No podemos dejar atrás al socialismo, el ejemplo Chávez y sus avances revolucionarios

Los avances revolucionarios de Chávez se constatan en la valentía con la que el pueblo pobre aceptó los cambios políticos, sociales y económicos hace 13 o más años. fueron avances morales. Hoy en el país no pasa nada, la gente es indiferente a la política, está confundida de tantos mensajes y acciones contradictorias, resignada a volver a vivir el pasado. Hace 13 años todos teníamos una pequeña constitución en el bolsillo que citábamos a cada rato. Chávez era una realidad, que después de muerto fue calumniada por la derecha gringa y por el madurismo activo, esta mezcla de ineficiencia con pragmatismo, avaricia y codicia que nos ha gobernado desde entonces hasta hoy; ambas corrientes enemigas del socialismo. Por eso hoy nadie habla de socialismo, si no es para difamarlo.

El gobierno piensa que puede engañarnos con las comunas como si estas por sí solas pudieran hacer posible el socialismo. Comunas hay en Chile. Las comunas son una forma de organización social pero también sirven de control social, pueden estar al servicio de cualquier poder menos el del pueblo. Ninguna forma de organización social socialista puede coexistir con el capitalismo, así como la propiedad social es contraria a la propiedad privada de los medios de producción social. Sin socialismo ni siquiera la constitución bolivariana es un instrumento de cambio o civilizador. Con esta clase de mentiras se difama al socialismo en el gobierno de Maduro.

El socialismo es la idea rectora de la acción, en una verdadera revolución, es lo que da sentido a las leyes y a las instituciones revolucionarias. Sin socialismo las leyes y las instituciones desarrolladas por Chávez son frágiles, son precarias, de hecho maduro buscó la manera de saltárselas y ha revertido todos los ensayos socialistas de Chávez, apoyándose cínicamente en su nombre y en su imagen, "el que tenga ojos que vea" y no se haga el pendejo.

El poder sin revolución y socialismo se devuelve a lo que subyace en nuestros viejos cuerpos amaestrados, regresa al egoísmo y la avaricia de cada persona que creció y se educó con los valores del capitalismo, con el ideal pequeñoburgués de subir en la escala social. El socialismo es una tensión existencial, una práctica de vida, no un discurso huero, puro deseo, o nostalgia; hay que recuperar la pasión por romper la norma.

Maduro nos degradó a sus propios valores, a sus mismas miserables ambiciones, sin embargo él es quien tiene el poder, no su pueblo elector, el pueblo que lo eligió solo quedó con los valores miserables del pequeñoburgués aspirante sin poder decidir sobre su destino como pueblo, solo le queda competir con sus semejantes o por la vida o para alcanzar un éxito fatuo en esta sociedad gobernada por el dinero, o por el tener.

Es dramático perder toda una generación de jóvenes, formados y educados en el egoísmo y la superficialidad del consumismo, porque un grupo de seudo políticos mezquinos así lo hicieron, casi que por accidente, inconscientes del daño moral que se le hace a la sociedad acabando con su sistema educativo, desatendiendo a los maestros al extremo de convertir su profesión en un oficio despreciable, indigno. Inconscientes de lo vulnerable que llega ser un nación sin un pueblo educado de forma integral y adecuada con una visión humanística y no solo como obreros especializados para ser explotados por el capitalismo, como lo exigen los capitalistas y como lo está haciendo maduro. Acabar con las universidades y con sus académicos para complacer las demandas de los capitalistas, para financiar a los capitalistas. Eso es lo que ha estado haciendo Maduro y sus más cercanos en el alto gobierno, empobreciendo de forma "integral" a la sociedad, a los pobres y no tan pobres.

La gente migra no por las sanciones, migra porque le es indiferente un país empobrecido además espiritualmente, moralmente, sin dirigentes que sirvan de modelos morales fuertes, definidos, lo que dejan atrás no vale la pena; lo que hay en el gobierno como dentro de los aspirantes de la derecha gringa. Además de dejar una nación destrozada, una sociedad fragmentada y apaciguada, confundida y frustrada. Muchos de esos migrantes, si pudieran fundar otra Venezuela en otro espacio físico distinto, lo harían.

Frente a un gobierno pusilánime y la codicia del imperio, ¡Dignidad, fuerza y socialismo!



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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