No tenemos derecho a callar

No tenemos derecho a callar. Una cosa es el socialismo y otra el anti socialismo, o somos revolucionarios socialistas o nos quedamos en el capitalismo. Yo no veo ninguna razón para no criticar la mediocridad revolucionaria separada de la política de cambio y la cultura que impide la transición inmediata al socialismo.

Somos como prostitutas encerrando mucha riqueza humana. El precio del petróleo está alto y no se ve una superación del estancamiento revolucionario. Los primeros años de revolución bajo la pobreza y mejoró la calidad de vida, psicológicamente el pueblo por la salud, educación gratuita y las obras públicas pensó que se encaminaba al socialismo, pero, la realidad fuerza la racionalidad. Somos revolucionarios de ideología fácil poco accesibles para una conciencia crítica y una resistencia futurista en pro de la colectividad, verdadero ejercicio de amor revolucionario.

No estamos evolucionando seguimos defendiendo la mediocridad, las mil caras de la corrupción, el burocratismo, el sectarismo con dureza y grosería como si fuera inspiración bolivariana. Fanatismo torpe que sigue personas no procesos. No tenemos compromiso revolucionario con el socialismo lo hay con el chavismo que no nos permite redescubrir a profundidad la significación de la obra de Bolívar.

La conciencia de la masa esta confundida con la lealtad al líder que no necesariamente es una alianza estratégica para un socialismo de larga duración, solo se reconoce la dialéctica del gobierno como generador de una nueva demagogia que entretiene para no concretar la lucha de clases y la transición al socialismo.

Juan Domingo Perón decía: “la única verdad es la realidad”. Podemos seguir culpando a la cuarta república, al imperialismo, al capitalismo, a la burguesía, a los medios de comunicación, a los cambios climáticos, sin embargo, la verdad es, que el gobierno no puede entender sus responsabilidades revolucionarias al socialismo que anuncio y que le fueron asignadas una y otra vez por el pueblo.

No somos ovejas para no ver el antiguo socialismo del nuevo. El nido donde se incuba el nuevo socialismo en este siglo esta en Venezuela, y lo estamos desperdiciando porque el antiguo y el nuevo socialismo terminan por parecerse pero no pueden ser iguales, ahí esta Cuba, no podemos copiar de ellos solo el anclarse en el poder para dirigir década tras década la política sin darnos cuenta que el sentido de esa política exige cambios periódicos en la cúpula para que los haya en el pueblo.

Preocupan las elecciones presidenciales del 2012 ¡que ganamos como sea no lo dude!, pero no se trata de eso, se trata de asumir con responsabilidad un proceso socialista, una mejor democracia para que el pueblo conviva con los verdaderos intereses, empleo, vivienda, seguridad, control a la especulación, bajar la inflación, industrializar el país y trabajar por la seguridad alimentaria; son realidades que la demagogia no soluciona.

Las bases no tienen oportunidad o la tienen poca para no pasar de un límite. Al ser reclutados por asambleístas, ministros, gobernadores, alcaldes, son dirigidos por lideres comunitarios jala bolas que llevan años dirigiendo en la comunidad, las masas caen en una especie de sopor alejándose de la argolla que adula al ministro, alcalde o gobernador, congelando la auditoria social, no practicando las revocatorias y los ministerios del poder popular son puro cuento para continuar con la representación sin conclusión socio-económica para el pueblo.

Demandamos mejores esfuerzos para gobernar con la realidad, proyectos serios que mejoren los problemas del pueblo, es verdad que hay una cultura consumista y derrochadora de los recursos subsidiados por el gobierno, luz, agua, combustibles, alimentos y otros, también es verdad que somos uno de los mayores productores de petróleo, en once años no hemos podido solucionar la distribución de energía solo por mencionar uno de los problemas ¿Por qué? Porque se programo hacerlo en la segunda reelección y eso no es correcto, éticamente no es revolucionario sostener la pobreza y los problemas para seguir en el poder.

Las comunidades no tienen participación en los elementos fundamentales de una revolución como son la economía y el aspecto social. Las masas son el resultado de esa confusión chavista-socialista que no son sinónimo porque la practica del socialismo no se da porque el chavismo dice que requiere mucha mas tiempo para consolidar la revolución y sus cambios fundamentales. Venezuela, tiene con que abolir la pobreza y rápido de no ser porque la pobreza es de interés político.

Necios somos, lo único que puede concretar un socialismo a mas de la practica es la igualdad material y económica aun a causa de la incompatibilidad ideológica. Todo lo social incluido la política, la cultura, lo religioso, la conciencia misma esta determinada por lo económico.

La sociedad actual no acepta puntos de vista metodológicos que surjan de un estudio marxista que tenga carácter exclusivo, porque, la economía a las estructuras materiales y privadas mueve grupos de gente a otros por la sensibilidad a la explotación de la que son victimas las clases sociales por la especulación y la inflación, moviendo el lugar que ocupa la lucha de clases. Así, la ideología sirve de disfraz a ciertos intereses e injusticias.

Y, no es cuestión de enfoque, es asunto de contenido por las realidades económicas de este tiempo, la gratuidad en la salud y en la educación no desvanece el sentido de lo útil y de la eficacia. No es suficiente la eficiencia con la que se proyecta la gratuidad de estos servicios si carecen de eficacia pero que son utilizados como logros socio-político revolucionario.

La realidad social y económica no se comprende solo por la dialéctica del gobierno o la del pueblo para puntualizar que la lucha de clases no implica la utilización de la lucha misma. Las tecnologías y los llamados a la integración ayudan la instalación de conversaciones académicas que no sirven porque la oligarquía, la Iglesia, no cede a la reconciliación, entonces, la lucha de clases sea la lucha misma por la nueva moral y ética, particularmente importante porque permite reconocer las relaciones con la ideología social. Separar la una de la otra en revolución no tiene cabida por la politización exagerada del sistema que se pretende instaurar.


rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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