Haciendo uso de la metodología marxista: La crítica social dialéctica

Dependencia e independencia: Un dúo capitalista

Marx no solía hablar de sí mismo como filósofo, historiador o economista –pese a ser todo eso a la vez- sino como crítico de la sociedad y, por tanto, el método de investigación marxista es la crítica social dialéctica que en este artículo utilizamos para tratar el tema de la dependencia e independencia como uno de los tantos estados que marcan el antinatural carácter dual del capitalismo.

Como toda sociedad apodada polarizante y polarizada por su esencia clasista, el capitalismo está necesariamente signado por el dúo constituido por la dependencia a la que están sometidos los componentes del entorno ambiental, las individualidades y los grupos humanos y por la independencia del capital, en virtud de que dependientes son aquellos entes imposibilitados de valerse por sí mismos, como si tuvieran un grado elevado de discapacidad y disfuncionalidad que les obliga al concurso, a la intervención, a la ayuda, al soporte y al auxilio del capital. Dependencia ésta que resulta de la extrema fragmentación de las funciones ejercidas por las personas en el proceso de producción, distribución y consumo de bienes y servicios en aras de maximizar la explotación humana y ambiental que permite la acumulación y la concentración de riqueza que le garantiza al capital la obligatoriedad de su concurso, de su ayuda, del soporte y del auxilio a dichos entes dependientes, adquiriendo así las cualidades correspondientes a los sujetos independientes.

Esto que hemos expuesto en el párrafo anterior se refiere al escenario endógeno de los países capitalistas y, por tanto, se hace necesario abordar el exógeno terreno geopolítico en el cual se entiende la independencia como el estado de un país que no está sometido a la autoridad de otro. Como concepto geopolítico esta condición apareció con la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 en respuesta al colonialismo europeo, se extendió en la Guerra de Independencia de nuestra América con las declaraciones de independencia de los países latinoamericanos sometidos al saqueo del Imperio español y más adelante se relacionó estrechamente con el principio de no intervención y el derecho de autodeterminación de los pueblos.

El flujo de riquezas desde los países capitalistas subdesarrollados hacia sus símiles desarrollados es un hecho irrefutable que le confisca la veracidad de los talantes dependiente e independiente que, respectivamente se le endilgan a los mencionados países, ya que los mayores niveles de desarrollo de los países capitalistas dependen significativamente del intercambio desigual que éstos sostienen con sus símiles menos desarrollados. En consecuencia, es válida la afirmación según la cual el devenir histórico del capitalismo mundial nos rubrica otro hecho irrefutable: la omnipresencia de la condición dependiente que sufren las individualidades humanas y los recursos ambientales con respecto al capital, en virtud de que son sometidos sus destinos a la inclemente autoridad de un capital que, al no tomar en cuenta los daños causados a los factores humano y ambiental en los cuales se sustenta, asume la transitoria misión preponderantemente independiente estipulada por el natural devenir histórico de la sociedad, durante el lapso temporal de la etapa capitalista.


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Nicolás Urdaneta Núñez


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