Premio Mundial de Periodismo: Julian Assange

El Día Internacional del Periodista se conmemora el 08 de septiembre de 1943, en honor al periodista y escritor checoslovaco Julius Fucik, ejecutado por los nazis, fue miembro del Partido comunista de Checoslovaquia, fue un símbolo de la lucha contra el nazifascismo y tomado prisionero en 1942 mientras participaba en la resistencia contra la corrupción nazista. Hizo de la cárcel su trinchera para seguir combatiendo hasta el último momento. En América la celebración a los periodistas se varía según hechos ocurridos en los países de la región. En Venezuela se celebra el 27 de junio en conmemoración al primer periódico creado por Simón Bolívar en 1818, llamado "Correo del Orinoco", a solicitud del periodista y político Guillermo García Ponce en 1964, desde el Cuartel San Carlos donde se encontraba detenido por rebelión militar. Las luchas de los comunicadores sociales para llevar una información veraz, imparcial, con ética, responsable, compromiso humanista, sin palangrismo, es cada vez más difícil en este tiempo, máxime si se ejerce en un sistema neoliberal que ejerce presión sobre los medios, o a la inversa si éstos son los que tienen el poder para manipular la verdad. De ahí el dicho famoso "si tienes la información tienes el poder", porque la comunicación social es un proceso de día a día, cuyo fin de los grandes medios de comunicación mundial es bombardear la mente. Son parte de la "guerra psicológica", del empleo planificado de la propaganda y de la acción psíquica orientada a direccionar conductas, sin recurrir al uso de las armas. El objetivo es psicológico y social: el cerebro humano, bombardearlo, para controlar una sociedad y aniquilar su capacidad cerebral de decidir. Los bombardeos mediáticos no operan sobre la inteligencia humana, sino sobre su psicología: no manipulan su conciencia sino sus deseos y temores inconscientes, no quieren que el ser humano piense sino que consuma información.

Aunque la objetividad en el periodismo no existe, esta debe ser la supremacía, apegada a la honestidad, al equilibrio y a la verdad. Una democracia sin libertad de prensa deja de serlo, puede morir poco a poco; pero un periodismo que no defienda las libertades, la justicia y los derechos humanos, es un ejercicio vacío, violento por demás. El caso del periodista austríaco Julian Assange merece ser reconocido a nivel mundial por su valentía de defender los derechos humanos de los ciudadanos del mundo; por sus distintos trabajos de investigación, llevándose por delante al imperio más oprobioso de este planeta, por todos los vejámenes cometidos contra la humanidad, lo cual le valió el reconocimiento como Periodista por el Centre For Investigative Journalism, cuando en el año 2009 recibió el Premio Amnistía Internacional de los Medios Británicos, por exponer los asesinatos extrajudiciales en Kenya con la investigación de "El Llanto de la Sangre". Ha sido un prominente vocero de los medios de comunicación, desde su organización Wikileaks (WL, fundada en 2006), del cual todos sus integrantes, incluyéndolo a él como su fundador, trabajan como voluntarios para exponer los asesinatos del mundo. WL es una organización mediática internacional que brinda información delicada al público en general sobre guerras, movimientos políticos, documentos estatales, entre otros expedientes de carácter secreto. Assange no obtuvo un título universitario, pero es un programador y hacker profesional, desde antes de fundar WikiLeaks. Su astucia e inteligencia es tal que logró penetrar en la compañía telefónica canadiense Nortel. A través de WL, Assange reveló verdades sobre la guerra de Afganistán; publicó más de 90.000 documentos confidenciales del ejército estadounidense. Al final de una década de guerra, la oposición a la participación de EE.UU. en Irák y Afganistán se había extendido a sectores militares y civiles, se filtraron documentos y se alentó a los críticos a entregar informes que revelaban crímenes de guerra y número de víctimas en vidas humanas. JA fue receptor de cientos de miles de documentos provenientes de analistas militares, contratistas y funcionarios civiles disgustados por las mentiras de los medios de comunicación y de otras organizaciones que encubrieron estos crímenes de guerra, por eso los EE.UU. lo declaró "enemigo de la patria".

Los documentos de WL desacreditaron a las principales redes y a los grandes medios de comunicación al revelar éste informes de cómo los EE.UU. planearon, implementaron y fabricaron las guerras humanitarias para "salvar vidas en nombre de la democracia", a través de bombardeos, instalación de bases militares, amenazas y bloqueos. En abril de 2010 WL difundió un video en el que soldados gringos disparaban desde un helicóptero a civiles en Irak, en el año 2007; posteriormente quedó al descubierto, a través de 250 cables diplomáticos, la intercepción de los correos electrónicos, teléfonos y redes de varios líderes mundiales por parte de los Estados Unidos. Por esta razón, El Pentágono, la CIA, la presidencia y el congreso apelaron a varias acciones para silenciar a JA y a WL, acusándolo de espía ruso, de terrorista islámico y de palangrista, por ello se inició una campaña para arrestarlo e intimidar a otros periodistas, criminalizando la libertad de expresión. En este sentido, crean un falso positivo, emiten una orden de arresto por una supuesta violación ocurrida en Suecia, la cual quedó demostrada como una trampa del imperio cuando éste demostró su inocencia. Sin embargo, el destacado investigador huyó para salvar su vida refugiándose en la Embajada de Ecuador en el Reino Unido, donde después de siete años fue entregado por el traidor de Lenín Moreno, violando la constitución de su propio país. Hoy es un periodista preso y será extraditado a los EE.UU., por un acuerdo entre ambos países, donde pudiera ser condenado a cadena perpetua o a la pena de muerte. Ha sido casi una década en la que el imperio ha tratado de silenciar y eliminar a JA y a su equipo de WL, mediante cualquier tipo de métodos.

Los ciudadanos del mundo tenemos una deuda con Julian Assange por desnudar la verdad que disfrazó el imperio a causa de sus guerras y genocidios. Los pueblos del mundo, los movimientos obreros populares y estudiantiles, los periodistas del mundo que defienden la verdad con sus armas (su voz y laptop) —como ayer el Ché lo hiciera con su fúsil, o Julius Fucik con su pluma, para protestar lo injusto de las guerras—, debemos protestar esta detención que atenta contra la libertad de expresión y los DDHH. Podemos salvar a Julián Assange pidiendo desde hoy que se otorgue el "Premio Mundial de Periodismo Julián Assange" a los profesionales de esta área o que han llevado trabajos de investigación sobre estos aspectos, que han sido víctimas por mostrar información clasificada que atente contra la vulnerabilidad del ser humano, o que estén siendo perseguidos por denunciar o investigar crímenes de lesa humanidad, o que denuncien crisis económica-alimentaria provocada por el imperio, o Golpes de Estado a países democráticamente elegidos por pensar distintos, o violación a la privacidad. Sería un gran reto para los periodistas alcanzar el propósito de JA: lograr que toda la información que hay en la tierra sea de acceso público, para llevar la verdad. Pero más allá de ésta, revelar ante el mundo, desenmascarar los crímenes de lesa humanidad, de asesinatos que comete el imperio, en nombre de una supuesta democracia que nunca llega y, donde contradictoriamente, los grandes medios de comunicación social nunca denuncian haciéndose copartícipes de estos crímenes. Otorgar, luego, a JA el Premio Nobel de la Paz. Si le otorgaron éste al genocida de Obama, cuánto no más lo merece Assange, por denunciar los delitos, violaciones y asesinatos que ha cometido el imperio contra el mundo, con el fin de que cese la violencia y alcanzar la paz. El 27 de junio se conmemora en Venezuela, el Día del Periodista, fecha propicia para que los venezolanos iniciemos esta campaña en pro de la libertad, de la vida, de la causa de JA. Los medios de comunicación privados (nacionales e internacionales) poco se han pronunciado al respecto; su indiferencia nos mata, siguen abrazados a la involución informativa, a la alfombra roja de los Oscars, al matrimonio de Daniela Cabello, en fin. El gobierno nacional, a través de su ministerio de comunicación debe informar más sobre JA, de sus logros en el periodismo de investigación, cuyos trabajos fueron altamente reconocidos. La verdad nos hará libres, ocultarla nos lleva a la hipocresía, a la traición e ineptitud. Concluyo con una frase de JA: "Si la guerra se inicia con mentira, la Paz puede ser iniciada con la verdad".



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Esmeralda García Ramírez

Licenciada en Administración Articulista

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