(Por ahora) en Bolívar los trabajadores no tienen candidato

Los trabajadores del país no tienen representación en la dirección del PSUV. Cuesta explicar cómo en un proceso revolucionario en el cual la clase obrera es, o debe ser, la vanguardia de la revolución, sin embargo los trabajadores no forman parte de la dirección del partido de la revolución. Esa es una contradicción insalvable que tiene que ser resuelta.

Igual, el aspirante que se impuso en la elección interna del partido como candidato a la Gobernación del Estado Bolívar nada tiene que ver ni representa los intereses de los trabajadores.

No es solo el mal gobierno o el desgobierno frente a la inseguridad, los secuestros y el abandono de las comunidades. Hay algo que los trabajadores -y el pueblo-, no perdonan. Si algo está presente en la conciencia, y también en el subconsciente colectivo, es la renuncia de un general que, en pleno desarrollo del golpe de Estado que se inició el 11 de abril del 2002, en las primeras horas de la madrugada del día 12, se puso a la orden de los golpistas; mientras que, en pocas horas, las masas populares del país, sin ningún tipo de dudas ni confusiones, reclamaban ¿donde está el Presidente?

Cuál fue el motivo que llevó al General a declarase a la orden del Comando del Ejercito ejecutor de la acción militar del golpe?, No se sabe que explicación le habrá dado el entonces Presidente de la CVG al Presidente de la República por su impostura en un momento tan determinado, pretendiendo justificarse, y si Presidente habrá quedado satisfecho. ¿Acaso fue confundido por las declaraciones de los golpistas?.

Varios Generales se justificarían después alegando que fueron engañados. Y esto es grave, sobre todo considerando que el propio Presidente ha señalado que el gobierno norteamericano estuvo implicado en el golpe.

Uno hace un ejercicio histórico y se pregunta, ¿qué habría pasado si el golpe de estado se hubiese consolidado y no se produce el rescate del Presidente, quien afirma que el plan era asesinarlo?. ¿Que habría pasado con el Presidente?, y ¿Donde estaría hoy el General? ¿En qué y cuándo habría culminado la represión y la masacre que durante tres días las fuerzas que se prestaron para el golpe ejecutaron contra las masas populares del país?.

¿Qué pasaría si, como dice el Presidente de la República, el gobierno de los Estados Unidos pretenden invadir el territorio, y en lugar de salir a dar combate, algunos generales se dejan confundir y se ponen a la orden del invasor?.

El otro episodio, bastante reciente, es la alianza del gobernador y el ex Ministro del Trabajo, José Ramón Rivero, con TECHIN o TERNIUM SIDOR contra de los siderúrgicos y la brutal represión el 14 de marzo del 2008, cuando fueron detenidos 54 sidoristas, muchos de ellos heridos por disparos de perdigones a quemarropa, y a quienes se les lanzaban bombas lacrimógenas dentro de los vehículos donde estaban detenidos.

En esas circunstancias, la escogencia de una candidatura a la Gobernación del Estado Bolívar, que represente el sentir de los trabajadores, no está decidida con la elección del Sr. Rangel como candidato del PSUV; tampoco define el problema de una candidatura que realmente satisfaga las expectativas de muchos sectores que toda su vida política han luchado por la construcción de un país donde se resuelvan las grandes diferencias sociales y económicas y, en particular, la perdida de los resortes morales de la nación, a la que la corrupción se estaba comiendo a pedazos, y que hoy amenaza acabar con este proyecto político que tantos sueños y esperanzas despierta en el seno de los pueblos. Y esta es una sentencia de la historia, no hay sistema político que sobreviva a la corrupción, y sino léase el discurso de Fidel Castro al conmemorarse los 60 años de su ingreso a la Facultad de Derecho: “Si la revolución… corre hoy el riesgo de derrumbarse no es por causa de una invasión militar de los Estados Unidos, sino por el cáncer de la corrupción, el robo generalizado al Estado…” “O derrotamos estas desviaciones, o vencemos estos problemas, o morimos”.

A pesar del ventajismo y las manipulaciones en el proceso interno del PSUV, el Sr. Rangel Gómez, solo pudo obtener 36.927, que representa un débil 14,95%, ni siquiera 15% enteros, de 247.000 electores inscritos en el partido. Siendo más exactos, la votación con que se impuso el gobernador, es el 25,24% de la que se sufragó por él en las elecciones del 2004, es decir que sus votantes se redujeron a un cuarto ó 0,25%, de los 146.329 que lo eligieron en el 2004; y es bastante menos de la mitad, un 39,70%, de los 93.012 votos que sacó el candidato que perdió con él y llegó de segundo en esas mismas elecciones. Es decir que ahora tiene menos votos que los perdedores de entonces. Si tomamos en cuenta los electores inscritos en esas elecciones, 676.788 personas, y es claro que el número de electores es hoy mayor, lo que el general acaba de sacar es el 5,46%. Si la base de cálculo fuese el total de votantes, 264.091 en las elecciones de gobernador del 2004, entonces, es concluyente que los 36.927 referidos solo alcanzan a un 13,98%, que es lo más aproximado al porcentaje obtenido en la elección del PSUV. Definitivamente, una debacle. Porque es que no hay manera de convencer a la gente, ni siquiera a los propios militantes del PSUV, de ir a votar por un candidato que pocos quieren.

Con esa candidatura, el sentimiento de esperanza y la posibilidad de construir un país, una sociedad e, incluso, un mundo distinto, que Chávez avivó en el pueblo, los trabajadores, los revolucionarios, las fuerzas políticas y sociales decentes, está condenada al fracaso.

Afortunadamente, los trabajadores han venido impulsando su unidad como movimiento social, dotarse de un liderazgo y una dirección surgida de su propio seno y que asuma el papel histórico que le corresponde en la construcción de un país en el cual, al decir de Alfredo Maneiro, valga la pena vivir y eventualmente morir por él. Y frente a las consecuencias que se derivarían de la perdida de la Gobernación del Estado Bolívar ante cualquier candidatura de la oposición, por un fracaso seguro con la candidatura de Rangel a la Gobernador, es necesario que los trabajadores de Guayana asuman la obligación y demanden el derecho que tienen como clase social fundamental en la conducción del proceso revolucionario, que el candidato definitivo que asegure la victoria para contribuir a preservar este proceso, sea escogido a través de cualesquiera de los medios más democráticos, libres y abiertos, habida cuenta de la cantidad de vicios que los propios aspirantes o militantes del PSUV han denunciado en la inscripción y control de los electores, y que la candidatura a la Gobernación del Estado Bolívar, esté ligada y represente el sentir e intereses del pueblo, de importante composición obrera. Y que no esté circunscrita a los límites de un partido o de un polo, sino que trascienda, acerque y una a los grupos políticos revolucionarios con los movimientos y las fuerzas sociales. Que sirva para evitar la derrota y a la vez derrotar a quien los traicionó.

(*)Abogado

edgarjgil@yahoo.com


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Edgar J. Gil L. (*)


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