Para consumo socialista

Realmente diez años no es nada para producir cambios económicos, políticos, sociales en la cultura. Chávez propago la revolución por todo el mundo y ya hay una geografía revolucionaria en América Latina, Irán y en Rusia otra vez. No podemos ya dejar de reconocer los resultados en Sudamérica. Hace 10 años Chávez lo dijo en palabras y lo revelo en actos.

Por la falta de modelos socialistas a la cultura latina, las palabras todavía encierran confusión, pero los logros hablan en voz alta y es más inequívoco que ese es el camino al socialismo que hay que construir con la práctica de la igualdad. Las crisis nos convencen que el “mundo libre” esta ante un serio problema de supervivencia global, así el nuevo hombre revolucionario se enfrenta al hombre libre, compitiendo por los sistemas que solucionen las crisis. El convencimiento y liderazgo de Chávez nos hizo ver de mejor manera lo irreconciliable de los dos sistemas y al hacerlo la lealtad y multiplicación de nuestros esfuerzos es fundamental para resolver los problemas que nos afectan directamente y los que por su inercia buscan arrastrarnos al barranco.

Amenazados por la siempre existente posibilidad de un holocausto nuclear, se construyen nuevos sistemas anti balísticos, misiles y se forman nuevos ejércitos. Para terminar con el hambre se idearon semillas transgénicas y nuevos monocultivos para acabar con la soberanía alimentaria y crear la seguridad alimenticia en la capacidad de compra de los países. Buscamos seguridad en la ciencia y la tecnología para ser autónomos y dependemos de la integración. Creamos mejor infraestructura sanitaria y salud para terminar con la insalubridad, cuando no todos tienen acceso al agua potable. En vista de tales hechos, el camino mas seguro para un pueblo revolucionario es conseguir una perspectiva sobre lo que no puede cambiar en la política social a causa de lo que no cambia en la concepción del mundo revolucionario, y no siendo esclavos de Marx o de Lenin, hombres que iniciaron hace mas de 100 años revoluciones que empiezan otra vez y ninguna parte del mundo queda fuera de la lucha que su ejemplo impuso a la humanidad, porque la acción revolucionaria es ya una verdadera opción política por el poder trasmitido al pueblo. Decisión que se transforma en una acción estratégica que tiene lugar en un mundo globalizado dividido en unidades energéticas.

La practica de Chávez con su diplomacia humanista, es un intento de conseguir los frutos de la guerra pero sin los riesgos de la guerra. Intento por rehacer el mapa de América Latina como un bloque económico y político, dejan al hemisferio abierto a las inversiones amistosas. Es una geoestrategia en donde se unen la ideología y la geografía económica para convertir a las naciones del sur en un campo de maniobras ideológicas, cortando otra vez al mundo en dos, pero esta vez desde el continente mas rebelde y desigual del planeta. Los latinos tomaron la posta revolucionaria sin el comunismo, transferencia expresada innumerables veces por el pueblo desde las urnas. Periodo clave en la historia con la misma teoría de los dos campos de Zhdanov quien manifestó allá por 1946: que el mundo ya se dividió en un campo imperialista dirigido por los Estados Unidos y en el otro campo las naciones del sur. Nuevo fortalecimiento ideológico socialista en un mundo con los mismos dos sistemas sostenidos desde la segunda guerra mundial, donde el capitalismo continua agonizando en el un campo, mientras en el otro lado Venezuela, Irán, con Rusia, con vitalidad renovada por las alianzas impulsada por la creciente ideología revolucionaria enfrentan al nuevo capitalismo del G7 mas China.

Chávez lucha contra el capitalismo y el imperialismo aplicando la coexistencia pacifica, ejemplo dado con el satélite norteamericano en Sur América, Colombia, pero considerando que la coexistencia pacifica no puede ser eterna, uno a de morir políticamente hablando y no será el socialismo de Chávez autorizado por su pueblo ha continuar liderando el proceso, a no ser, que la continuidad de Chávez reviva el plan Colombia con Obama y Uribe. De todas maneras lo que si es cierto, es que la revolución empujara al precipicio al capitalismo en Venezuela, para liberar a la patria grande. Inconclusa revolución de Bolívar, ahora en manos de su mejor coronel, Chávez.

Washington esperaba que Venezuela con la fuerte base social construida por el petróleo, se interesara más en la práctica del orden establecido que en la expansión de la revolución. Lo que pasa es que la obstinación en los dos campos se fortalecen mutuamente y el pueblo empieza a sentirse mas seguro por el futuro del proceso y con mas confianza en si mismos. Los hechos permiten visualizar esa esperanza. Ya el pueblo venezolano no desea abandonar la revolución, y aunque no fue un proyecto suyo, todavía el pueblo venezolano no practica el socialismo, lo hace Chávez, se destaca ese hecho, y ninguno de los dos muestran debilidad, desilusión, están estimulados por una sensación de éxito, por la agrupación de naciones en revolución para el avance hacia nuevas victorias.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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