El Presidente Nicolás Maduro, ha sido reiterativo en la invitación a la lucha por la construcción del socialismo dentro los designios de la institucionalidad revolucionaria y en correspondencia con las condiciones que plantea la actual coyuntura histórica. En ese sentido creo necesario corresponder la invitación con el suficiente silencio para escuchar con calma lo que el compañero presidente dice y no imponer a priori, lo que el EGO pensaría al respecto.
Hago la advertencia, porque connotados camaradas de los cuales no dudo de sus buenas intenciones, caen con facilidad en la trampa de ensalzar su YO con la arrogancia de quien expresar opiniones sin escuchar razones, lo que indudablemente le lleva a cometer el error de sobreponer su particular visión sobre la realidad concreta, obviando el contenido y en muchos casos descalificando el mensaje y al mensajero. Así al leer las afamadas “criticas” de los revolucionarios críticos, defensores de la crítica y de una cosa extraña que llaman auto crítica (donde por cierto nuca el objeto a criticar es el autor de la misma) lo único que se obtienen es un concentrado con el cual se alimentan las fieras de la oposición, cuya brújula hace rato perdió el norte pero que a falta de razonamiento propio bien le sirve las aproximaciones (para ser cortes con los compas y no decir los chicles masticados) que nuestros críticos analista emiten con ferocidad y de viva voz.
Sé que dirán que estoy criminalizando la crítica, pero la verdad es que es todo lo contrario. Mi intención es llamar la atención sobre sus consecuencias. He sido reiterativo en ellas pues basta que algún “critico nuestro” publique su apreciación para que de inmediato la prensa rancia (por su mal olor) y burguesa, tome para si las “sabias conclusiones expresadas” y le exprima hasta su última premisa hasta convertirla en veneno para confundir.
Seguro muchos preguntaran por: Y la contradicción que? Si es verdad, la discrepancia es parte del debate pero sería mejor preguntar: Con quien debato? Pues si bien en el seno de las organizaciones de la oposición la lucha es por una botella vacía, al incorporarnos con nuestras críticas a ese escenario estamos poniendo el contenido que ellos no tienen y sustanciando sus vacuos argumentos.
No quisiera nombrar a ningún compañero en particular, pero si debo dejar claro que la revolución no necesita de estrellas luminarias en escenarios coloridos, por el contrario demanda humildad y compromiso, claridad y paciencia y sobretodo comprensión de las condiciones objetivas y subjetivas del momento histórico que nos ha tocado vivir. Sigamos construyendo el socialismo bolivariano, y no olvidemos que tenemos un programa y un plan que nos orienta.
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