Ojo pelao con la oposición desenfrenada y perversa

   Por los vientos que soplan, el plan de desprestigio  y culpabilidad hacia el gobierno venezolano está en pleno desarrollo.  Desde hace tiempo nos quieren hacer ver y presentar a nivel internacional como un país y gobierno violador de todo tipo de derecho y descarrilado de los preceptos de la democracia formal, según ellos.  Nos presentan a través de sus medios  como un gobierno dictatorial, que no solamente protege a los narcotraficantes sino que hay funcionarios que se prestan para tan tales propósitos. La ficha de presentación con la que juegan los enemigos de la Revolución Bolivariana es que afectivamente aquí no hay seguridad de ningún tipo. Entonces tienen cartas marcadas  con propósitos desestabilizadores  que las van sacando casi a diario. 

   Se trata de un plan bien orquestado en el cual  hay elementos centrales como la permanente descalificación del gobierno, haciéndolo ver como ineficaz y poco preocupado por los problemas de la población, cuando sabemos que se trata de todo lo contrario. Más allá de señalar la delincuencia  como un problema que la gestión gubernamental asume como realmente delicado,  todos los indicios nos  hacen ver que efectivamente está en la agenda opositora como vertiente para explotarla electoralmente. No solamente  cuando los medios al servicio de la oposición la exprimen con su desenfrenado y perverso amarillismo, sino que por tratarse de un tópico tan sensible en el seno de nuestra población, parecieran estar propiciándola con toda la carga de vulgaridad y locura que definitivamente los caracteriza.

     Cuando afirmamos que pareciera que ciertamente la oposición y sus medios de comunicación  tienen en su agenda la inseguridad como filón electoral,  asumimos con mucha sospecha que hay delitos  (crímenes, secuestros, robos, etc.) que han venido ocurriendo en los últimos meses con el exclusivo propósito de captar la población electoral  afectada directamente y también aquella que se hace eco de los medios amarillistas y opositores. Se trata de un contexto típico de actos mercenarios y de desalmados a quienes poco les importan valores, familia, educación y el mismo país.  Lo de ellos es pasar por encima de todo esto si de lograr sus propósitos se trata.

Este escenario que seguramente se agudizará, sirve para ratificar la decisión presidencial de crear de manera urgente un Comando Antigolpe como instrumento de vigilancia y preparación colectiva,  ante la arremetida de una oposición que sabe muy bien que la vía electoral  le resulta cuesta arriba para los comicios del 7 de octubre. Comando para orientar a nuestra población, sobre todo ante la campaña mediática que predispone y caotiza el pensamiento y la acción de los ciudadanos,   hasta convertirlos  en furibundo intolerantes y enfermos, capaces de cualquier aventura y locura en ese estado sicótico. Como los demonios andan sueltos, todo indica que hay que estar preparado para la defensa de la Revolución, sus logros y la victoria del 7-O.

revolcones76@yahoo.com.ve



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Juan Azocar


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