¿Existe oposición en Venezuela?

La pregunta tendrá algunas respuestas automáticas. La naturaleza de este artículo está prendida de la necesidad de evitar que esta civilización siga accionando sobre respuestas cliché, que mantengamos el vicio de educar por reacción y generar modelados para nuestros descendientes y que éstos los conlleven a atender problemas fundamentales de manera vacua. Es pretenciosa nuestra intención pero vale para que -desde primeras iniciativas como estas, retomemos el objetivo de garantizar la supervivencia de nuestra especie.

¿Porqué el tema de la oposición y un país, Venezuela? Esto no tiene nada que ver con la actual comparsa de moda simplificada por la cesión de transmisiones de un emisor –referimos el cese de RCTV que como tal emisor tiene sus propios intereses y por tanto su propósito siempre será influir sobre otros para éstos accionen en su favor, cosa normal en cualquiera que quiera comunicarse. Tampoco pareciera tener que ver el título de este artículo con la supervivencia arriba aludida, sin embargo, iniciar de alguna parte, en dirección de profundizar sobre lo que acontece, bien vale la reflexión.

El tema político será nuestra excusa y la oposición -que siempre será confrontante ayudará; de hecho estamos entonces ante su presencia, falta ahora verificar la presencia de Venezuela, el país escenario para la profundización reflexiva ausente hasta ahora. Tomemos lo que vemos en nuestro territorio para avanzar; ahora ya tenemos el país, donde pasan ahora cosas. Comenzamos aquí a verificar la existencia de Venezuela, la que antes nos faltaba.

Esta sonando complejo el desarrollo de esta idea. Debe ser así, sino abandonemos el análisis y sigamos jugando a ser felices, líderes emergentes, civiles demócratas, libérrimos pensantes, pero de puro cascarón, sin que nos guste la complejidad y antes de admitir nuestra dificultad para racionalizar procesos, digamos que cosas como esta que ahora lee son pura paja (simplificación que acuñamos para evitarnos ir a donde no conocemos). La oposición y el país, ambos, ¿las conocemos por reflexión o sabemos lo que dicen quienes a usted lo influye? ¿Son pura paja la oposición y el país?

De tantas conclusiones, una por ahora: ¿sabemos del país? O ¿conocemos el país? ¿Vemos la oposición? o tal vez ¿vemos al régimen? Fijémonos que la primera conclusión son preguntas concatenadas. De momento vale entender que sí hay quienes tienen por tarea influir en nosotros, pero ¿influirán para que reflexionemos y nos demos cuenta de las vaciedades incontenidas a las que nos someten, a la usanza de frases comerciales y el viejo truco de la repetición como verdad? Esta es la oposición que se ve y se produce por estos lados, y estos lados son Venezuela, un pluricontexto inapreciado, subvalorado y escamoteado, ahora también por propios y extraños, es decir, por quienes quieren hacer cosas buenas y quienes no dejan.

¿Existe una oposición en Venezuela? Indeterminada es la respuesta, porque hasta ahora tenemos que a cualquiera que no le agrade lo que haga el otro, hace oposición y como esa es la enseñanza así se entiende. Dónde aprendimos eso: en Venezuela. Lo político dónde queda? Aún falta mucho para salir de simplificaciones y de estas interminables repeticiones autistas venidas en las 2 últimas décadas del XX y en la primera del XXI. ¿Quedará allí?.


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