De la reconversión monetaria a la reconversión ciudadana

Hemos afirmado reiteradamente que "echar adelante el plan de recuperación económica, es tarea de todos". Puntualizábamos que la responsabilidad principal es del gobierno. Hoy, transcurrido casi un mes de haberse anunciado lo fundamental del mencionado plan, estamos absolutamente convencidos de la certeza de tal afirmación. Visto desde distintos ángulos, esto es así. La implacable y criminal Guerra Económica, de la cual todavía algunos dudan, ha afectado y afecta a todos los estratos de la sociedad, exceptuados sólo aquéllos que en alianza vergonzosa con el Imperio del norte y otros factores de poder mundial, pretenden arrodillarnos por hambre y adueñarse de nuestras riquezas.

Aun cuando nadie puede negar que la crisis que vive la patria a todos nos perjudica, pareciera que la conducta de algunos apuesta a que ella se profundice, esto se desmorone y con ello se produzca su anhelado sueño de que Maduro caiga. Pareciera poco importar quien asume la reconstrucción del país y cuál es el plan para ello. De quienes adoptan esta posición, los hay de todos los estratos sociales. Que empresarios, comerciantes y la clase política que les sirve, piensen y actúen en correspondencia, es natural que así sea. Pero que un hombre del pueblo, en sus distintos niveles, piense así, debe preocuparnos. Y los hay, en un porcentaje y número no despreciable, aunque no mayoritario. En los procesos sociales transformadores, históricamente ha sido así. Siempre ha habido sectores que se ubican del lado de las clases que le oprimen. Y el proceso que vivimos, con todas las deficiencias que pueda tener, es un proceso de transformación que aspira convertirse y consolidarse como Revolución. Si no fuera así, no nos atacaran como lo hacen.

El problema en cuestión aun cuando es de naturaleza política, tiene un alto ingrediente de Conciencia Ciudadana. Y tener Conciencia Ciudadana no es poca cosa. Ciudadanos somos todos, pero no todos tenemos Conciencia Ciudadana. No son todos los que están, ni están todos los que son. No se trata sólo, desde mi óptica, de que hay deberes ciudadanos que todos deberíamos cumplir. Es parte de eso, pero es algo más que eso. Es, en lo fundamental, un problema de valores. Como decía un viejito en una de esas colas, "es un problema de cultura". Y como todo, eso también tiene sus connotaciones ideológicas.

Aquí se ha hablado de una economía y una cultura rentista. En uno de mis artículos decía: "Toda la historia del pasado siglo y lo que va de éste ha estado marcada por la influencia que desde su aparición ha tenido el petróleo en la conformación de la sociedad venezolana.". Y con esa afirmación no estábamos descubriendo el agua tibia. Sólo queríamos y queremos enfatizar que esa perversa influencia ha permeado la sociedad toda y es la génesis del comportamiento de todos los venezolanos. Esto, por supuesto, ha tenido su evolución y el comportamiento del venezolano de principios de siglo pasado no es ni lejanamente, el comportamiento del venezolano de hoy. El capitalismo rentista ha ido paulatinamente marcando su perniciosa huella. Lo ha pervertido todo. Hasta el modo de andar, dirían algunos.

Esa ausencia de conciencia ciudadana se expresa de distintas maneras, pero tiene un denominador común de derrotismo, pesimismo y desesperanza Es una actitud de indolencia ante lo que pasa. Lo escuchamos en la expresión ampliamente generalizada: " esto no tiene remedio, esto no lo cambia nadie". Es como si diera igual el que actuáramos de una forma u otra. De negar a rajatablas cualquier iniciativa, para mejorar las cosas. De negarlo todo aun cuando evidentemente en algo nos beneficie.

Ernesto Villegas en reciente entrevista con José Vicente, lo definía y sintetizaba como "una lucha entre la esperanza y la desesperanza, entre el optimismo y el pesimismo". Y agregaba el amigo periodista, que en esa disyuntiva "hay que abrazarse a la esperanza y al optimismo". Y ello es así. Es el punto de partida para superar las dificultades y avanzar. Por eso consideramos fundamental el que se diseñen políticas tendientes a elevar la conciencia ciudadana de nuestra gente. Hay espacios, instancias y medios, a través de los cuales pueden implementarse estas políticas. Es esto, como ya dijimos, un problema de cultura, de valores. Un problema, en esencia y de naturaleza ideológica. Pero también es un problema de patria, de dignidad, de autoestima y que no debemos restringirlo a las fronteras sectarias de las simpatías políticas y menos aún partidistas. Existen estudios de opinión recientes que señalan que hay aspectos con los que la mayoría de venezolanos coinciden. Estas coincidencias superan el 80% de la muestra, que es una mayoría bien importante. Es decidirnos por la paz y rechazar la violencia como fórmula de dirimir nuestras diferencias políticas. Es la opción entre el diálogo y la intolerancia. Esos aspectos pueden ser punto de partida para el diseño de esas políticas y planes de creación de conciencia, de Conciencia Ciudadana.

Pero esa Conciencia Ciudadana, la que hoy existe y la que se vaya logrando con las políticas diseñadas e implementadas para tal efecto, tiene que ser alimentada con acciones gubernamentales que en términos de realizaciones concretas potencien esa Conciencia. Son, por ejemplo, acciones de Fiscalización y Control sobre la especulación que sigue campeando en la calle. Que la gente no se sienta sola, se sienta acompañada por un gobierno que está ahí, presto a ser garante de sus derechos. Si es cierto que "Sólo el pueblo Salva el pueblo", no lo es menos que un gobierno que se precie de revolucionario debe centrar su política y accionar en función y en beneficio del pueblo.

El Presidente anunció un balance del primer mes del anuncio y puesta en marcha del Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica. Ya voceros autorizados de alto nivel, incluido el Presidente Nicolás, habían manifestado su optimismo con respecto a la marcha del Plan. Pues bien, en cadena nacional, el presidente presentó su balance del primer mes. Basó el mismo en el comportamiento en este período de las 10 líneas estratégicas diseñadas en el marco del Plan. En general, desde la óptica del Presidente y su equipo Económico, el balance de este primer mes es positivo. No es la intención en esta oportunidad evaluar el balance presentado. En todo caso, el mismo fue presentado en líneas bastantes gruesas y algunos aspectos son sólo del dominio, por ahora, de entes gubernamentales, Tal es el caso, por ejemplo, de los resultados obtenidos en materia tributaria y fiscal, los avances en la consolidación del PETRO como Unidad de Cuenta Internacional, el ingreso de divisas, el incremento de la producción petrolera y minera y la implementación de la venta de la gasolina en los estados fronterizos a precio internacional. Estos aspectos fueron presentados, en su mayoría, sin las respectivas evidencias cuantitativas y comparativas. Probablemente es prematuro, por los momentos exigir esa rigurosidad en cifras. No es aventurado, ni remotamente una actitud complaciente, conceder el beneficio de la duda. Ha sido este mes, sin dudas, el más difícil de esta etapa de transición. Parafraseando a Gramsci, un escenario económico que no termina de nacer y otro que no termina de morir.

En lo referente a los precios acordados y el irrespeto de los mismos por parte de empresarios y comerciantes, en nuestra opinión, no fue abordado con la crudeza de lo que hemos observado en este primer mes. La gente siente que el gobierno en sus distintos niveles, con muy pocas excepciones, "no tiene el sartén agarrado por el mango", para no decirlo con frases que tal situación nos provoca. No se nota y la gente lo dice que no ha habido por parte del gobierno mano dura contra los especuladores. A la escasez de la carne y el pollo, se agrega el desmedido y continuo aumento en algunos rubros que también apuntan a la escasez. Incluso, algunos productos de manufactura artesanal, como el casabe y el queso, no escapan a esa tendencia de ser aumentados a diario.

Para concluir debemos recalcar que no podemos aspirar una Conciencia Ciudadana, de quién no sólo tiene noción de patria, sino que abiertamente han venido arrodillándose ante factores imperiales para que la invadan. Y no me estoy refiriendo sólo a los dirigentes de oposición que han hecho de esta acción apátrida, su Agenda Política preferida. Los hay quienes desvergonzadamente aplauden y difunden a estos miserables traidores. Afortunadamente esta basura humana, son minoría en el país y en la misma oposición. Abracemos, pues con fuerza, las banderas de la esperanza y el optimismo. "El camino no es fácil, pero es el camino", decía el guerrillero, revolucionario y poeta, mártir de la patria, Argimiro Gabaldón. También fueron suyas las palabras: "SOMOS LA ALEGRÍA Y LA VIDA, EN LUCHA PERMANENTE CONTRA LA TRISTEZA Y LA MUERTE".

"NO PODEMOS OPTAR ENTRE VENCER Y MORIR. NECESARIO ES VENCER"

JOSE FELIX RIBAS



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Hugo Márquez

Ingeniero Electricista (UNIVERSIDAD DE ORIENTE),Especialización en Gerencia Pública, Diputado a la Asamblea Nacional por el Estado Anzoátegui (20062011)

 huramar1@gmail.com

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