El aprendizaje organizacional es en definitiva un elemento ausente en la isla oposicionista, parecieran olvidar sus errores y comenzar nuevamente el ciclo de cometerlos. Su componente principal, hecho de clase media que no lee libros, aficonada solo al horòscopo de los periòdicos y que no le gusta pensar en “ideologìas”, quiere basar su pelea en que “la gente està molesta”.Quieren fabricar una motivaciòn revolucionaria tumba gobierno desde la falta de papel tualè, montar su golpe de estado con militares retirados e insignificantes que trotan con ellos en los chismeaderos de los parques, banalizar al pueblo chavista como “engañados a quienes traen en autobuses del interior”. La estructura misma de su protesta es el insurgir de una cùpula que reclama la vuelta del “individuo neutro”, ¡buena esa añorada cuarta repùblica!, donde las elecciones eran como carnavales, la izquierda un fantoche y la contrapòsicion adeco – copeyana similar a un Caracas – Magallanes.
Si lo vemos “de a pa tràs”, como solìa decir el benemèrito general Juan Vicente Gòmez, nos encontraremos con las costuras de la politica pico y pala de Aveledo, Carratù Molina y Angel Oropeza, el mismo perfìl: elementales, directos e indignados paladines de la “gente pensante”. Quieren hablar sin que les recuerden la ridiculez de su coqueterìa con aquel movimiento militar plàstico de la Plaza Altamira, su dictadura bananera de Carmona el breve o el paro petrolero criminal que los hijos de papà, pegados de la tetica de PDVSA Cuarta, protagonizaron apretando los botoncitos de Intesa para divertirse cortando el flujo de petròleo y apagando refinerìas, como si se tratara de lanzar traqui traquis.
Viendolo “de a pa tràs”, las premisas que han guiado la contrarevoluciòn son esencialmente despolitizadas, como su origen cuartorepublicano. Se atienen a unos pocos preceptos sin contenido, pero muy mañosos:
El chavismo es solamente Chàvez
Esto no aguanta hasta las elecciones
Hay militares conspirando
El chavismo no tiene ideologìa
El socialismo es obsoleto
Y listo, nadie hace una propuesta de programa, ningun sabiondo oposicionista se declara liberal y habla de “desregularizar”, “privatizar”, recortar el gasto pùblico, bajar impuestos y “reducir el estado”, como lo dice la biblia de la Escuela de Chicago. ¡No señor!, Primero justicia es un partido de “centro izquierda” y Borges afirma con su cara de regañon de pobres diablos en la televisiòn: “nosotros no somos de derecha” y la mariposilla de Capriles, como lo llama su compañero Ramos Allup, dice “no perderè mi tiempo en discusiones ideològicas”, ¡válgame Dios!, ¿serà que esta gente piensa que Venezuela volverà a la politica de los tiempos de Alfaro Ucero?
El innombrable plan que los oposicionistas tienen para Venezuela no lo pueden decir porque hasta su despolitizada clase media va a entender que iremos en retroceso. La forma en que hablan del control cambiario y de los precios del petròleo nos lo dicen todo: su fòrmula es sin màs la libre flotaciòn, fuga masiva de capitales y privatizaciòn del negocio petrolero. No lo estamos inventando, veamos “de a pa tràs” y encontraremos como en 1995 el gobierno de los pimentones privatizò la reserva de petroleo màs grande del mundo por un puñado de dòlares.
A veces, cuando hablamos de lo que serìa un nuevo gobierno liberal, algunos de los convencidos cuarentones empleados de empresa estatal, se quedan boquiabiertos cuando se enteran de que la inamovilidad laboral es totalmente incompatible con la economìa liberalista. Algunos de esos ingènuos juran que ellos veran los toros desde la barrera mientras Venezuela recibe el “shock” que nos llevarà nuevamente al paraíso del papel tualè.
El autor e: Ph.D en Economìa y Gerencia. Psicòlogo e Industriòlogo
