El ausente

Estamos en medio de una ofensiva imperial de alta factura. Atrás quedaron las bravatas y estupideces de Bush, se trata ahora de una maniobra estratégica que resume todo el conocimiento en subversión que el imperio ha acumulado en siglos de arbitrariedades en el mundo, aquí contra nosotros aplican lo que saben, y ensayan nuevas técnicas.

Estamos en medio de una guerra sutil, pero peligrosísima, requiere de nuestra más acabada inteligencia para enfrentarla. Veamos.

Uno de su principales objetivos es desmovilizar a la base chavista, ellos saben que revolución que no moviliza, es estanca y se muere.

La revolución se hace, los revolucionarios aprenden en el movimiento común, juntos luchando por objetivos altruistas, es allí en la acción conjunta, en la movilización, que se fraguan Revoluciones y Revolucionarios.

Para desmovilizarnos usan varias armas, la deformación mediática es una de las más importantes, desprestigian dirigentes, siembran rumores, se cuelan en nuestras debilidades y vanidades.

Estimulan egoísmos, aúpan teorías aislacionistas, que no integran a la sociedad. Se apoyan en extravíos de la revolución. Saben lo que quieren, su objetivo es un pueblo espectador y no actuante.

En contraste, y que nadie se engañe, los oligarcas no necesitan movilizar a su base, allí el objetivo es otro y de signo contrario, se realiza en lo individual que es donde se estimula el egoísmo, el miedo que es la base de su poder.

A ellos les basta con elevar el odio a niveles de disociación, de esquizofrenia, para tener una base social capaz de aceptarlo todo con tal de salir de Chávez y de la Revolución. Una base social que perdió cualquier referencia ética, es un mecanismo similar al que lleva a pueblos a aceptar genocidios o los crímenes más repugnantes.

Los oligarcas, debemos reconocerlo, han avanzado en sus propósitos, el resultado está a la vista: tienen una base completamente disociada, incapaz de cualquier razonamiento, sólo se saciará con la sangre de patriotas, con la salida de Chávez.

Y han conseguido que el pueblo chavista sea cada vez más espectador que actuante.
La Revolución avanza en lo económico: socializa tierras y fábricas, protege el empleo, mantiene las asistencias sociales, mantiene un ambiente de libertad como nunca se vivió en este país, recupera puertos y aeropuertos.

No pasa un día sin que el gobierno tome acciones a favor de la sociedad. Sin embargo, son pasos en solitario. El pueblo chavista, el pueblo organizado no participa, y ni se entera, no se moviliza.

Esta situación es de grave peligro, es urgente que se corrija. Las acciones de la Revolución deben tener como objetivo importante preparar a la gente para la movilización, esa debe ser una medida del éxito.

Los Consejos Comunales, Las Mesas Técnicas, Los Partidos, Los Sindicatos, deben ser, antes que todo, agentes de movilización.

Una acción, una estructura organizativa que no moviliza, que no acompaña las acciones revolucionarias debe ser revisada, no está cumpliendo su papel “el papel de los revolucionarios es hacer la revolución y defenderla”.

¡Socialismo es Movilización!

¡Chávez es Socialismo!

an tonioaponte2000@gmail.com


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Antonio Aponte

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