Una patria dada al Humanismo

Estamos en una era del consumismo, donde nuestros parientes tienen un criterio espiritual muy estandarizado con unos valores muy por debajo del porcentil promedio que nos permite orientar a una sociedad hacia una disciplina ética. Cuando entramos al año 2000, tuvimos que reflexionar sobre una pedagogía constructivista para lograr una definición mas clara sobre el humanismo y sumergirnos en el creacionismo para lograr un punto de arranque en nuestra sociedad que yacía carcomida por las viejas estructuras políticas. El hombre ha investigado sobre los nuevos manifiestos Sociales e ideológicos, pero le ha tenido miedo a la evolución del mundo contemporáneo, impidiendo una solución inmediata a ciertas causales políticas de algunos países que desean propulsar su propia libertad.

Ahora, debemos trabajar con estructuras macroeconómicas que nos lleven a emprender un proyecto de trabajo e intensificar los canales del dialogo para solventar problemas como el alimentario, el agua y la calidad de los suelos. Un punto y aparte es la cuestión energética. En nuestro país – Venezuela nadie supo comprender el verdadero significado de La Reforma Constitucional y, indudablemente debemos pagar las consecuencias. Ella era necesaria para adecuar el Estado Venezolano a la realidad mundial y así se facilitaba ciertas condiciones internas ante los distintos parámetros europeos, teniendo presente los procesos políticos anteriores al gobierno que preside el militar y comandante Hugo Chávez Frías, donde existían algunos accesos y leyes excluyentes al mercando internacional.

Los filósofos y pedagogos han regresado a Grecia para descubrir esos miedos a que tanto miedo le tenemos. También, cuales son las razones que nos impide amar al pueblo que nos vio nacer. Las filosofías familiares, desde la antigua Atenas expresaba que los miedos son los que nos impiden ser libres y, sobretodo, nos motivan a estar replegados sobre nuestro propio perfil.

Los tres miedos que se destacan es el social como la timidez o aquellas cosas que debemos hablar en público. En segundo lugar, el psíquico que genera angustias y por ultimo el miedo a la muerte. Lo mas importante de todo esto, es que, debemos abandonar todo dogmatismo hacia lo militar, religioso. Desde esta perspectiva globalizamos al hombre nuevo y constructor de su país.

Debemos entender que la militancia escolar es un acto de fe y la escuela, es el hogar de la república y nunca la prolongación de la familia o la religión. La escuela pública debe estar preparada a ser efectista y no consumista de grandes presupuestos como ocurre en las universidades tradicionales.

Mis escritos reflejan hechos generacionales que determinan un humanismo romántico, donde la revolución y la democracia crearon sus propios contenidos para reflejar en el periodo 70 y 80 una etapa de gran decisión para nuestra gran Venezuela y donde yo, como joven tenia que visualizar ante esa realidad que se acercaba como un verdadero paradigma de la justicia social lo que conocemos como democracia socialista.

Ahora, esa palabra es origen de mucha polémica, pero los ciudadanos tienen que identificarse con ella, porque, es como una cédula de identidad que serviría para confirmar nuestra amistad con el mundo europeo, que ya celebra sus grandes encuentros en Latinoamérica con la presencia de mas de cincuentas representantes de gobiernos del mundo.

*Escritor/filosofo

emvesua@cantv.net


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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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