El capítulo VI de “El Capital” (I)

¿De qué manera intervienen los diferentes factores en el proceso de trabajo?

Los diversos factores que entran en el proceso de trabajo no intervienen todos por igual en la formación del valor del producto.

¿De qué manera interviene el obrero en el proceso de trabajo?

El obrero añade nuevo valor al objeto sobre el que recae el trabajo, incorporándole una determinada cantidad de trabajo, cualesquiera que sean el contenido concreto, el fin y el carácter técnico de este trabajo.

De otra parte, los valores de los medios de producción absorbidos reaparecen en el producto como partes integrantes de su valor; así, por ejemplo, los valores del algodón y los husos reaparecen en el valor del hilo. Por tanto, el valor de los medios de producción se conserva al transferirse al producto. Esta transferencia se opera al transformarse los medios de producción en producto, es decir, durante el proceso de trabajo. Se opera por medio del trabajo. Pero ¿cómo?

El obrero no realiza un trabajo doble al mismo tiempo, de una parte para añadir valor al algodón por medio de su trabajo y de otra parte para conservar su valor anterior, o lo que es lo mismo, para transferir al producto, al hilo, el valor del algodón que fabrica y de los husos con los que lo elabora. Lo que hace es conservar el valor anterior por la simple adición de un trabajo nuevo. Pero, como la adición de nuevo valor al objeto sobre el que trabaja y la conservación de los valores anteriores en el producto, son dos resultados perfectamente distintos que el obrero crea en el mismo tiempo, aunque sólo trabaje una vez durante él, es evidente que este doble resultado sólo puede explicarse por el doble carácter del trabajo mismo. Durante el mismo tiempo, el trabajo, considerado en uno de sus aspectos, crea valor, a la par que, considerado en el otro aspecto conserva o transfiere un valor ya creado.

Ahora bien, ¿cómo incorpora el obrero tiempo de trabajo, y por tanto valor? Siempre única y exclusivamente bajo la forma de su trabajo productivo peculiar. El hilandero sólo incorpora tiempo de trabajo hilando, el tejedor tejiendo, el herrero forjando. Esta forma apta para un fin en que el obrero incorpora a una materia trabajo en general, y por tanto nuevo valor, el hilar, el tejer, el forjar, convierte a los medios de producción, el algodón y los husos, el hilo y el telar, el hierro y el yunque, en elementos integrantes de un producto, de un nuevo valor de uso. La forma anterior de su valor de uso desaparece, pero es para incorporarse a una nueva forma de valor de uso. Y al analizar el proceso de creación de valor, veíamos que siempre que un valor de uso se consume racionalmente para producir un nuevo valor de uso, el tiempo de trabajo necesario es, por tanto, un tiempo de trabajo transferido de los medios de producción desgastados al nuevo producto. Por tanto, el obrero no conserva los valores de los medios de producción desgastados, o lo que es lo mismo, no los transfiere como elementos de valor al producto, incorporándoles trabajo abstracto, sino por el carácter útil concreto, por la forma específica productiva del trabajo que incorpora. Es su trabajo productivo racional, el hilar, el tejer, el forjar, el que con su simple contacto hace resucitar a los medios de producción de entre los muertos, les infunde vida como factores del proceso de trabajo y los combina, hasta formar con ellos productos.


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Nicolás Urdaneta Núñez


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