Entre golpes y definiciones

Los sectores fascistas de la derecha venezolana nunca han descartado  la idea de propiciar un golpe de Estado para derrocar al gobierno Bolivariano. Si buscamos antecedentes de esta forma de actuar de la oligarquía opositora, encontraremos que durante el siglo XX y lo que va del XXI se han generado varios golpes de Estado, planificados por agentes internos y externos para controlar el poder e impedir el avance de las fuerzas progresistas y revolucionarias. Actualmente y en el marco del desarrollo de este proceso Bolivariano, tal situación se hizo presente  en abril de 2002, donde esa misma ultra derecha utilizando la misma estrategia que utiliza hoy día, fue creando las condiciones con campañas mediáticas para llevar a cabo su plan desestabilizador con la intención de retomar el poder que perdió en las elecciones del 6 de diciembre de 1998, cuando el comandante Hugo Chávez con el apoyo de su pueblo ganó la Presidencia de la República con una victoria aplastante, haciendo un llamado inmediato a una constituyente para refundar la república a través de una nueva constitución; comenzando desde entonces un proceso constituyente que se inicia el 25 de abril de 1999 y culmina el 15 de diciembre de ese mismo año con la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, constituyéndose así  un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia.

                Aunado a esto se van desarrollando políticas sociales en el país que no son del agrado de la burguesía como el Plan Bolívar 2000 entre otras, asimismo la promulgación de la primera ley revolucionaria como lo es la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario que entra en vigencia el 13 de noviembre de 2001, con la cual se enfrenta el problema del latifundio promoviendo un sistema de socialización de la tenencia de la tierra. Después de transcurridos 3 años de revolución Bolivariana, los sectores oligarcas concentrados en FEDECAMARAS, viendo que Chávez no representaba sus intereses, como en otrora tiempos cuando ellos imponían los presidentes en el bipartidismo de la IV república,  decidieron mostrar las garras fascistas del águila del norte y planificaron los pasos para propiciar un golpe que comenzó con guerra económica y mediática, pasando por el paro petrolero del 10 de diciembre de 2001, agudizando la situación los primeros meses del 2002 con desabastecimiento y escasez de productos de primera necesidad hasta preparar las condiciones para perpetrar el golpe de Estado el 11 de abril de 2002, con las consecuencias que esa acción terrorista generó para la economía del país y que gracias a la unidad popular se pudo derrotar en esa oportunidad  la agenda oculta de la ultra derecha.

                Hoy estos mismos sectores violentos tratan de sembrar el terror creando las mismas condiciones de abril de 2002 para dar un golpe; creando desabastecimiento, atacando instituciones, quemando vehículos oficiales  destinados a la seguridad, promoviendo guarimbas, haciendo montajes de imágenes violentas por las redes sociales,  trancando vías para crear el caos, manipulando marchas para arremeter contra las instituciones buscando muertos y heridos que puedan justificar una intervención internacional.

                Ante las crisis deben plantearse definiciones, entonces ¿Qué hacer?; en primer lugar entender que el enemigo es fuerte y que es tonto pretender subestimarlo, debemos pues unificar esfuerzos para demostrar fortaleza. A  veces nos distraemos entre nosotros mismos y descuidamos los pasos que cada día da el enemigo, y nos orientamos más bien a atacar nuestros propios camaradas, pues vemos con preocupación cómo  los revolucionarios radicales e irreverentes somos perseguidos por la derecha endógena, destituidos de cargos públicos por honestos y algunos detenidos y pasados a tribunales, inventándoles juicios sin ningún fundamento jurídico, ni prueba alguna, mientras representantes de la ultra derecha que han asumido actitudes terroristas en conchupancia con agentes extranjeros andan sueltos, y ni hablar de los corruptos que se disfrazan de chavistas quienes además de andar en total impunidad son premiados con un nuevo cargo. Se hace necesario y urgente, definir el rumbo del proceso que en todo caso debe ser el camino al socialismo, pero para ello el sector revolucionario  debe tomar el timón con un pueblo organizado en armas y en revolución para así enfrentar y derrotar a la derecha fascista donde quiera que esté, recordemos al Che cuando dijo: “En una revolución se triunfa o se muere si esta es verdadera”.

CON EL PUEBLO TODO, SIN EL PUEBLO NADA!!



Esta nota ha sido leída aproximadamente 893 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter