¡Ah Diosdado cómo te quedó el ojo!

La ambición es una vaina bien sabrosa y, la politiquería es otra cosa,
pero parece ser que ambas son perjudiciales dentro de cualquier
partido político y, el Psuv no se quedó atrás.

Mire usted que jugar con la paciencia de los chavistas cómo que no es
cosa fácil, algo deberán aprender si quieren aprender.

Afuera hay mucho desgano y no por mala voluntad sino por malas
acciones políticas y, hay quienes creen que se la está comiendo y la
cosa está que arde como para no estar jugando con la paz y la fe de
los chavistas.

Dice el refrán que, el que no coge consejo no llega a la esquina y así
debió pasarle a más de uno que se lo echa de mal lisonjero y, perdió
la mirada de la rabia y, con esa espera viene el desespero y, después
que echen número y saquen cuenta te doy los resultados, yo te aviso
chirulí.

Si no quieren recular cojan consejo que el pueblo chavista habló y
habló claro y, no los jalabolas que los hay, que esos restan en vez de
sumar. Y hay muchos de ellos que están donde no deberían estar.

¡Ay, compadre!, mañana te cuento qué a lo mejor la masa no está hoy
para bollos y, por allá jumea y, para buen entendedor buen
razonamiento que a lo mejor las cargas se enderezan en el camino.
Sería lo ideal.

No sé cómo estará Diosdado que con tanta visita programada no tenido
tiempo de alborotar el avispero, pero los lamentos andan de boca en
boca que, si perdiste tú que, a lo mejor hay gato encerrado, dirá el
que más y el que menos muere callado.

En la bajadita se rueda sabroso con tanto disparate suelto y muchos
cabos que atar y, la bola es redonda y rueda y allá va la bola que no
hay harina, no hay aceite y, el carrito con las mafias llenándose y,
los cauchitos y, lo que hay sube que sube que dame más billetes y, los
billetes no alcanzan, que casi no puedo comprar nada y, con las
vacaciones escolares en puertas y el corri corri que atora y, por
ferrys ni de vaina con ese aumentote el que no chilla, llora y, los
calambres por venir.

Eso de que, a cada santo le llega su día como que marca un silencio
que con un giro de ciento ochenta grados se calma la temperatura. Y a
millón andamos, pero el tribunal displinario no tiene velas en este
entiero -¿verdad qué no, misia?

Si Chávez estuviera vivo otro gallo cantaría, pero los tiempos cambian
y, los políticos de ahora saben mucho que politizan el buen vivir y,
también saben compartir el mal vivir. ¡Uf eso cansa! O es que el
termómetro del populacho chavista no lo leen.

Quién le bailará ese trompo en las uñas a Diosdado que el que descansa
se cansa. Ay tremendura de mis recovecos, por allí paso compadre,
quién lo iba creer, iba solo y triste, la rabia se le caía a pedazos
y, la risa no le fluía, pero iba tranquilo, tan tranquilo que pasó de
largo.

Y el que no votó ganó su estabilidad emocional, aunque suena
peligroso, mejor sería razonar y razonar con lógica que un tatequieto
no es de ahora.

El mazo de Diosdado está que echa humo, pero la culpa no es del ciego,
¿verdad qué no Diosdado?

Ya todo está en calma -siempre el tango. Las voces de la franqueza
hablaron y claro. A despertar que entró julio, dirán algunos y, otros
pensando en el mañana. Qué a lo mejor: un pueblo despierto mete miedo.

¿Vendrá tiempos mejores? Eso es lo que la colectividad y sobre todo
los chavistas esperan. Que a buen entendedor no hay mal pagador.

¡Qué de cosas, no! ¡Qué sí la oposición! No señor, así tenía que ser.
O se responsabilizan y le echan pichón, así truene o relampaguee que
usted que se dice que es hijo de Chávez tiene que ser mejor y
demostrarlo con hechos y no con ufanidades que a veces encajan más
bien en lo lirico.



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Esteban Rojas


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