Las tres Marías

No estén creyendo que al referirme a las tres Marías estoy hablando del coco de los muchachos en el bachillerato: Química, Física y Matemáticas. Nada que ver. Me voy a referir, en primer término, a María Bolívar, aún sobrevive de aquellos y aquellas personajes que en las elecciones presidencias se anotan inscriben sus nombres, para pantallear, y para guardar dar algún afiche con su imagen para que sus nietos, si los tiene, y que los recuerden como aspirantes a la presidencia de la República, o para que sus amistades del barrio, o del lugar donde viven, le den ánimo, mira mija “cuenta con mi voto” o por lo menos recibir una palmadita de consuelo sobre sus hombros. Por cierto, María Bolívar, se lanzó como candidata a la alcaldía de Maracaibo. Que Dios la acompañe.

La otra María, es la que vive del escándalo en Miami y sus alrededores. Se trata de quien hoy día se sigue presentado como venezolana, al menos cuando la entrevista, el flamante y temperamental Ismael Cala, de la cadena CNN. Ya ustedes saben que se trata de María Conchita Alonso, hermana de Robert Alonso, aquel personaje que estuvo involucrado en la famosa quinta “Daktari” y los paramilitares colombianos. Esta bedel que se hace llamar artista de Woligidd, aquella de la canción “La noche loca”, y que sigue haciéndolo honor a su canción. Esta más loca que una cabra. La otra vez, precisamente entrevistada por el tal Cala, despotricó de la MUD y del “líder” Henrique Capriles al revés y al derecho. Pero en fin, ellos son blancos y se entienden (ella forma, con mucho orgullo, parte de la gusanera cubana que reside en Miami.

Nos queda la última María, del trío. Usted, lector, de chispa elevada, ya sabe que se trata de la diputada, hasta ahora, con aspiraciones a convertirse en presidenta de este país. Tiene agallas la niña, perdón la señora María Corina Machado. Mientras las otras vienen de orígenes pobres, así una de ellas es la rica después de sus locuras en W, está sí es verdad que nació en cuna de oro y por lo tanto nunca ha sabido lo que es ganarse el sustento con el sudor de su frente, como si ha sucedido con las anteriores nombradas en este artículo. Se presenta ante las cámaras de televisión como una mujer dura. Contrae su rostro para impresionar, y tiene en mente desplazar del cargo que la oposición le ha otorgado a Capriles, como su líder. Capriles, ahora está presionado, no solo por María Machado, sino por Henry Falcón y por su propio compañero, Leopoldo López. Este último no reviste peligro para el liderazgo de Capriles, pero la María Corina, sí. Porque, aunque no es política de profesión, aunque nunca haya trabajado, es agalluda y tiene dinero, mucho dinero, y ustedes saben que el dinero mueve montañas.

María Corina Machado, demuestra, que con rostro duro, con gestos enérgicos, y agallas, muchas agallas, se llega lejos. Pero el otro elemento: el dinero, que es determinante para subir en la escala de la política venezolana, esta señora lo tiene por demás. No solo de lo heredado de su familia, sino de lo que le chorrea de los Estados Unidos. Son bojotes de dólares que le llegan por la embajada gringa, o por otros atajos verdes, desde Colombia, o desde Europa, donde un banquero venezolano reside y tiene mucho, mucho dinero para financiar a la derecha rancia y amarilla de este país. Esa es la breve reseña de las 3 Marías. Punto final.



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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