Mi voto por Maduro a cambio de este compromiso político (compromiso vs chantaje)

Hay que darle razones al pueblo para defender la revolución, no para defender a Maduro. No es nada personal, él mismo puede unirse a esta idea. Maduro debe ser consciente de que él no representa ninguna revolución, que lo que llama "revolución económica" es capitalismo, el cual tiene más de quinientos años como una sombra arropando al mundo.

Un pueblo digno no se moraliza con limosnas, no lo convencen. A un pueblo digno no se lo compra comida y dinero. El ser humano tiene que comer pero sobre todo quiere ser dueño de su destino. Esto parece no interesarle a Maduro, o no lo comprende bien. Por esa desconexión con los anhelos más esenciales de todo ser humano, por ahí se les puede ir el gobierno, por tener atados a todos y achinchorrados a muchos con comida y los "bonos" de la patria (¡bonita Patria!), sin darle oportunidades a la gente de ser gente digna, respetada, escuchada, tomada en cuenta a la hora de decidir sobre los asuntos que les concierne.

Hay que acabar de una vez con la democracia clientelar, o más bien, con el sistema clientelar impuesto por Maduro y su grupo. La gente no puede seguir siendo un simple proveedor de votos y de "rellenos" en los shows electorales y políticos. La dirigencia tiene que ser una verdadera vanguardia para cambios radicales socialistas y no clientes del gobierno. Tienen que haber más luchadores sociales y socialistas en el gobierno que clientes y oportunistas, debemos invertir esta relación numérica ya.

Hay que impulsar una verdadera auditoría socialista de la política, de la organización social, de la económica socialista (de las empresas socialistas, de las políticas económicas socialistas), con las herramientas socialistas en las manos. La brecha que se ha abierto entre el gobierno y el pueblo humilde es cada vez mayor, eso es un síntoma de desgobierno. El gobierno está cada vez más distante del pueblo chavista y de la realidad. Parece no interesarse en ello obsesionado por sostener sus compromisos con los inversionistas privados y sostenerse en los privilegios que otorga el poder.

Además ha perdido capacidad técnica y de trabajo por distintos motivos, cediendo cada vez más espacios a la empresa privada en detrimento de las públicas. Pareciera que dispone el terreno para futuras privatizaciones importantes y para comprometerse con los centros financieros internacionales. Debemos saber hasta dónde ha llegado el gobierno en esta dirección, hasta dónde hemos perdido capacidad técnica y de trabajo soberanos.

Debemos saber en qué estado, tanto físico como académico se encuentra nuestro sistema educativo, cuáles son los índices de escolaridad, sobre todo en niños y jóvenes, cuántos son los "niños de la calle". En qué estado se encuentra nuestro sistema público de salud, cuántos enfermos crónicos, endémicos y epidémicos, con cuántos docentes, médicos, enfermeras contamos ahora. Hay que recuperar nuestro sistema estadístico nacional, rescatar el INE. Sin información estadística real y nacional es imposible planificar nada, corregir errores, avanzar.

De cara al déficit de profesionales debemos frenar la migración al exterior mediante una oferta política auténticamente revolucionaria, invitar y convencer a nuestros jóvenes a construir un país, juntos con gobierno, no a votar y marchar, no a darles empleo y darles soluciones individualistas; hay que dejar de sembrar el egoísmo y el individualismo como solución a los problemas de la sociedad.

Debemos consultar al país sobre los compromisos adquiridos con las trasnacionales en el arco minero y en nuestra industria petrolera. Debemos cambiar y reducir el gabinete, dejar entrar a los ex ministros más capacitados y exiliados chavistas al gobierno, para corregir el rumbo político en lo económico y en lo social; que una comisión de la verdad equilibrada se acupe de juzgar los delitos señalados por la fiscalía y los del mismo fiscal.

Hay que volver a estructurar un Estado legítimo mediante consultas públicas. Hay que llevar a la televisión en debate público y con la participación de todas las opiniones y críticas posibles los problemas más sensibles, como este de la legitimidad de las instituciones del Estado, la constituyente, la asamblea nacional, TSJ, la Fiscalía, la Contraloría. Hay que darle utilidad revolucionaria y democrática a los medios de difusión del Estado, hacer público y televisados todo tipo de debates, inclusive los debates internos de los partidos políticos más importantes del país. Hay que promover una verdadera democracia participativa enterando a la población de las incógnitas de la política nacional, que la gente se entere de los secretos, de las negociaciones, de los acuerdos hechos en privado.

Bajo compromisos como estos yo daría mi voto a Maduro, solo así, votaría por él. No entiendo por qué darle un cheque en blanco, no alcanza a pagar nuestra dignidad la limosna de los bonos y las cajas del clap, el candidato que quiere solucionarse a sí mismo se tiene que comprometer con la revolución socialista, con la democracia socialista, con la vida socialista y tiene que dejar los devaneos capitalistas, que no hay capitalista "nacionalista" ni honesto, que en nuestro país el capitalismo no ejerce (no produce, no crea ni desarrolla tecnología, ni siquiera riqueza), como en Europa y los EUA, solo roba, especula, devasta, explota, extrae, no deja ni siembra nada, ni tecnología, ni cultura, ni conocimiento, nada, vive de la renta petrolera, de los subsidios y nada más; deje de ser tan iluso señor presidente, o deje de ser tan pícaro, que esas cosas se notan.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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