Para identificar los grupos que se van formando dentro del madurismo traidor, las tensiones entre ellos, las grietas que se van abriendo y profundizando, y sobre todo los protagonistas de estos grupos, debemos analizar primero los intereses en pugna, en el mundo y en Venezuela.
En el mundo el capitalismo se enfrenta a una crisis que podríamos llamar de crecimiento, de mercados. China se enfrenta a los Estados Unidos, Europa se resiente con Rusia, ésta busca alianzas con los gringos; todos se enfrentan, todos negocian, buscan armonizar lo que es por su naturaleza competencia. Quizá está naciendo un supra imperialismo no nacional, un imperialismo de las compañías trasnacionales. Todo está por verse, por definirse.
En ese paisaje se mueve el madurismo, va con su fracaso a cuestas, viviendo días de desesperación, que presienten finales, lo que ahonda las grietas entre los grupos, empuja a decisiones vitales.
Un grupo promueve una alianza con China, ya se ve a maduro hablando de modelo chino, y la vice está por allá, quién sabe con cuál propósito. Sería el grupo chino del madurismo.
Otro grupo, empuja una alianza con los rusos, sería el grupo ruso, que unido al anterior conformarían los antiimperialistas gringos y proimperialistas chinos-rusos.
Queda un grupo, que prefiere a malo conocido, se cuadra con los gringos, busca conversaciones secretas. Es el grupo tradicional.
Quiénes son los protagonistas, las personificaciones de estos grupos, se irá viendo a medida que la crisis arrecie, y que los grandes, chinos, rusos, gringos, europeos, definan su confrontación y reparto del planeta. Venezuela, lamentablemente, no tiene Soberanía, es una pieza inerme en este juego planetario. Todo dependerá de ese reparto mundial, y de que ordenan a los gobernantes locales.
En este juego, participan los grupos del madurismo, y también participa la derecha gringa, los mariacorinos. Ellos quieren su parte del pastel. Tienen a sus protagonistas bien definidos, incluso tienen adelantado un plan de gobierno y un presidente.
En los próximos días, quizá horas, esta olla hirviendo dará señales, se verán reacomodos, posiciones diversas, todo se moverá a medida que la brutal crisis económica y social se vaya profundizando.
Todo está por verse, la pelea de los grandes definirá el destino de estos grupos y, lamentablemente, del país que perdió su soberanía. Ya sabemos que los imperialistas no tienen más escrúpulos que sus intereses, son capaces de vender a su misma madre, contimás a un gobierno debilucho. Esas alianzas del madurismo, esas tablas de salvación, son espejismos en medio del desierto, ilusiones de un poder que ya no se tiene.
En este juego, falta un jugador importante y poderoso, el Chavismo originario, el Socialista, el leal al legado de Chávez, que tiene el poder de la idea, sabe que hacer, no tiene que estar inventando alianzas castradoras, buscando cuentos chinos. En este juego planetario, donde en realidad se enfrentan el capitalismo y sus versiones, contra el Socialismo posible, la idea justa desde el fondo de una cueva, que decía Martí, y en ese enfrentamiento el chavismo tiene mucho que decir, tiene una responsabilidad histórica.
¡CHÁVEZ, TIENE MUCHO QUE DECIR Y HACER!
