La secuela de las elecciones, mariacorinos vs maduristas dándose almohadazos

González Urrutia debía admitir que Maduro había ganado las elecciones porque si no, no sale del país. Esta es la versión del chantaje y la coacción. El Goebbels criollo presionó un poco a González y este se amedrentó. La falta de carácter de este señor está dibujada en su cara, valiente no  es, no podría ser presidente de una junta de vecinos. Es difícil creerle a un ser tan pusilánime, así sea cierto lo del chantaje nadie le cree a un cobarde.  A Jorge Rodríguez le bastó con oler el miedo y lo hizo firmar, es raro. Ahora tiene encima todas las calumnias y las humillaciones con las cuales el madurismo lo enloda, por cobarde.

Pero lo cierto es que lo obligaron a firmar un documento donde convalidaba la victoria de maduro,  lo que no demuestra que maduro haya ganado las elecciones, todo lo contrario. La supuesta victoria de Maduro sigue siendo un misterio de prestidigitador Por lo visto estamos atrapados en el medio de una pelea de babosas y alimañas, la calidad moral y política de los contrincantes es de bichos en un pantanal, cuando mucho es una pelea de almohadas: uno deja que el infractor se vaya del país, por miedo al imperio  y el otro firma un documento aceptando la decisión del CNE, por miedo,… da risa la comedia electoral y tristeza la tragedia de tener que lidiar con la tormenta fascista que se nos avecina.

Lo que iba ser una jugada muy ingeniosa asustando al señor EGU resultó un fracaso, porque se vieron en la necesidad de revelar  el contenido del documento  y tuvieron que descubrir el chantaje tan burdo en un audio, por lo demás chimbo. Lo que iba ser un elemento probatorio terminó siendo una confesión de la trampa electoral…

El único que puede avalar el triunfo de maduro se supone que es el CNE que conserva las actas y las papeletas. Huyendo hacia delante, apelaron al TSJ; pero… nada, nadie se la traga. Siendo insuficiente la jugada del TSJ, buscaron que el candidato opositor firmara un documento admitiendo el triunfo de Maduro. ¡Por Dios! ¡Parecen trampas de muchachos! Sospecho que nuestro Goebbels criollo no da la talla.

No obstante, la reacción del capitalismo político es unánime, ninguno de los países del bloque capitalista occidental quiere a Maduro,  reclaman las actas, reclaman evidencias de que realmente maduro ganó las elecciones. Siguen emboscados.

De la integridad moral del pusilánime González Urrutia se ocupan ahora los gobiernos o sus asambleístas, él solito no puede. De la integridad moral de los mariacorinos se ocupan las redes sociales. Pero, ¿cómo hace maduro  con sus errores y trampas? Ahora, de este lado del mundo capitalista todos están contra Maduro, contra  sus pares y sigüís. La falta de razones, políticas y morales tiene a maduro y a sus pares perdiéndolo todo, en una guerra mediática seguramente hecha de mentiras y calumnias incitando los odios, mientras ellos aprietan las tuercas hacia dentro del país y mintiendo desesperadamente para convencernos de  un triunfo que no existe, así sean ciertos sus resultados, porque el rechazo fue evidente.

Nosotros no defenderemos nunca trampa y la falta de argumentos para hacerla. Si maduro hubiera contado con apoyo popular cualquier falta a la norma se disculpa, pero este no es el caso, los mismos números  del gobierno nos dicen que perdieron ese apoyo y las elecciones; 700 mil votos de diferencia no los hacen ganadores de nada,  si sumamos al rechazo 7 millones de migrantes: perdieron. No tienen argumentos y no los tuvieron antes como para ganar las elecciones, porque no se puede estar con dios y el diablo a la vez, la gente no es tonta. No se puede prometer sin cumplir, hablar por hablar o hablar de un país que no existe, gobernar contrariando  la realidad de los hechos, sin que  la gente reaccione de forma negativa, aparte de todas las presiones y chantajes, abuso de las ventajas por ser gobierno. Cuando se  pierde el apoyo de las mayorías es hora de rectificar o retirarse. La soberbia los llevará a la tiranía y esto marcará su final.

El fantasma de la libertad

Pero tampoco nos tragamos el argumento de la libertad de la democracia burguesa. La peor mentira del capitalismo y de la democracia burguesa es poner su fatua libertad por encima de la vida, la conciencia, la educación, el conocimiento; sin estos cuatro requisitos no hay libertad. La libertad económica condiciona todas las otras llamadas libertades, que el capitalismo define y administra a su antojo. La libertad de los más ricos de hacer lo que sea para satisfacer sus necesidades pueriles, no es libertad, es impudicia. La de Mariacorina es para gente que no  tiene nada que expresar, económica para los que tienen, no para la gente que no es dueña de nada. La libertad de elegir los poderosos, no la gente que no puede elegir, esclava de sus necesidades y de su ignorancia, no hay diferencias con lo que ha hecho el madurismo. En el capitalismo la libertad individual es constreñida por el hambre, el individuo no puede pensar ni actuar sin violar ley que ellos imponen, sin ser perseguidos y castigados.

Como pueblo debemos deshacernos de este lastre, de esta vergüenza de políticos mediocres y petulantes, mariacorinos y maduristas son lo mismo, es la misma calidad moral, y ahora pretenden representar una lucha ideológica que no existe, porque los dos están en el mismo lado de la acera.

REVIVAMOS LA REVOLUCIÓN DE CHÁVEZ, PATRIA SOCIALISTA 



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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