Si bien es cierto que en el 2011 arreciará la campaña de desestabilización en contra del gobierno bolivariano por parte de los sectores de la llamada MUD y sus aliados del norte, que como se ha dicho en distintos escenarios, vienen con todo, dispuestos a generar cualquier clase de acciones a fin de minar la legitimidad del proceso revolucionario y del comandante presidente, porque según ellos, èste tiene ya “fecha de vencimiento”, lo cual nos obliga, como lo hemos dicho, a permanecer alertas y movilizados, pueblo y fuerza armada, a fin de salirle al paso a esta nefasta pretensión; no es menos cierto, que el 2011 debe ser el año de la solidaridad y la RECTIFICACION, así con mayúscula.
Resultaría necio negar el descontento que embarga de manera creciente a un sector importante de la población, debido a la conducta errática de algunas instituciones y entes adscritos al gobierno, así como de gobernaciones y alcaldías bolivarianas, donde lo que abunda son las denuncias, que nunca llegan a ningún lado, y brillan por su ausencia las acciones socialistas.
El presidente lo ha expresado en distintos momentos y lo ha dicho de manera reiterativa, cuando ordenó el proceso de las tres R, y lamentablemente nada de eso ocurrió, posteriormente exigió las tres R pero al cuadrado, y tampoco se observó, ni en las distintas instancias de gobierno, ni mucho menos a lo interno del PSUV, especialmente en los estados donde fuimos derrotados en los pasados comicios del 26-S y 5-D, alguna iniciativa para abordar con la seriedad y profundidad del caso, este impostergable proceso de REVISION, a fin de RECTIFICAR donde sea necesario hacerlo, y REIMPULSAR los aspectos que así lo requieran.
Así que el llamado es a acatar los lineamientos del Comandante Chávez, y emprender en los distintos niveles de gobierno las acciones que reivindiquen los anhelos del pueblo en materias tan delicadas como por ejemplo la vivienda y la seguridad personal, haciendo viva la letra de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela y las recientemente aprobadas leyes del Poder Popular.
El camino no es fácil, exige además una triple depuración a fondo del proceso, la gestión de gobierno y los actores responsables de la implementación de las tres R al cuadrado, pero no cabe duda que es la vía que garantizará la consolidación y el avance bolivariano hacia la construcción de nuevos y mejores espacios para la edificación de una patria socialista para todos.
Lo contrario es perderse.
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