La corrupción autodestruye al gobierno y al país, mientras los jerarcas del PSUV en la dolce vita

El conmovedor y cobarde asesinato del profesor Carlos Lanz, quien fuera expresión indiscutible de la calidad revolucionaria, un cuadro orgánico integral, a quien tuvimos la oportunidad de conocer hace unos cuantos años a través de la profesora y camarada Roraima Quiñonez, en los predios de la Universidad de Carabobo en tiempos en que hacer política implicaba un doble riesgo.

Conocimos a un militante de la acción política concreta con una claridad formativa y entrenamiento en la lucha asimétrica que no dejaba dudas de su compromiso clasista y patriótico por la liberación del pueblo, en alcanzar el poder verdadero a partir del cambio social transformador, siempre desde el campo de la izquierda "trasnochada" sin medias tintas ni salto de talanquera alguna.

Por eso y mucho más los méritos de su profunda convicción revolucionaria la del profesor Lanz tanto en lo teórico como en la práctica, no admiten que se confunda o se distorsione el verdadero móvil de su asesinato con la vulgarización barata del caso como un hecho pasional, porque es una bochornosa descalificación a la moral e integridad revolucionara del profesor Lanz, porque es inaceptable desde todo punto de vista y rechazamos se quiera manchar su altísima estatura moral y revolucionaria, simplemente por proteger la imagen menguada de un gobierno incapaz de hacer frente a la galopante y escandalosa corrupción nacional.

Es inocultable el interés de ocultar la podrición asfixiante de la profunda corrupción en la que se encuentra hundido el gobierno nacional, en todos los niveles institucionales y donde también los sectores privados relacionados juegan un importante papel, por lo que no debemos caer en la trampa de la manipulación distractiva con un supuesto móvil que no es la verdadera causa de ese horrendo crimen, para tapar inútilmente la charca de la incontenible corrupción gobiernera.

La causa principal del hecho en cuestión, la que se ha pretendido dejar en un segundo plano la relacionada con la administración del INCES Aragua, no es más que un simple subterfugio del fiscal Williams Saad para no mostrar la verdadera cara de la moneda, la de una procesión interna con importantes niveles de descomposición moral donde los principios éticos del funcionariado de alto rango sencillamente están a la vista de todos, de allí la indetenible degradación sistemática de las instituciones del estado en los distintos niveles de gobierno donde también se confabulan en "un solo gobierno".

Lo cierto es que el destape de la cañería administrativa del inces del estado Aragua, es apenas la punta del iceberg como una pequeña muestra del cuerpo infectado de la estructura institucional nacional, donde opera con impunidad el crimen organizado para delinquir robándose los dineros públicos presupuestados, espacios tomados y controlados por la corrupción sistemática arraigada en la mayoría de las instituciones del estado a nivel nacional, regional y municipal.

Sin posibilidad de sanear esa compleja situación por la inoperancia funcional de un Poder Moral incompetente, que no aplica la normativa legal vigente ni castiga la corrupción como debe ser, pero lo más grave aún es el poder judicial que se ha convertido en un mal ejemplo para la ética pública nacional con el triste papelazo de proteger la corrupción de las elites del poder.

Observamos con arrechera pero sin perder el sentido crítico y autocritico de como la corrupción acelerada sigue avanzando y tomando cuerpo autodestruyendo no solo al gobierno sino también al país, mientras los jerarcas del PSUV andan en la "dolce vita", sin reacción y promoviendo el principal flagelo de la economía venezolana la cual forma parte integral de la actual crisis, con valores invertidos donde la inmoralidad ahora es el lugar común en cualquier instancia del poder público, funcionarios electos a cargos de representación popular, como diputados, alcaldes y otros cargos de relevante importancia publica postulados por el partido del gobierno.

Desde la cultura de la "viveza Criolla" se pasó en corto tiempo a una escandalosa corrupción que destroza el tesoro público, el dinero de todos los venezolanos, mientras los privilegiados afectos a los jerarcas del alto gobierno, sin tener trayectoria en la lucha social, sin la suficiente formación ideológica de la economía política y sin tener el exigente grado de conciencia de clase, son los que siempre encabezan las listas y los circuitos e igualmente a las alcaldías y gobernaciones propuestos, postulados y autorizados por el presidente y el vicepresidente del PSUV, mientras los verdaderos liderazgos chavistas y revolucionarios en el seno del pueblo siempre quedan por fuera como la guayabera.

Utilizan el famoso método contrarrevolucionario de los intereses grupales y hasta familiar para obtener el siguiente resultado, apelando al miedo del "Yo no tengo que ver con eso", porque no tienen la suficiente gallardía para asumir su responsabilidad individual del desastre causado a la sociedad, como estas incontestables verdades: *Keyrineth Fernández, alcaldesa del municipio J M Semprun del Zulia, acusada por narcotráfico; *Jacob Grey, Director de PDVSA-Gas, acusado por corrupción; *Luis Piligra, Director de Lácteos los Andes, acusado por corrupción; *Carlos Vidal, alcalde del municipio independencia, Anzoátegui, acusado por contrabando de gasolina.

Jeycar Pérez, diputada de la AN, acusada de narcotráfico; *Jonathan Marín, alcalde de guanta, Anzoátegui, ahora libre en EEUU después de pagar fianza por 100 mil dólares, convicto y confeso de haber recibido soborno de casi 3 millones de dólares de un empresario a cambio de un contrato con PDVSA. *y ahora Mayi Cumare, gerente regional del INCES Aragua, acusada por delitos criminales y corrupción. Esta es la triste realidad del drama político partidista que vive el gobierno cuya culpa es del "bloqueo criminal", pues será el que le tienen a la verdadera militancia chavista, revolucionaria, patriótica y socialista.

Finalmente, recordando una frase cargada de ironía del Dr. Fernando Bianco, sexólogo, para entonces presidente del colegio médico de caracas, "esta nueva dirigencia sin formación, sin conciencia revolucionaria por lo general terminan ahogados en la corrupción porque apenas ven una marusa llena de billetes, le tiemblan las nalgas".-

VIVA Chávez, CARAJO!



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Aguedo Alcalá Machiz


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