Qué hay detrás de esta guerra, y qué papel jugará Venezuela…

  1. El tablero geopolítico mundial está harto inestable para tratar en él de manera clara y certera la gran tragedia que se avecina. Por más cuñas que se le metan no se ve en este momento que tal tablero pueda equilibrarse. Venezuela mueve sus piezas: la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez y el canciller Félix Plasencia se reunieron ayer jueves con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en Turquía. ¿Qué papel juega Colombia en todo este entramado geoestratégico, allí al lado de nuestro territorio y además con nueve bases militares? ¿Cómo meter a la OTAN en América Latina? Son muchas las piezas en este escabroso entramado. Se insiste desde Washington: ¿Se incorpora o no a Colombia en la OTAN, como se pensó hacer con Ucrania? Venezuela tendrá profundas razones para rechazar esa tremenda amenaza, y de eso sin duda que se está hablando con Sergei Lavrov. EE UU realmente no sabe qué hacer con ese peón de ex virrenato de la Nueva Granada, un guiñapo asesino bañado en sangre y en cocaína de pie a cabeza.
  2. En el tablero también habría que colocar a Cuba, pero de eso no se habló. Todo el problema de momento es el petrolero, y EE UU además de pedirnos petróleo nos quiere exigir que se renueve en diálogo en México. Puñalada trapera como la que le lanzaron a Gadafi. Se les ha hablado que liberen a Alex Saab, y las piezas se siguen moviendo con inestabilidad total en el fulano tablero. En esas piezas la liberación de los dos estadounidenses presos por canallas, terroristas y ladrones, ha sido un paso que hasta ahora no ha tenido respuesta por la contraparte, a menos que se esté cocinando. EE UU es muy bien conocido por no cumplir su palabra y darle patada a las mesas de negociaciones cuando les da la gana.
  3. ¿Podrían ustedes imaginarse una delegación del alto rango del Presidente Estados Unidos, viajando a Haití para tratar un problema geoestratégico global? Pues, se trata de algo elemental: los grandes capitalistas están entrando en un foso económico abismal con las sanciones que le han impuesto a Rusia y necesitan el petróleo que lo tiene en grandes cantidades un país condenado por sus propias leyes bloqueadoras y sancionatorias. Estados Unidos podría invadir a este díscolo país y tomar todas sus instalaciones petroleras, pero hay un pequeño problema: este país no es Panamá y sus fuerzas armadas están según ellos "infectadas o alocadas" por las "malditas correrías" del espíritu de un hombre, que llevó sus ideales de unidad continental y de grandeza por toda Suramérica. Y esto llevaría a un coste humano, económico y político que podría incendiar medio continente, y que de momento no están en condiciones de asumir. El imperio norteamericano también piensa en Irán para resolver su grave crisis energética y la de sus amigos, pero este es otro país que ha recibido una buena y criminal dosis de sanciones por su parte.
  4. Ante todo, los hechos de la guerra en Ucrania, ponen en relieve que Estados Unidos ya no es quien solamente cuenta con la potestad para invadir a quien le venga en gana. Que ha aparecido alguien quien sin su permiso asume el gran riesgo de imponer su verdad. El desafió de esta invasión no lo está haciendo Irak contra Kuwait en 1990, lo hace una SÚPER POTENCIA con armas nucleares y un poderoso sistema bélico bien equipado por aire tierra y mar. El deslinde es total, y Rusia ha tomado la iniciativa, lo que no se esperaba Occidente. Queda sin ambages, absolutamente claro, que Putin está decidido llevar esta confrontación hasta el final, con todas sus consecuencias, es decir, plantarles cara a sus enemigos y enfrentarles en el terreno militar que ellos quieran.
  5. No olvidemos que EE UU y las potencias europeas sólo se enfrascan en guerra contra países débiles o desarmados. La Guerra del Golfo fue la mayor pantomima bélica del siglo XX, como también lo fueron por parte de EE UU aquellas invasiones a Guatemala, República Dominicana, Panamá, Grenada, Haití, Afganistán, Libia o Siria.
  6. Las consecuencias inmediatas de las sanciones económicas contra Rusia se traducirán en peligrosas penurias para los pueblos de Occidente. Provocarán éstas terribles inestabilidades políticas, con grandes estallidos sociales, que se harán incontrolables.
  7. Siendo así la situación, y viendo EE UU que su sobrevivencia como súper potencia podría quedar seriamente golpeada, se verá obligada a entrar en la contienda, y allí su rival más peligroso será China, con las consecuencias de que el planeta todo se verá envuelto en una GUERRA MUNDIAL. ¡Ser o no ser la rata que se ha sido siempre!, será su gran dilema.
  8. De desatarse tal GUERRA, todo el poder imperial de EE UU y Europa quedará descontrolado, con sus centrales nucleares, sus grandes ciudades e industrias confundidas con las chatarras de los escombros: cero turismo, cero producción de alimentos, cero producción industrial y millones que trataran de correr otra vez hacia Asia, África o América Latina.
  9. Todo este cuadro nos muestra pues que se avizora una reestructuración total del sistema político global, un vuelco en los valores, en los dominios económicos, en el propio pensamiento dominante monopolizado por Occidente. Sobre todo, va a volar en mil pedazos el sistema de las Naciones Unidas, y lo que suele llamarse DEMOCRACIA en Occidente, protectorados dictatoriales, represivos y criminales que actúan con el aval y apoyo de Estados Unidos y las potencias europeas, el caso más aberrante el narco-gobierno COLOMBIANO.
  10. Lo cierto es que Venezuela está por su destino de país noble, valiente y con un grandioso pasado, a jugar un papel en este nuevo cruce histórico de fuego y de luchas globales. Todo el planeta tiene también sus ojos puestos en nosotros, y se acepta que EE UU nos trate en base a "intereses convergentes", pues para Occidente representaría un alivio económico, eso es todo. La capacidad productora petrolera nuestra está muy mermada como consecuencia de las sanciones norteamericanas, pero el país cuenta con enormes reservas y una capacidad instalada que en poco tiempo podría ponerse a trabajar a millón. Habla Occidente, que si "fructificaran las iniciativas diplomáticas, tanto con Irán como con Venezuela, no equivaldría a su realineación estratégica. Pero sí supondrían un cambio importante que abriría un nuevo escenario".


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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