Diablo mundo, ¿Cómo no está concluida la construcción de nuestra sociedad?

"Chile y Argentina están dirigidos por políticos que se definen a sí mismos como contrarios a los experimentos hechos en sus países por la Escuela de Chicago, a pesar de que sigue siendo objeto de intenso debate hasta qué punto son capaces de ofrecer una alternativa auténtica. Simbólicamente, sin embargo, se trata de una victoria. Michelle Bachelet, fue una de las miles de víctimas del reinado del terror de Pinochet. En 1975 ella y su madre fueron encarceladas y torturadas en Villa Grimaldi, conocida por sus cubículos de aislamiento de madera, tan pequeños que los prisioneros tenían que estar en cuclillas. Su padre, un oficial del ejército, se negó a participar en el golpe y fue asesinado por los hombres de Pinochet".

Nuestramerica están retomando el proyecto que fue brutalmente interrumpido hace tantos años. Muchas de las políticas que plantean nos resultan familiares: nacionalización de sectores clave de la economía, reforma agraria, grandes inversiones en educación, alfabetización y sanidad. No son ideas revolucionarias, pero en su visión sin complejos de un gobierno que quiere ayudar a alcanzar la igualdad son ciertamente una refutación de la afirmación que Friedman hizo en 1975 a Pinochet respecto a que "el principal error, en mi opinión, fue creer que era posible hacer el bien con el dinero de otros".

Los líderes de Nuestramerica están también mejorando la preparación para el tipo de shocks que proceden de la volatilidad del mercado. Una de las fuerzas más desestabilizadoras de las últimas décadas ha sido la rapidez con la que el capital puede hacer las maletas y marcharse, o cómo un súbito descenso en el precio de los productos del campo puede devastar a todo el sector agrario. Pero en buena parte de Nuestramerica shocks ya se han producido, dejando tras de sí barrios industriales desiertos y grandes franjas de tierras de cultivo abandonadas. Así pues, la labor de la nueva izquierda de la región consiste en tomar los detritos de la globalización y hacer que vuelvan a funcionar. En Brasil, el fenómeno se observa con claridad en el millón y medio de granjeros del Movimiento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST), que han formado cientos de cooperativas para reivindicar tierras no utilizadas.

Argentina, el fenómeno tiene su principal exponente en el movimiento de las "empresas recuperadas", doscientos negocios en bancarrota que han sido resucitados por sus trabajadores, que los han convertido en cooperativas dirigidas democráticamente. El las cooperativas no existe el temor de enfrentarse a un shock por la repentina huida de los inversores extranjeros, porque los inversores hace tiempo que se marcharon. En cierta forma, estos experimentos de recuperación son una operación de reconstrucción tras el desastre, una reconstrucción después del desastre a cámara lenta que supuso el neoliberalismo. En agudo contraste con el modelo que ofrece el complejo del capitalismo del desastre en Irak, Afganistán y la Costa del Golfo, los líderes de los proyectos de reconstrucción de Nuestramerica son las mismas personas afectadas por la devastación. Y, sorprendentemente, sus soluciones espontaneas se parecen mucho a la tercera vía real que había sido quitada de en medio a base de shocks por la campaña de la Escuela de Chicago en todo el mundo: se trata de una democracia de la vida diaria.

Cuando un país se enfrenta a un problema económico, esta mayor integración implica que no es necesario que recurra al FMI o al Tesoro de Estados Unidos para que paguen sus deudas. Es una suerte, porque la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos deja muy claro que, para Washington, la doctrina del shock sigue muy viva: "Si se produce una crisis, la respuesta del FFMI debe reforzar el hecho de que cada país es responsable de sus elecciones económicas", afirma el documento. "Un FMI con un nuevo enfoque reforzará las instituciones y la disciplina del mercado en lo relativo a las decisiones económicas." Este tipo de "disciplina de mercado" sólo puede aplicarse si los gobiernos van a Washington a pedir ayuda. Como Stanley Fischer explicó durante la crisis financiera, el FMI sólo puede ayudar si se le pide ayuda, "espero cuando un país se queda sin dólares, no tiene muchos lugares a los que acudir".

—Los líderes de Nuestramerica también están tomando medidas muy audaces para impedir golpes de Estado apoyados por Estados Unidos que tratarán de arrebatarles lo que habían ganado en las urnas.

¡La Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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