El falso dilema de la candidatura a la Gobernación de Bolívar

“El dilema (dis = dos veces + lemma = ganancia = doble ganancia), es un silogismo hipotético en que la premisa mayor es una proposición disyuntiva, y la menor son dos condicionales, a través de las cuales, de las dos partes de la disyuntiva se deduce la misma conclusión. En consecuencia, el adversario dialéctico, atacado con este silogismo, quedará vencido por ambas partes de la disyunción”. “en la expresión corriente se da el nombre de dilema a lo que realmente es una disyuntiva. … el dilema no ofrece alternativa mientras que la disyuntiva, si… En el dilema… ambas “salidas” de la disyuntiva son inaceptables; y en caso de tener que optar necesariamente por una, ambas son igualmente perjudiciales para el sujeto. …casarse o no casarse es una disyuntiva, porque en ambos estados hay aspectos aceptables. Pero en un parto en el que debe morir la madre o el hijo es un gran dilema, sobre todo si median convicciones morales. (Lógica y Critica del Discurso. Pompeyo Ramis).

Aunque no lo cita en su texto, oí referir al autor que uno de los más famosos dilemas es el del canto de las sirenas, del Canto XII de la Odisea. Si Ulises escucha el canto de las sirenas estará perdido ya que estas hechizan a todo mortal que las oiga y se estrellará irremisiblemente contra las rocas donde está un montón de osamentas de hombres y de pieles en putrefacción; si no lo escucha entonces perderá el gozo de oír la voz de las Sirenas, que mortal alguno puede imaginar. En ambos casos está perdido.

La Diosa Circe se le aparece a Ulises y le dice que tape las orejas de sus compañeros con cera blanda, para evitar que alguno las oiga, ordenándoles previamente que lo aten fuertemente con cuerdas, de pie y a lo largo del mástil a fin de que permanezca inmóvil, instruyéndolos que si les suplica o los manda que lo desaten, entonces, por el contrario, que doblen las amarras. Así Ulises oye el canto de las sirenas sin estrellarse contra las rocas.
En el Banquete de los Siete Sabios de Plutarco, Niloxenos trae a Bías una carta de Amasis, rey de Egipto, en la que lee: “El rey de los etíopes hace conmigo un concurso de sabiduría. …proponerme un problema absurdo y aterrador al exhortarme a beber toda el agua del mar. Si salgo triunfante…, me entregará muchas de sus aldeas y ciudades. En caso contrario, le cederé la región de Elefantina”. Si toma toda el agua del mar, Amasis reventara, si no la toma perderá parte de su reino. No hay manera de salir vencedor. Bías responde “que Amasis diga al etiope que detenga el curso de los ríos que desembocan en el mar, hasta que él se beba toda el agua que en el momento presente tiene el mismo, ya que el problema propuesto se refiere al mar tal como está ahora y no el que se formará en el futuro”. Amasis no tiene que beberse ni una gota de agua, conserva sus territorios y gana otros.

Aunque en el canto épico de Homero, la solución del dilema la da una diosa y en el de Plutarco, lo resuelve un sabio, con lo cual podría concluirse que la solución de los dilemas requiere de dioses o de sabios, en verdad, son los hombres los que pueden y deben resolver los dilemas de su existencia. Al fin y al cabo, la Diosa Circe es una creación de la imaginación de un hombre, y Bías, con todo sabio, un mortal también.

Esta precisión y los ejemplos citados son a propósito de la candidatura del sr. Rangel a la Gobernación del Estado Bolívar, porque se está planteando una proposición: Hay que votar por Rangel Gómez, si no se le estaría entregando la gobernación a la oposición.

Planteado así, la cuestión parece un dilema. Si Rangel Gómez gana las elecciones, el proyecto revolucionario pierde porque él está vinculado a la llamada derecha endógena, si gana la oposición, es la derecha exógena se apodera de la gobernación. Ambas “salidas” son inaceptables. En ambos supuestos, el proceso revolucionario peligra.

Sin embargo, se pretende inculcar la noción de que no queda otro camino que obedecer a la disciplina, mantener la unidad y votar por el candidato del partido, aunque sobran y son innumerables las razones de los aspirantes o militantes por las cuales no quieren y están determinados a no ir a votar por el sr. Rangel.

¿Cómo salir de ese laberinto construido adrede para hacer creer que no hay salida y en el que temporalmente algunos parecen encerrados?

Hay que abrir, activar y construir los espacios en los que se pueda expresar y emerja una candidatura con sólido y amplio liderazgo en los sectores revolucionarios de los movimientos sociales populares, de los trabajadores, incluyendo a los desempleados, que sea la alternativa cierta y consistente ante el masivo y notorio rechazo de la figura del señor Rangel, y que a la vez, por el entusiasmo y la convicción que despierte, sea garantía indiscutible de una victoria frente a la candidatura de la oposición, cualquiera que sea.

Así queda resuelta la disyuntiva, ante el anunciado seguro fracaso del general y frente a cualquier eventual candidatura de oposición.

(*) Profesor en Ciencias Sociales/Abogado.

edgarjgil@yahoo.com


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Edgar J. Gil L.(*)


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