Estoy plenamente seguro que el Comandante Presidente Hugo Chávez, en estos días de enfermedad y convalecencia, ha estado reflexionando mucho sobre “el desafío y la carga del tiempo histórico”. Ha podido contrastar la huella destructiva que ha dejado por siglos el capitalismo sobre la geografía y sociedad venezolana, con lo infinitamente indefensos y vulnerables que somos y lo implacable del tiempo.
Seguramente el Presidente Chávez ha compartido reflexiones con el Comandante de los siglos Fidel Castro, y ha concluido que no hay tiempo que perder y que por ahora su visión y liderazgo son insustituibles.
Seguramente nuestro Líder ha podido monitorear con “cabeza fría” el daño que hacen esos miserables dueños de medios, con su comportamiento criminal y destructor.
Desde Venezuela muchos deseamos que ojalá el Comandante Chávez haya podido compartir con los líderes históricos de la Revolución Cubana, sobre la necesidad de combatir con mano dura la incuria y la impunidad; reflexionar sobre el daño que éstas causan en la credibilidad y esperanza de los pueblos.
Por ejemplo: Hasta cuándo se va a permitir que la salud y la medicina estén a merced del mercado, que niñas y niños, ciudadanos, mueran en las puertas de las clínicas privadas o que medios de comunicación estén en manos de estafadores bancarios y especuladores, etc.
Con los dramáticos hechos de la cárcel del Rodeo y lamentable fallecimiento del Contralor Clodosbaldo Russian Uzcátegui, hemos constatado una vez más la impunidad con que actúan los fascistas de la oposición y sus medios y decimos: si así actúan desde la oposición, no queremos imaginarnos la carnicería humana que se produciría en Venezuela si estos fascistas llegaran al Gobierno.
¡Mano dura Comandante! Para derrotar la incuria y la impunidad y así surcar el camino de las generaciones por venir.
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