Valiosísima la contribución que se ha venido manifestando en cuanto al valor
y composición del partido y a la especificación doctrinaria que cada uno
tenemos en relación al Socialismo Siglo XXI. Una nueva polarización de
fuerzas se abre paso en la arena nacional, de ello no queda ninguna duda,
vemos como la inspiración humana de la revolución se agiganta, el culto por
la libertad igualitaria y la justicia social nos apasiona y todos queremos
inscribir un espacio político para transformar radicalmente la revolución
que iniciamos el 6 de Diciembre de 1998, junto con nuestro líder, el señor
Presidente Hugo Chávez Frías.

Ahora bien, considero de urgente necesidad que nos convoquemos para realizar
una gran asamblea de trabajo y todos podamos debatir para lograr la inmensa
unidad que nos fortalecerá, pues considero que todos aspiramos a pertenecer
bien organizados a ese nuevo partido que tiene que ser la plataforma o base
política de nuestro líder.

Por otra parte, no es suficiente escribir o decir: “este es el camino”,
tenemos que precisar “lo que no es el camino”, ante todo. Las desviaciones
tenemos que combatirlas ideológicamente y solo llegando a la discusión, la
critica, la corrección, podemos hacer que la revolución adquiera madurez y
suficiencia para pasar a la ofensiva contra las huestes del enemigo.
Debemos tener en cuenta, para no lamentarnos mas adelante, el análisis de lo
que significó y realizó el MVR durante su permanencia, sabemos que dentro
del mismo existía una división que no lo dejo operar ni organizar todas las
bases que se trajo en las primeras elecciones, por ignorancia, apetencias o
ineptitud, no supo como conducir toda esa masa que se tuvo que repartir en
movimientos y partiditos para terminar haciendo una aristofederación, donde
muchos solo se han desempeñado como los grandes oportunistas; fue una
división muy arraigada que se mantuvo por encima de la verdad y para ello se
creo ese estado de división política y de confusión ideológica, esto
resultó, indudablemente negativo y perjudicial, pues en todos lados
aparecieron lideres, cuadros y grupitos que decían ser las autoridades del
partido, además de las corrientes que mas lo perjudicaron están las
“miquelenistas” que aún están vivitas y coleando.

En consecuencia, los que estábamos afuera observando toda esta
desorganización, anarquía, corrupción y toda esa falta de conciencia
política, hoy tenemos la obligación de trabajar adentro y demostrar que de
ninguna manera, la lucha por la verdad, el enfrentamiento de opiniones
divergentes entre los verdaderos revolucionarios, como lo hacemos los que
aquí en aporrea escribimos, debe conducir ineluctablemente a la división y a
la pelea intestina. Recordemos y analicemos los fracasos del viejo
izquierdismo, que todo se perdió por sus apetencias, confusiones
contrarrevolucionarias, traiciones y la falta de integridad de conciencia
política de sus principales dirigentes. Esto fue un triunfo objetivo de
beneficio e interés que logró el imperialismo, quien extinguió el verdadero
movimiento revolucionario. Fue un estilo y una forma donde se tapó el error
teórico y práctico de un sanganismo traicionero y cobarde.

Nosotros tenemos una posición definida y práctica frente al enemigo, esa es
la diferencia a ese izquierdismo muerto, lo repetimos una y mil veces mas,
las contradicciones que tengamos tienen que ser de un carácter directo con
el enemigo de clase político. El revolucionario no puede andar entre lo
oscuro y lo equivocado, diciendo que “si” y que “no” en lo que respecta a
las ideas que se practican dentro del proceso, esas expresiones emotivas,
sectarias, no son sino efecto de un insulto muy bien intencionado. Al
revolucionario confundido debemos trabajarlo tratándolo de hecho con mucha
claridad para formarle una conciencia política y revolucionaria y no por
ello, lo debemos tratar como a un enemigo. Al enemigo si tenemos que
combatirlo acerbamente sobre la base que nos separa.

Organizar nuestro partido es una necesidad para todos y por ello debemos de
reunirnos para trabajar con eficiencia, debatiendo, criticando, corrigiendo
y aclarando toda duda. No olvidemos que los caimanes están con la boca
abierta en los nuevos caños.