El epicentro central de esta investigación periodística revela que la Revolución Bolivariana no sólo ha venido derrotando al bloque histórico imperialista, sino que además le ha regresado al pueblo lo suyo al ser el factor propulsor de la liberación del opresor imperialista estadounidense, toda vez que se ha centrado en su papel histórico al revivir las luchas por la independencia, la soberanía, la igualdad, la justicia social y la unidad de los pueblos de NuestraAmérica.
El poeta Pablo Neruda acerca de Bolívar, nos recuerda que el Libertador ha despertado de nuevo para que el pueblo venezolano y los hermanos y hermanas de la América Latina alcancen la democracia social, participativa y protagónica, que le fueron negados por las oligarquías que se beneficiaron del proceso independentista, por eso, dijo Neruda:
"Despierto cada cien años, cuando despierta el pueblo", refiriéndose al Libertador.
Entretanto, José Martí sobre el Padre de la Patria, manifestó:
"Bolívar murió de pesar del corazón, más que de mal del cuerpo, en la casa de un español en Santa Marta. Murió pobre y dejo una familia de pueblos", es decir, su obra histórica independentista la dejó inconclusa debido a su prematura muerte física y la traición, que luego Hugo Chávez tras contextualizar la historia en la que hizo aparición Bolívar quedó redimida por él.
La historia Patria sobre la naciente Venezuela quedó devastado por las guerras intestinales contra los colonizadores que llevaron a cabo los patriotas venezolanos liderados por Bolívar.
Bolívar, en fecha 10 de julio de 1825, le escribe a Esteban Palacios (su tío), y le advierte:
"¿Dónde está Caracas? Se preguntará Ud. Caracas no existe; pero sus cenizas, sus monumentos, la tierra que tuvo, han quedado resplandecientes de libertad; y están cubiertos de la gloria del martirio. Este consuelo repara todas las pérdidas, a lo menos, este es el mío, y deseo que sea el de Ud.".
Vaticinaba el inicio de la naciente República. El pueblo gradual y progresivamente comenzó a sentir la independencia y la ruptura de sus cadenas en los siglos de dependencia colonial que marcaron una época de saqueo, explotación, esclavitud y criminalidad, entre otras vicisitudes por el mismo estilo. Tres siglos de dominio quedaron atrás ante una tempestad de glorias producto de la heroicidad de un pueblo que se negó a ser esclavo.
"Sin fastos, sin memorias, sin otro antecedente que el ya remoto ultraje hecho a la libertad del nuevo mundo, y las huellas de cien aventureros estampadas en la cerviz de todo un pueblo, nuestra propia historia apenas si era un libro blanco y nadie hubiera podido prever que, no muy tarde, se llenarían sus página de toda una epopeya", escribió entonces el apóstol de Cuba, José Martí, refiriéndose a la Patria Bolivariana.
Sí, estamos saliendo de una crisis histórica, de una nación que venía divida entre buenos y malos, amigos y enemigos, apátridas y patriotas, un pueblo que no podía aspirar una conciencia y un destino espiritual común.
Venimos del árbol de Bolívar por su patriotismo heroísmo como valoración irrefutablemente moral y ética. Aunque hubo otros próceres, entre tantos, está Antonio José de Sucre, a quien Bolívar llamó al Gran Mariscal, "el Padre de Ayacucho y el Redentor de los hijos del Sol",
La condecoración más relevante para el general Sucre fue el título de Gran Mariscal de Ayacucho otorgado por Bolívar, en fecha 27 de diciembre de 1824, También está el precursor de la independencia Francisco de Miranda, entre otros antecesores remotos como el Cacique Guaicaipuro que resistió la llegada de los españoles en el año 1540; y otros posteriores como el general Ezequiel Zamora y más adelante tenemos a Argimiro Gabaldón y en nuestros días al comandante Hugo Chávez, quien tenso la liana.
Intelectuales e historiadores desde el siglo XIX han honrado las virtudes del Libertador, Laureano Villanueva, ha sido uno de ellos, al escribir:
"Bolívar no cabe en los moldes de la humanidad. Los demás hombres pueden ser juzgados y comparados entre sí, desde Sucre hasta Washington, desde Miranda hasta San Martín, desde Santander hasta Páez. Él es único, incomparable, magnifico, de fuerza sobrenatural, por encima de los hombres y de la historia, como los astros por encima de todas las cumbres de la tierra y por encima de todas las nubes del espacio. Bolívar ocupa un reino aparte entre los hombres y Dios".
Son cualidades de Bolivar que recogen insignes plumas ilustradas, amantes de su pasado bolivariano, justamente Arturo Uslar Pietri, precisó:
"Miraba el continente como una unidad y llegó a expresar, en documentos luminosos y todavía plenos de validez, las más vastas y penetrantes concepciones sobre su realidad y sus posibilidades futuras. Lo que realizó en su no larga existencia es desmesurado; lo que dejó como pensamiento político y visión de futuro americano, incomparable y en su mayor parte, actual".
En este recorrido histórico el general Santiago Mariño en 1827 llamó a Bolívar el "hijo el más idolatro" y "Padre de la Patria fundador de nuestra la República".
Bolívar encaja los valores de libertad, igualdad y democracia social, anhelada por siglos por el pueblo venezolano. Su pensamiento que se adelantó a su época encarna una suerte de auxilio para resolver los ingentes problemas económicos y espirituales del pueblo.
En Venezuela antes de la independencia no había un patriota fundador, ni una lucha contra el opresor, ni un destino histórico unificador, la cohesión social la tenía el rey europeo, quienes a ultranza y sin miramiento alguno fueron los promotores de un crimen que aún se mantendrá vivo en los anales de la historia, cometieron el genocidio de etnias indefensas en las que habían niños, niñas, hombres, mujeres y ancianos, a mansalva, e incluso en ese exterminio arrasaron con los valles, bosques y selvas y cuanta riqueza había en Venezuela, hubo también un ecocidio o formó parte del exterminio total. Un siglo XVI de saqueos y crímenes que debe estar presente en la conciencia histórica del pueblo.
Venezuela todavía no había nacido en el siglo XVI sino en 1821, con la batalla de Carabobo del 24 de junio, reseña la historia. La Patria tuvo lugar con la independencia por Simón Bolívar. Si bien el orden social monárquico se derrumbó, no así las estructuras de dominación imperantes. La independencia del imperio no concluyó en la libertad e igualdad social anhelada por el pueblo venezolano. A lo que subyacen las fuerzas conspirativas de la oligarquía.
Bolívar no pudo controlar las fuerzas de la anarquía propulsadas por la oligarquía que derivarían en el personalismo y las distintas formas de autoritarismo. La Patria no alcanzó la libertad plena. Sin embargo, como héroe indiscutible de proyección universal en la gesta emancipadora de NuestraAmérica, es innegable su estrepitoso triunfo en aras de la libertad de la Patria.
Ahí está su inmortal obra emancipadora universalmente reconocida por la humanidad. Simón Bolívar (1783-1830) fue un hombre de pueblo que dedicó su vida a la lucha por la independencia latinoamericana. Fue un hombre que supo advertir las necesidades y urgencia del continente y sus naciones y por tanto supo definir los objetivos de la lucha emancipadora hispanoamericana y se entregó al logro de ese objetivo, a partir de una visión crítica de los gobiernos y formas de gobiernos.
Resulta difícil esbozar el pensamiento ético–pedagógico de Bolívar sin hacer referencia a su concepción de independencia e integración, pues en su visión revolucionaria lo uno está estrechamente vinculada a lo otro formando una unidad en la práctica social que lo guiara en todas sus acciones. La ética siempre estuvo asociada a la independencia constituyendo el objetivo principal de su vida expresado en valores morales como el respeto, el patriotismo, la dignidad, el honor y la honradez, que se configuran en un ideal educativo tendiente a la libertad social y personal.
La riqueza teórica adquirida por Bolívar, a través de su maestreo Simón Rodríguez tiene sus antecedentes en las ideas del Ilusionismo, el empirismo y el enciclopedismo y especialmente del legado pedagógico de John Locke (1632-1704) y Jean Jacques Rousseau (1712-1778), de éste consultó al Emilio, el Contrato Social, la declaración de derechos del hombre y el ciudadano, lo cuales de una forma u otra influyeron en su conciencia independentista cuya esencia tendía a subvertir el régimen colonial.
El cultivo Bolivariano de la idea de la libertad e independencia estuvo muy vinculado a la educación y la cultura, ambas muy deterioradas en los pueblos latinoamericanos tal como lo certifica en el monumental Discurso de Angostura, en fecha 15 de Febrero de 1819:
"Uncido el Pueblo Americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía, y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros, las lecciones que hemos recibido, y los ejemplos que hemos estudiados, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición".
La herencia legada por el colonialismo a naciones de NuestraAmérica ha sido generalizada durante años privando a los hombres y mujeres de todo el continente no sólo a la educación espiritual de sus derechos y deberes esenciales, sino también a muchos de éstos a vivir con impotencia ante tales realidades y eso es el resultado de la estrecha visión de los régimenes americanos que se han conformado con servir a los colonizadores y no a servir a los pueblos. Por eso Bolívar al analizar la realidad social latinoamericana consideraba a la educación como una necesidad para el ejercicio de la vida pública vista en dos direcciones, la primera, en la educación que ha de tener el gobernante para orientar los destinos de su nación y la segunda, en la visión que ha de tener el gobierno para potenciar en los ciudadanos una vida con templanza, sabiduría, y valores morales legítimos. Esta idea la esboza en el Discurso de Bogotá en enero de 1815 al referir:
"La sabiduría, el valor y la templanza producen en el alma un orden y una armonía en sus funciones, que Platón llama justicia interior .La justicia exteriores solo la realización de un orden análogo en la sociedad. El hombre más justo en sí mismo es también el más justo en sus relaciones con los demás. La justicia lleva en sí la beneficencia. Hay que hacer bien a todos los hombres; no hay que hacer daño a nadie. No se debe volver injusticia por injusticia. La justicia es la reina de la virtudes republicanas y con ella se sostienen la igualdad y la libertad".
Aquí se hace explícita la concepción de justicia que se articula en la trilogía roussoniana: igualdad, libertad y fraternidad, acogida y defendida en su lucha por la emancipación social.
El Libertador consideró la justicia como la virtud esencial, siendo ésta el establecimiento de un nuevo orden que ha de tener en su base el reconocimiento de la igualdad de derechos de todos los seres humanos, la oportunidad y la condición externa para una buena vida.
El logro de la justicia a costa de sacrificio personal es la más elevada virtud que Bolívar tuvo como revolucionario entregado a una causa que lo acompaño en su vida y sus concepciones alumbrado por el sentido de entrega a la Patria y a los ideales más legítimos que haya defendido.
El ideal que lo consagró por siempre a la vida sacrificada y entregada a la causa de la libertad está refrendado en su epistolario y que se materializa en ideas muy profundas en torno a la moral y al sacrifico, en sentido afirmo:.
"No es para mí un sacrificio, es para mi corazón un triunfo. El que lo abandona todo por ser útil a su Patria, no pierde nada, y gana cuanto le consagra". Asimismo, dijo que"la vida no tiene precio sino en tanto que es gloriosa".
La conformación de un corpus moral sistematizado no estaba en el centro de la actividad del Libertador, pues para entonces tenía otras urgencias y más que con la teoría estaba comprometido con la transformación de la vida de los hombres y mujeres de NuestraAmérica. En la su accionar revolucionario planteó en varios de sus escritos su concepción ético-moral y como debía estár regida la vida de los ciudadanos y el gobierno.
La moral Bolivariana se articula de manera natural con sus aspiraciones de bienestar social y libertadl. De sus sentencias más diáfanas en relación con el ideal moral figura:
"Nada sino las malas acciones, deben molestar a los hombres sensatos".Le atribuye una importancia capital a la moral, la concibe como el sostén de la sociedad y el fundamento de la vida. En ese sentido señaló que 'la destrucción de la moral pública, causa bien pronto la destrucción del Estado".
En el Congreso de Angostura ya había planteado: "moral y luces son nuestras primeras necesidades", aquí está subrayando la importancia de la educación y la necesidad de su preparación para participar en la vida pública porque para él, la educación era fuente liberadora que contribuye con la eliminación de las diferencias entre los hombre, por ello en su práctica política nunca desestimó la educación, por el contrario contribuyó a su desarrollo, a través de la creación de escuelas y universidades, en Guayaquil, Perú, Caracas y Colombia.
Bolívar se manifiesta en los cambios sociales, en la eliminación de toda forma de discriminación, en el establecimiento de las indispensables garantías sociales, paz e igualdad de derechos y en esta dirección apunta valores como justicia, lealtad, la fidelidad en la que justicia se convierta en el núcleo duro de su imperativo ético-moral, toda vez que es la virtud la que concede a cada cual lo que le corresponde.
El aspecto moral y la educación ciudadana fueron una permanente preocupación para Bolívar porque veía en ellas el sostenimiento de la causa de la libertad y del individuo mismo. Nótese que Martí en su máxima dijo: "ser cultos es el único modo de ser libres".
La referencia a José Martí (1853-1895) en estas reflexiones más que casual es obligada, pues si en América Latina hay un pensador que se acerca de manera casi natural a Bolívar ese es precisamente Martí, no sólo por su ideal emancipador y sus ansias de independencia, sino también por la convergencia de sus concepciones éticas y educativas.
Pues bien, retomando la crisis histórica que es el epicentro de este trabajo, concluida la guerra, en apariencia, en la que sólo hay desolación, destrucción y la decepción que aguardan a los vencedores incluyendo al propio Bolívar, como lo expresa en sus últimos días, en una carta escrita como por ejemplo, en fecha 9 de noviembre de 1830 escribió al general Juan José Flores, sobre la que citamos el subsiguiente extracto:
"Ud sabe que yo he mandado 20 años y de ellos no he sacado más que pocos resultados ciertos: 1º) La América es ingobernable para nosotros. 2°) El que sirve una revolución ara en el mar. 3º) La única cosa que se puede hacer en América es emigrar. 4º) Este país caerá infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada, para después pasar a tiranuelos casi imperceptibles, de todos los colores y razas. 5º) Devorados por todos los crímenes y extinguidos por la ferocidad, los europeos no se dignarán en conquistarnos. 6º) Si fuera posible que una parte del mundo volviera al caos primitivo, éste sería el último período de la América".
Aunque en la Carta de Jamaica (1815), precisó:
"Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración. Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua y unas costumbres, debería por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los nuevos Estados que hayan de formarse; mas no es posible, porque climas remotos, situaciones diversas, interés opuestos dividen la América…".
En ese sentido el notable intelectual uruguayo Eduardo Galeano (1940-2015), escribe en su afamado libro Las Venas Abiertas de Latinoamérica (1975) que "la doctrina bolivariana es la lucha por la igualdad, la complementariedad, la inclusión social y la perspectiva de género para todos los países del continente. La mayor suma de felicidad posible para los pueblos que han sido humillados y expoliados por los imperios. La causa nacional latinoamericana es ante una causa social: para que América Latina pueda nacer de nuevo, habrá que empezar por derribar a sus dueños país por país. Se abren tiempos de rebelión y cambio. Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre la conciencia". Galeano abre también los espacios sobre la crisis histórica en la precedente cita.
La suerte está echada, y cada día marca cómo el pueblo venezolano con valentía y gallardía, ha ido inconteniblemente hacía la consolidación de una conciencia social y política.
Una conciencia cívica, ciudadana, sobre todo en escenarios de ejércitos mercenarios de la desinformación que editan la realidad a favor de los intereses imperiales que se centra en informaciones parciales o falsos positivos ante el hecho noticioso en la que priva la censura previa y la generación de grandes contenidos hegemónicos y homogeneizadores sobre el pensamiento único en boga impuesto por el neoliberalismo que está auspiciado por EEUU en alianza con el poderío imperialista y los gobiernos satélites.
El poder mediático especialistas en falsos positivos crean imágenes que exacerban la psicosis. La venganza de la historia está demostrando terminará imponiéndose a esa fantaseada realidad.
El desplome hegemónico de EEUU va en caída libre, sin muro de contención que la pueda frenar. La inexorable historia se ha encargado de demostrando fehacientemente, así como el sistema esclavista fue sucedido por el feudalismo, que de la misma manera quedará en la cola del papagayo el neoliberalismo hasta su extinción, que traerá consigo una vida nueva al alumbrar su sucesor: el sistema Socialista.
EEUU hasta hace poco era la economía más grande del planeta, con el mayor poderío militar y con el mayor control de los medios de comunicación masivos. Sin embargo, su sistema anclado en sus contradicciones insolubles que no ofrecen alguna respuesta ni tan siquiera a su población está declinando vertiginosamente.
El mismo Estado estadounidense germinó en su avalancha de contradicciones las enfermedades propias del capitalismo por su irracionalidad económica. En su territorio deambulan 40 millones de almas estigmatizada por la pobreza material padeciendo cualquier tipo de vicisitud y al margen de una vida digna, esta cifra equivale a un porcentaje que se sitúa alrededor del 13% de su población.
Su ensañamiento contra los países opuestos a sus planes imperialistas continúa en ebullición. Así, la agenda de EEUU desde la guerra fría ha cambiado de planes pero no de objetivos: la ocupación militar en NuestraAmérica y el Caribe, la cual se ha instrumentado desde la administración de James Monroe, pasando por sus diferentes gobernantes, también ha encontrado en contubernio régimenes títeres para sus objetivos criminales, independientemente de que no va a contener la arremetida del nuevo mundo en alumbramiento.
Esta es la crisis historia que ha generado y cuya dialéctica insalvable e incontenible lo está arrasando de la faz de la Tierra como sistema hegemónico capitalista.
Su escudo que ha sido su armamentismo a pesar de que se mantiene, no va a parar, la crisis histórica que han creado, crisis que sin tapujo alguno se puede calificar como criminal y apocalíptica.
Acerca de su política belicista instaló unas 900 bases militares esparcidas en diferentes países con el justificativo de controlar el terrorismo y el narcotráfico, como es el caso de Colombia. Pero si se corre el telón quedará al descubierto que tal