En la ONU, derechas, izquierdas, bailaron pegado con el fascismo ucraniano

Muchos políticos y gobernantes mundiales, no quieren ver las masacres provocadas por el ejército ucraniano y los batallones fascistas Azov y Praivi Sector a las poblaciones civiles del Sudeste ucraniano.

Es conocido por todos que, después del golpe de Estado de 2014, el ejército ucraniano y los batallones fascistas han provocado la matanza de más de 14,000 habitantes civiles de Járkov, Luganks, Donetsk, Zaporiyia, Jersón, Odesa y sabotajes a Crimea. Y que, estas matanzas, bombardeos y persecución en las zonas civiles, es la respuesta que el gobierno ucraniano golpista está dando a las provincias referidas por rechazar a dicho gobierno y sus políticas de marginación racial, cultural y asesinas aplicadas durante 8 años por los presidentes Poroshenko, Zelenski y sus aliados.

Los oblats del sureste ucraniano referidos, para defenderse y salvarse de las matanzas y bombardeos de la Otan y los fascistas, decidieron independizarse y ser parte de la Federación Rusa.

El mecanismo usado fue el "referéndum." Primero se independizó Crimea, 8 años después, a finales de febrero de 2022, Donetsk y Luganks, se independizaron como Repúblicas Populares de Donetsk y Luganks (RPD y RPL, respectivamente).

Rusia reconoció a ambas repúblicas y respondió a la ayuda solicitada de defensa ante la guerra que la Otan, el gobierno ucraniano y los batallones fascistas libraban contra estas regiones, durante 8 años.

El 24 de febrero de 2022, el presidente Putin declaró que reconocía el estatus de soberanía de tales repúblicas y que, en respuesta a la solicitud oficial de ayuda de tales repúblicas, iniciaba una operación militar especial de desmilitarización, desnazificación y de protección a las repúblicas en mención, según el Derecho Internacional y la Carta de la ONU.

Con la llegada de las fuerzas armadas rusas orientadas a cumplir tales objeticos, se cambió el sentido de la guerra. La confrontación se fue emparejando, complicando y evolucionó con muchos avances para la zona Sureste del país. De manera tal que, para fortalecer su independencia las repúblicas Donetsk, Luganks y, las provincias de Jersón y Zaporiyia impulsaron los referéndums.

Procesos electorales que, bajo las circunstancias de la complicación militar de la zona, se convirtieron en procesos políticos donde se decidiría la independencia y adhesión a la Federación Rusa. Las votaciones se llevaron a cabo, aun bajo metralla y bombardeos. Los resultados favorecieron en un 86% y 98% a la independencia e incorporación a Rusia.

Washington, la Otan, la UE y Ucrania, inmediatamente desconocieron los resultados; días después, el secretario general de la ONU, no solamente los desconoció, sino también, condenó a Rusia por la adhesión. Así, Guterres se apartó de la Carta de la ONU e hizo caso omiso del Derecho Internacional, que respalda tal decisión de los pueblos, cuando son agredidos por el propio ejército de su país y son violados sus derechos.

En una dimensión local, es indignante para cualquier observador ver y escuchar al presidente Porochenko y diputadas y diputados del parlamento ucraniano expresarse públicamente, en referencia a la niñes ucraniana y a los niños del Donbass, diciendo: ustedes (los niños ucranianos) tendrán jardines de infancia y escuelas, ellos (los niños del Donbáss) NO. De la misma manera amplió, Ustedes tendrán libertad y diversiones. Ellos vivirán en los sótanos sin escuelas y sin comida. Una diputada, expresó odiosamente: regaremos las calles con sangre de rusos y de los que están con los rusos.

Un diputado expresó que, asesinar a los niños del Donbáss era de importancia preventiva, porque así se arrancaba de raíz y se destruía la semilla rusa.

Días posteriores, Washington llevó al Consejo de Seguridad de la ONU, la declaración oficial estadounidense de rechazo a los referéndums y de condena a Rusia por la adhesión. Sin destacar el envío de los 14,000 millones de dólares y decenas de miles de toneladas en armas enviados por Washington a Ucrania y los 9,000 millones de euros y otro tanto menor en armas enviados por la UE a Ucrania, para combatir al Donbáss, Jersón y Zaporiyia.

El problema internacional fue, que en el Consejo de Seguridad, China y Rusia vetaron tal pronunciamiento. Ante esto, Washington y sus aliados llevaron dicho documento, a una reunión urgente de la Asamblea General de la ONU, fue expuesto por la representante estadounidense en una narrativa rusofóbica. Allí, Washington y sus aliados, con su estilo diplomático de amenazas y sanciones lograron alinear a los "no alineados" y unir gobiernos de derecha, progresistas e izquierdistas de América Latina y el Caribe, para ponerlos en la votación, a favor de dicha declaración, que rechaza los referéndums y condena a Rusia.

A favor de la posición norteamericana respaldada por el secretario general de la ONU votaron los gobiernos latinoamericanos siguientes: México, Brasil, Argentina, Guatemala, Belice, Costa Rica, Panamá, Colombia, Chile, Ecuador, Perú, Uruguay, Paraguay y casi todos los gobiernos del Caribe. Todos estos países se posicionaron internacionalmente a favor del fascismo, cuyo núcleo contemporáneo está en Ucrania, y con profundo respaldo de Washington y la Otan. Ese fascismo, se renueva constantemente y se expande por el mundo, mientras haya políticos, como los que votaron a favor.

Se abstuvieron Honduras y Cuba. El Salvador y Venezuela no votaron y la valiente Nicaragua votó en contra de tal resolución ruso fóbica y fascista.

En relación a la efectividad cuestionable de los resultados, está el caso cubano. Aunque Cuba ha ganado 10 años seguidos, la condena y la suspensión del bloqueo criminal de Estados Unidos a la isla. Durante esa década, solo Estados Unidos e Israel votan en contra. Tales resoluciones, en la práctica no son vinculantes, así que se quedan en el papel.

Sin embargo, en las circunstancias políticas internacionales actuales, los resultados de la resolución anti rusa referida, cobra importancia transcendental ya que muestra que el 20% de los países con mayor población mundial como China, India, Sud África y muchos países africanos, más Pakistán, Mongolia, algunos del sudeste asiático y todo el Asia Central con Irán, se abstuvieron. Y esto significa que, en la toma de posición internacional respecto al conflicto en ucrania, ya hay una división en la ONU, echemos un vistazo:

Por un lado, están los países que por diferentes causas se mueven en la órbita de Estados Unidos y sus aliados. Parece que estos, con ese posicionamiento externo, están bailando pegado, con el neo fascismo.

Y, en el otro sitio se encuentran, los que buscan independencia, soberanía y relaciones multipolares, no atados a ningún hegemonismo.

Como ha sostenido el representante permanente de Rusia en la ONU, Vasili Nebienzia: "la ONU se ha polarizado, llena de cinismo y confrontación, y presionando contra Rusia…es un paso más a la división de la ONU."

De todo esto podemos concluir que, si la ONU sigue siendo el instrumento manipulado por Estados Unidos, el organismo pierde credibilidad de mediador en cualquier conflicto; dado que, la coalición occidental que en la ONU se opone a Moscú, es la misma que lleva amarrados a la guerra contra Rusia, la amenaza mundial de un conflicto nuclear y la intimidación a los países que se salgan de su hegemonismo, con implantarles, ya no revoluciones de colores, que le sirvieron a Bolton, para cambiar regímenes no congruentes con el hegemonismo norteamericano, sino, batallones fascistas, de los que promueven y alientan en Ucrania, como Azov y Praivi Sector.

En concreto, Estados Unidos y sus aliados disfrazados con la apología al nacionalismo y amor a la patria de Zelenski, y dar apoyo amistoso a Taiwán, están dando pasos peligrosos contra Rusia y China, chantajeando con la amenaza del conflicto nuclear y trabajando sin descansar su nuevo método para derrocar gobiernos y arruinar movimientos independentistas, que consiste en la expansión mundial del fascismo. Lo cual se expresa en una narrativa estadounidense sin responsabilidad por el futuro del mundo. Lo toman casi a broma. Veamos:

Un ex funcionario de la Casa Blanca reveló a The Washington Post, que Biden advirtió a su par ucraniano que le sería difícil solicitar más y más dinero al Congreso para apoyar al país europeo si Zelenski se mostraba mal agradecido y reiteraba el discurso de que la ayuda económica no es suficiente.

La revista The American Concervative: Zelenski nos está llevando al borde nuclear…no debemos permitir que ese patriota ucraniano nos lleve de la nariz al borde de la guerra nuclear."

También, hay un video francés de amor donde Zelenski solicita a Macrón, una lista de armas pesadas y anti aéreas. ¡BIENVENUE!



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Memo Fernández


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