Nuevas ventiscas recaerán sobre el país tras la búsqueda de una desorientación ideológica para hacer decaer las corrientes pragmáticas que han de venir para lograr un mensaje biográfico de los personajes que ahora integran nuestra Asamblea Nacional. La única línea de pensamiento nuestro, es validar nuestra democracia sobre una plataforma encrespada de ideas que enaltecen el gentilicio de un pueblo que visualiza una alternativa contemporánea de igualdad y equidad social, teniendo como base los nuevos fundamentos internacionales de principios ideológicos emanados por los centros alternativos que tratan de diseminar a nivel internacional una política común que determine un perfil único sobre la actuación del Estado hacia los bienes y servicios que deben estar en manos del pueblo.
Este año será de aparejamiento político. Es la ruta a tomar por todos los venezolanos deseosos que el país sea reconstruido completamente y con ideas estructurales reformadas que nos lleven hacia un verdadero estado de derecho. Para lograr la libertad de nuestros principios ancestrales, es necesario dejar oír nuestras propuestas por los integrantes de nuestras comunidades para lograr el fortalecimiento del Poder Comunal.
Se debe ir a la subjetividad del pueblo, para lograr un avizoramiento de su conciencia hacia la gradación de las clases sociales. Hay que revertir la comprensión de algunas personas y avanzar hacia el verdadero ideal nacional, para esto, los ministerios deben difundir informaciones, conocimientos y legados sobre la verdadera concepción del Socialismo del Siglo XXI. Debemos exhibir una fuerza única que nos ayude a representar acertadamente nuestro imaginario histórico. Necesitamos gente capacitada para proyectar una imagen socialista de apertura hacia un pueblo deseoso de reagruparse bajo un ideal común que satisfaga sus aspiraciones. La historia emerge para darnos su convicción política con el fin de apropiarnos del camino electoral para asumir con conciencia el panorama que se aproxima y donde es el momento de asumir una gran decisión que repercutirá para los próximos veinte años.
Nuestro problema principal es de ideología. Algunos socialistas niegan su propia realidad y se ahogan en el trayecto por carencia de herramientas para forzar su destino a una realidad por venir que determinara el liderazgo de esa torrentera de jóvenes que viene atrás. En el hemiciclo debería estar un joven como John y no Marquina, voz de un pasado tenebroso. Son poses de un egoísmo por tener un poder requisitorio donde los antecedentes no privan ante las polémicas ideológicas del pasado.
Ya estamos integrados al Continente, solo resta abrir puertas de trabajo político y empresarial. Es un proyecto de grandes inversiones y solo un resultado puede captar el saber y la libertad del pueblo, su compromiso de no ver atrás. Menos a una oposición carente de homogeneidad y vendió sus principios religiosos en el extranjero para ahora desterrar a la juventud que emerge y atrinchera con sus viejos caudillos a la Asamblea Nacional, para decirle a muchos venezolanos que no hemos avanzado en la historia. Que ignorancia y ridiculez.
Es necesario avanzar en la gestoría política. Y tratarnos como compañeros de trabajo. No es el momento de comer habichuelas, debemos sincronizar todo un trabajo para lograr el desarrollo de un país, no girándonos de las cintas, el uno al otro.
Lo mejor, es que todos los diputados electos realicen su curso de oratorio y desarrollo de la personalidad. Es el momento de avanzar utilizando concepciones netamente academicistas para lograr la unificación de criterios y avanzar sobre las tropelías de algunos dirigentes que todavía siguen arraigados al pasado.
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