Carta a William Lara: Por la Reforma Comunicacional

Estimado Ministro William Lara:


Reciba un cordial saludo. Comienzo por decir que lo percibo como un político destacado y por fortuna es además periodista, dos buenas cualidades que en mi opinión lo califican para la gestión que ejerce. Ha sabido salir airoso al paso de la ofensa, la injuria y a tantas mentiras que se tejen en el día a día noticioso contra el presidente Chávez y el Gobierno. Una tarea que no todos acometen con valor y rectitud.

Ahora bien, el trabajo de un ministerio de las comunicaciones, en esta etapa del gobierno revolucionario del presidente Chávez, creo que exige otra dimensión. Requiere una superestructura comunicacional articulada, con un objetivo claro- que si bien se ha venido armando en todos estos años-precisa de revisión, quizás ampliación y seguramente seguimiento a la labor emprendida, entre otros elementos que deberán implementarse y que los dará la misma dinámica de la reorganización que se plantee. Coincido con algún comentarista que ha dicho que un ministro de las comunicaciones, él sólo, no puede con tal exigencia.

Debe ser muy difícil dar soluciones a las necesidades de una maquinaria informativa del Estado y a la vez, accionar respuestas al bombardeo mediático diario. De manera que sabemos que para diseñar un plan coherente y coordinado y “sin resistencias”, como usted alega existen en algún ámbito de los medios del Gobierno, se necesita colaboración de todas las instancias públicas, además de recursos, profesionalismo y voluntad política, para poder armar una gran red comunicacional, fortalecida y eficiente, dejando el afán de protagonismo tan común en muchos colegas, quienes sólo parecen querer un espacio en la pantalla televisiva.

Cuando el Presidente llegó al Gobierno recuerdo que al poco tiempo fue desmantelada la Oficina Central de Información (OCI) y él quedó prácticamente desasistido. Era entonces, creo, Alfredo Peña ministro de la secretaria y muy posiblemente mentor de tal descalabro. Pero luego del Golpe del 11 de abril de 2002, cuando el Presidente contaba con tan pocos recursos comunicacionales y se limitaba al canal ocho, RNV y a la agencia de noticias, Venpres (ahora ABN), se comenzó a trazar un plan logístico y de infraestructura importante.

Fue así como sus predecesores, ministros de información y comunicación (recuerdo a Jesse Chacón, Andrés Izarra, Yuri Pimentel) hicieron importantes logros en ese sentido. Entre otras iniciativas, se dotó de equipos modernos y espacios el área de prensa de VTV, se creó Vive, Telesur, se repotenció RNV y se dio soporte a una inmensa red de medios comunitarios, entre otras iniciativas.

Este año a usted le tocó activar la televisora social Tves, lo que fue todo un reto. Con su gestión ha logrado que el Minci ejerza mayor control sobre la publicidad y propaganda oficial. Y con altas y bajas mantienen la calidad del noticiero Minci y del Aló Presidente. Pero lo más destacado es que ha logrado ubicar al ministerio como un ente rector de la política comunicacional. Hasta allí estamos bien.

Pero cuando vivimos episodios electorales tan tensos como los del pasado 2D y seguimos con continuas amenazas a acciones desestabilizadoras, lo que alimenta al mensaje medíático, no queda otra que unirse al clamor que reclama revisar el plan de comunicaciones del gobierno nacional.

Hay que contrarrestar acertadamente la arremetida de los medios de oposición, campaña que tanto en el país como en el exterior ha recrudecido, sin importar que estamos en navidad. Es decir, que el gobierno norteamericano y sus agentes se sienten que están en la cresta de la ola. Esa labor, la de trazar una “Reforma Comunicacional”, yo diría y reitero que es tarea de todos, del alto gobierno y todas sus competencias.

Lo anterior viene a propósito, luego de escucharlo ministro Lara, en la entrevista que tuvo en el programa En Confianza, de VTV, el pasado jueves 14 de diciembre. Allí usted señaló la “urgente necesidad de que se produzca un cambio en el desempeño de los medios del Estado, en el sentido de abordar las informaciones de diferentes maneras periodísticas”.

Al respecto voy a exponer algunas ideas:

Sostiene que el Ministerio (Minci) tiene planteado que VTV sea un canal de información y opinión, algo que hemos escuchado decir desde hace algún tiempo. Al respecto coincido con usted, ya que daría a VTV la imagen requerida, puesto que casi toda su programación está enfocada para la información, la noticia y contrarrestar el ataque mediático. Sólo habría que crear una programación acorde con las necesidades informativas del gobierno nacional, pero sin descuidar al público receptor y sin olvidar que estamos, principalmente, en una etapa de guerra informativa política.

Destacó usted también la necesidad de discutir si hay exceso de programas de opinión en VTV y dijo “que deben adoptarse otros géneros, el canal del Estado necesita muchos reportajes”, dijo. Asimismo sostiene; “hay que reducir el número de programas de opinión para darle cabida a los reportajes de investigación…pues son claves”. Además considera que “los reportajes se podrían pasar en las primeras horas de la noche”.

Con respecto a este punto le diría que tenga cuidado, por cuanto si bien es cierto que hacen falta reportajes de investigación en VTV, como ocurre en casi el resto de los canales, no puede olvidarse que tenemos una guerra mediática diaria, en la que hace especial énfasis Globovisión.

Es precisamente en el horario estelar, (6 a 8 pm), cuando el programa Aló Ciudadano, el noticiero y casi todos los programas de esa estación televisiva, se enfilan a atacar sin consideración alguna al Gobierno y al Presidente. En ese sentido, la campaña del No es el ejemplo más reciente de lo que hacen.

De manera, que no podemos ceder en ese horario y sacar los espacios de opinión, que en alguna forma permiten competir, desmentir al contrario. No podemos bajar la guardia. La difusión de los reportajes en VTV pueden colocarse en horas y días apropiados para tal fin.

Pero sí creo y comparto la idea que en VTV hay que remozar la programación para oxigenarse y diversificarse. Hacer programas con mejor o más trabajo de producción, incluir por ejemplo, en los programas de opinión segmentos con información de apoyo, pases de reporteros, sondeos en la calle, micros informativos, material de archivo, investigación, en fin, los productores de VTV deben tener buenas ideas al respecto.

Es decir que tenemos por un a lado la necesidad de una TV informativa, que de razón de las actividades del gobierno y a la vez responder a los ataques mediáticos. Pero de igual manera necesitamos una televisión que distraiga y guste a la gente, porque la mayoría no tiene acceso al servicio de cable.

Al respecto, entendemos la importancia de Tves. Verla crecer es una necesidad, aunque comparto su opinión cuando dice “Tves necesita más tiempo”. Particularmente creo que ha mejorado notablemente y estoy convencida que ya supera la pobre y mediocre programación que teníamos con Rctv.

En este sentido, también sabemos que no es fácil cautivar a una audiencia acostumbrada a los teleculebrones, a los enlatados y a programas de baja factura. Recomendaría hacer un sondeo de mercadeo, para conocer qué quiere el publico de su canal 2 y acercar esa televisora social a su público. Además Tves necesita más respaldo y promoción de los canales y otros medios amigos.

Pero volviendo a sus declaraciones, diría que la política de la comunicación del gobierno no debe limitarse o distraerse en sólo revisar la programación de VTV, aunque deben hacerla.

Lo importante es que los cambios se planteen en función de dar respuesta oportuna a la intensa campaña mediática nacional e internacional que ahora apunta, incluso, contra los gobiernos aliados del presidente Chávez.

La reforma comunicacional debe ir más allá de la defensa de los ataques a los adversarios e ir a la ofensiva, en donde el mensaje, la noticia e información, obras de gobierno, puedan trascender la barrera de las mentiras y la manipulación, con respuesta oportuna y la verdad como bandera. Y sobre todo penetrar medios como televisoras regionales, radio a nivel nacional e Internet.

En cuanto a promover las obras de gobierno o destacar temas de interés nacional, el El Minci pudiera promover su vocería con un programa en VTV. Hay obras y servicios que la gente ni si se imagina que se hacen o están en funcionamiento. Mientras ello ocurre la televisión de oposición, sumado muchos canales regionales, se encargan de hablar sólo lo malo.

Son tantas las ideas que se pueden ejecutar y tantos los proyectos de comunicación que se pueden activar, que estoy segura que de ser posibles muchos colegas o articulistas no perderían su tiempo tratando de sacar del paso a Mario Silva con su Hojilla. Y ese es otro punto de importancia a destacar, la desunión y competencia feroz del gremio, la guerra de guerrillas, la pelea de perros que se da entre los mismo colegas. Al respecto, todos tenemos algo que relatar.

Sirva referir el ejemplo de algunos medios destacados, veteranos en estas lides de campañas mediáticas; la agencia de noticias de Cuba, Prensa Latina (con muchos años de labores a nivel mundial) y el diario Gramma, incluyendo su versión digital, que son dos herramientas principales en la difusión de las noticias de ese país. Informan todo lo que hace el gobierno y publican las noticias del mundo con acertada inmediatez. Además dan respuestas oportuna a las noticias tendenciosas que sobre ellos, y contra sus líderes, hacen otros medios internacionales.


Aprovecho la oportunidad para señalar que un recurso que debe ser aprovechado por el gobierno nacional, en mi opinión, es la Internet. Hacen falta buenas y actualizadas páginas Web, que propicien mejor y más información. Las que podrían ser de mucha utilidad en el exterior, en especial para las embajadas. Otro medio pudiera ser un diario vespertino, el que podría ponernos a competir por las noticias de la mañana y parte de la tarde. La inmediatez de la noticia es tan importante como la veracidad.

Para concluir, Ministro Lara, le pido que no se deje vender ideas del primer postor. En mi opinión, sí necesitamos una VTV más interactiva, con mayor participación de la gente y con programas que hagan más difusión de la obra de gobierno (sin ser cuñas). Pero hay que tomar en cuenta que VTV no puede seguir siendo la única plataforma audiovisual en que descanse la inmensa carga informativa que genera día a día un gobierno como el del presidente Hugo Chávez, quien trabaja sin descanso. Más que cambios creo que hay que implementar más espacios, medios de comunicación, eficientes y de alcance nacional, en especial en áreas en donde hay debilidades (radio, medios regionales, Internet, etc), sumando además estrategias puntuales para contener la efervecencia de la ofensiva mediática extranjera. Buscar todos estos mecanismos y nuevos escenarios debería ser la tarea principal del Minci.

Me resta desearle feliz navidad y que siga adelante, porque con o sin el ministerio tenemos que combatir esa campaña mediática satanizada, cuyo tejido se hila en el norte y se ramifica rápidamente en los rincones más inesperados del país y del mundo.

La desventaja en los comicios del 2D, ya es pero no es pasado y aunque seguramente hay otros factores que influyeron en esos resultados pírricos, hay un comején principal: La campaña mediática contra el gobierno nacional y contra el presidente Hugo Chávez Frías, la que ha arreciado en estos días y ante la cual no podemos seguir siendo débiles en la ofensiva.

(*)Periodista

leonjudi@gmail.com



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Judith León(*)

Periodista e internacionalista.

 Leonjudith@gmail.com

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