Lo único que tienen en común estos apátridas es su enraizado antichavismo, ser miembro de la oligarquía parásita, su amor desenfrenado por el dólar y sobre todo, los tres son lameculos los de los gobernantes de EEUU.

Caracas y algunas ciudades de interior está viviendo situaciones azarosas por culpa de unos vándalos que pretenden desfogar sus instintos a través de acciones violentas que terminaron con incontables destrozos del patrimonio que pertenece al pueblo Venezolano. Todo bajo la excusa de la libertad de manifestar contemplando en la Constitución, que en ningún artículo aparece la libertad de destrucción. Simplemente por atender la instigación a la violencia de un hombre de conducta política dudosa demostrada a través de su desempeño. Es el caso del vago Leopoldo López quien no se le conoce empleo alguno, sino únicamente joder.

Algunas urbanizaciones de clase media están experimentando algo muy singular. Unos malhechores cierran y queman basura en las calles que impide la libre circulación de las personas que votaron, en su mayoría, por Capriles. Agreden a sus propios vecinos, algo que no hacen los “animales inferiores”, exclusivamente para tumbar a un presidente que tiene un gran apoyo popular. El caso de Chacao es palmario. Están acabando con el municipio ante la mirada impávida del alcalde que no sabe cómo resolver un problema de orden público para la cual fue elegido. Nadie responde a los vecinos por los impuestos que le entregan a su burgomaestre. En algunas zonas del este está escaseando la gasolina porque los camiones no se aventuran a entrar al lugar de la “alta sociedad” dado que las guarimbas algunas veces se tornan violentas e impiden su transporte. Los bandoleros (no son estudiantes) destruyen a los autobuses que prestan servicio a los vecinos y de paso, agreden a los usuarios que permanecen dentro de la unidad. Quizás en pocos días no les llegará comida, ni harina precocida, ni papel tualet, ni mantequilla, tampoco whisky, en vista de que los “revolucionarios de tuiter” se levantaron en la “búsqueda de las libertades que el gobierno revolucionario les está conculcando”. Los “rebeldes del feibuc y de pines” están destruyendo centrales eléctricas, centrales telefónicas, estaciones del Metro y metrobuses y otros servicios, que según parece, sólo utiliza la gente de Catia, Petare, de Carapita, La Charneca, entre tantos usuarios de los barrios caraqueños. Seguramente los burguesitos se mueven solo en taxis y camionetas; jamás en la vida se han montado en el metrobús, en un vagón de metro hediondo a chavistas y mucho menos en el Cabletren. Estos bandidos no obran ni por instinto, mucho menos con inteligencia, su único interés es atentar contra la propiedad privada y pública, crear la situación ideal para una guerra civil y así producir la intervención de la ONU o la OTAN. No se puede ser tan imbécil. Solo a ellos se les puede ocurrir la idea de agredir a los vecinos que tienen necesidades como es la de trabajar, estudiar, respirar aire puro, circular por la calle cuando le venga en gana, tener la asistencia de emergencia cuando en una ambulancia intenta llegar a un centro clínico, todo esto lo asegura la Constitución Bolivariana de Venezuela. No se equivoquen.

Por los que tienen dudas, invito a los venezolanos(as) a que despierten, que se den cuenta de lo que es capaz el imperio. No les bastó la cruenta guerra económica a los que nos tienen sometidos, ahora van por la destrucción de Caracas y alguna ciudades del interior. Veámosno en el espejo del bloqueo de Cuba por más de cuarenta años, la destrucción y muertes de miles de personas en Panamá, Irak, Afganistán, Libia, Siria y entre muchos de los desmanes cometido por el imperio norteamericano en ámbito mundial.

No nos engañemos, ni el desempleado Leopoldo López, ni María Corina Machado, ni el gobernador imaginario Henrique Capriles tienen conocimiento de la alta política, todos ellos obedecen al cumplimiento de un guion redactado por el gobierno de EEUU para entregarles las riquezas del país a las transnacionales norteamericanos y europeas, en el caso negado de formar gobierno. No aprendieron nada de Ho Chi Min, ni de Fidel Castro, ni de Salvador Allende, ni del Che Guevara y mucho menos de Simón Bolívar y tampoco de nuestro comandante eterno Hugo Chávez Frías.



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Enoc Sánchez


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