La tabla de salvación

Por lo que uno deduce del "ladrido de los perros" no estamos tan lejos de la verdad. Al maestro Eligio Damas le enviaron un correo firmado (la firma es insustancial) donde critican a Aporrea y critican a Eligio por haber escrito sobre las decisiones del tsj de cambiar las directivas de los partidos que apoyaron siempre a PSUV en las elecciones, PPT y Tupamaros, y la perseguidera a Marea Socialista y Redes, y etc. (el tsj ha intervenido hasta ahora a siete organizaciones políticas: AD, Primero Justicia, Voluntad Popular, Tupamaros y Patria Para Todos, Bandera Roja y una cosa que se llama "Compromiso País"). A nosotros nos enviaron otro correo parecido, el mismo señor. Indagando por por Google se trata de un ex colaborador de Aporrea que fue denunciado hace tiempo (no tanto) por Javier Vivas Santana, por haber dicho cosas muy violentas en su contra. Por su puesto, se trata de un defensor muy sensible del gobierno de Nicolás Maduro.

El asunto es que su reacción es útil para hacernos una idea de lo delicada que será la situación en estas elecciones parlamentarias y después de ellas. No solo la oposición va fragmentada sino que también lo hacen los otrora chavistas – devenidos en maduristas arrepentidos unos y otros en "otra cosa", pero que no quieren a Maduro –. A lo mejor la reacción de este personaje no sea una muestra suficientemente amplia como para asegurar que hay miedo dentro del gobierno, que están desesperados, pero sigue siendo una muestra de lo que son capaces de hacer por defender la unidad electorera; el chantaje de perder una supuesta "revolución", una revolución perdida ya hace rato.

Si los "perros ladran" es porque el panorama es brumoso. Y de aquí a diciembre, y si sigue el desmoronamiento de la "unidad" en torno a Maduro, entonces, tendrán que aplicar un plan B. Tienen 3 meses para "patear la mesa".

A nosotros nos importan las soluciones revolucionarias, los cambios revolucionarios no las elecciones, así que, respetando a aquellos que las apoyan de buena fe, no creemos en los otros, quienes se aprovechan de ellas para beneficio propio (o sea, casi todos).

Dicho esto, calculemos qué puede pasar si el madurismo pierde las elecciones otra vez. Lo primero será elegir la directiva; eso ocupará un largo día. Lo segundo que va a pasar, si el madurismo no cuenta con mayoría y alianzas que lo apoyen, es que se solicite una revocación del cargo del presidente maduro, y la programación de una fecha para convocar un referéndum; serán unos días divertidos. Tercero, comenzará la persecución de delitos, rendición de cuentas, revocación de cargos; insultos, gritos, golpes marcarán el diapasón de la vida parlamentaria hasta que, si no se hubo aplicado en su momento el plan B, se aplique ahora y maduro la disuelva e instaure algo, "patee la mesa"... cualquier cosa que ponga fin a los conflictos. Podría ser la prolongación de su extraña dictadura, pero esta vez sin contar con una constituyente de comodín… o se olvide de acabar con la constituyente, y este sea su plan B.

Estos políticos parlamentaristas no tienen vocación para la oración y los argumentos, van estar ahí como monigotes trabajando para grandes intereses: para lapa. La mayoría para ricos y poderosos, pero muchos pensarán en venganzas, chantajes, vender apoyos al menudeo. Lo que se pone en juego en estas elecciones es el final de nuestra nación, de nuestra nacionalidad, la posible disolución definitiva de nuestra sociedad.

El control de la asamblea por los maduristas es la otra posibilidad. Pero esto no es garantía de paz, se vería tan raro que la gente vote en las elecciones, como que el madurismo controle la asamblea. En diciembre, sea lo que sea que pase en las elecciones, todos vamos a perder.

La verdadera unidad nacional debe convocarse en torno a un plan de acción política. No se puede buscar unidad en pactos y componendas entre grupos de aprovechadores o de grupos delictivos, sin sentido de nación. Si hay que discutir algo debe ser sobre un plan, y para los chavistas ese ya existe. Se llama Plan de la Patria y fue redactado o dirigido por Chávez, un plan hecho para avanzar en contra de la lógica del capitalismo, del capital, porque el capitalismo fragmenta a la sociedad, la infecta de egoísmo mezquino, y destruye pueblos y naciones. El mismo plan falsificado por el madurismo y convertido en ley, para que luego fuera desechado y sustituido por esta rebatiña y este desastre de improvisación e ineptitud.

Las elecciones parlamentarias no garantizan la paz, solo posterga el fin de nuestra nación y de lo que queda de la patria que nos lego Chávez. Sin socialismo no hay patria, y maduro se ocupó en estos años de acabar con ella cediéndosela al capitalismo – que poco le importa la patria, el sentido de pueblo o nación, solo va por la ganancia rápida y abundante –; acabó con ella dándosela en las manos a pequeños, medianos y grandes aprovechadores capitalistas, a mercachifles nuevos y viejos, entregando nuestras riquezas como una piñata rota sobre toda clase de chacales, zamuros y tiburones, desde la familia de Ramos Allup hasta Oswaldo Cisneros. Como dice Toby Valderrama, estamos peor que en una tierra arrasada, que en las ruinas de un país en guerra, hace tiempo que fuimos invadidos por lo más feo del capitalismo mundial: el capitalismo colonial, y la lumpen burguesía nacional.

¡Salvemos la patria socialista! ¡No puede haber patria sin unidad y unidad sin justicia! ¡Patria socialista o muerte!



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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