Ecuador. El gobierno cuesta más de lo que aporta

Cuando en una sociedad un alto porcentaje de la población esta de acuerdo con el gobierno, los recursos disponibles son el mínimo vital asegurado para los gastos colectivos.

Los economistas ponen en guardia contra el error de considerar los bienes económicos como materiales, distinguen entre el punto de vista estático y el punto de vista dinámico, pero, resulta que, en principio no hay movimiento perpetuo en economía. No hay creación gratuita de riqueza, así como no hay creación gratuita de energía eléctrica. No hay disposiciones para ir más allá de las centrales hidroeléctricas cuando la sequía invade los Andes por los cambios climáticos.

No hay arreglos milagrosos para encaminar una sociedad que pueda por la sola virtud de su estructura, crear riqueza. Hay malas combinaciones que malgastan la energía revolucionaria del pueblo y no hay buenas que desde la asamblea o los ministerios o del mismo poder central lo suministren gratuitamente. Es uno de los signos del estado de atraso de la aplicación de la política en las ciencias humanas y es una de las llaves para comprender el error de muchas utopías e ideologías.

Creer que los inventores del movimiento perpetuo, desacreditados por la gestión administrativa puedan todavía ejercer un proceso revolucionario con prestigio en política y economía es un despropósito. El mínimo vital no esta asegurado, el valor de la canasta familiar con la sequía seguirá subiendo, y el sueldo básico no es sueldo, es una propina que no alcanza para nada, así, la gratuidad en la salud, educación, los bonos, no es nunca gratuita, el consumidor lo sabe bien, porque debe pagar los servicios prestados malos y caros.

Las estructuras públicas y las empresas poco productivas, con culpa o sin culpa, no hacen bien su trabajo político-económico, pesan sobre el progreso general. No se puede consumir como otros produciendo menos que los otros es, por definición, pedirles un mayor esfuerzo cuando se cree que es un deber social producir poco y mal, no puede ser revolución. Es tan ingenuo como creer que, es un deber social romper vidrios para hacer trabajar solo a los vidrieros

Los nuevos ministerios no bajan la taza de desempleo, la gente consume más de lo que ahorra, no hay inversión, no hay conciencia de cambio porque no hay un proceso, consumimos sin producir revolución. Y, no es solo el caso de producir rentabilidad económica, porque según una gran mayoría del pueblo, el gobierno cuesta más de lo que aporta.

Queda el criterio, también legitimo pero impreciso de la rentabilidad social, siempre a largo plazo a menudo inobservable, poco calculado en el orden, la seguridad, la vivienda, en el mejoramiento ideológico para que el conocimiento promueva un cambio de conciencia. Pocas inversiones en materia gris para una estrategia política adecuada con los apagones, la ley de comunicación y de educación.

Admitámoslo, la oposición, los medios de comunicación pesan en el balance de la población, hicieron su agosto con esas leyes y el racionamiento, vemos también la extrema facilidad para el abuso. Los valores e ideales de la revolución ciudadana se cambian con extrema facilidad por una retórica interesada, se los declara absolutos para la población porque no se puede estimar su rendimiento con relación a su costo. Algunas decisiones no tienen costo social ya que están alteradas por la corrupción y la indiferencia social que produce el burocratismo.

Hay un publico interesado, mejor dicho entretenido con el reporte de la comisión de Angostura o de la verdad que requiere 300000 mil dólares para sacar copias, o las leyes de comunicación y educación vehemente discutidos por asambleistas mal escogidos y por una bancada de Alianza País que actúa mas como partido político corrupto que, con la fuerza y moral de un movimiento que llevo a Correa a la presidencia con un 60% de aprobación y que hoy, gracias a sus continuos desajustes estratégicos en la política nacional y a los mismos errores presidenciales la aprobación de su gestión cae en picada.

Con el método de la revolución ciudadana, el mismo pueblo se multiplica reclamando la separación de esa cultura del estado. Lo mismo que ayer congelo a Napoleón y su gloria cuando la falta de inversión lo toco directamente.


rcpuma061@yahoo.com



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Raúl Crespo


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