Venezuela acaba de ocupar los primeros puestos como reserva mundial de gas. En cuanto al petróleo, el planeta no se prepara para cambiar este hidrocarburo a pesar que él mismo ha llegado a ocupar un importante puesto global. Pero un pensamiento distinto hacia los hidrocarburos podría incorporar un mejor sentimiento a la transformación de la humanidad.
Pero antes de finalizar la década del 2030 el gas llegará a su cota máxima. Toda la demanda global podría llegar al techo, sin embargo esto no implicaría que su uso vaya a detenerse o desaparecer, y si las nuevas tecnologías fallan en sus escandalosos anuncios de crecimiento por sus políticas restrictivas y lo costoso por parte de quienes las han capturado en este nuevo fracaso tecnológico y no vendrá por lo estrictamente jurídico, más bien será en lo económico ya que sus precios vendrán como algo inalcanzable.
Sin embargo la fecha se mantiene hacia el 2030, toda la demanda europea se verá reducida en un 15% mientras que el consumo mundial apenas habrá aumentado un 2% desde el 2011, ralentizando su crecimiento en menos de medio punto.
Aun cuando la carbonización se ha desatado sobre el planeta, no deja de ser menos cierto que la construcción de centrales a carbón y a gas natural se han reducido significativamente sobre un poco más del 50%. Las ventas de bombas de calor han superado las adquisiciones de calderas para uso residencial, este caso se presenta en Estados Unidos de Norteamérica.
Pero si el avance hacia la transición energética y la energía limpia fuera tan cierto y que los combustibles fósiles se ralentizan, no deja de ser menos real que por primera vez las demandas en petróleo, gas y carbón habrán alcanzado su punto máximo igualmente para el 2030.
El 2030 será el año de la verdad energética pues los combustibles fósiles alcanzarán el 73% del suministro mundial. El 27% de la población serán aún más pobres y habrán retrocedido siete puntos con respecto al dominio del 80% que mantenían. La principal causa está en el desmesurado aumento de la población mundial, pero las verdaderas cifras de este mega desastre seguirá encontrándose en los injustificados y prolongados conflictos militares los cuales entre otras cosas, literalmente han destruido su infraestructura global.
Aun cuando la fiebre por las energías limpias es imparable, todo su dominio será inalcanzable tras las extravagancias en sus desproporcionados costos lo cual beneficiará a los altos capitales de siempre.
Una solución sería una Organización de Países Exportadores de Gas ―OPEG―. Pero el mundo anda apresurado invirtiendo en proyectos de exportación y hasta la capacidad de sus metaneros se ha visto reducida. No hay suficientes barcos del tipo metanero para todos los países. Esto acentuará nuevas líneas de pobreza y no se verán reducidas las metas de los que más tienen.
El récord de sus precios aun cuando ya sorprenden tras las consecuencias por las agresiones de Ucrania y los malos cálculos en el Oriente Próximo sobre todo en la región de El Levante arriesgará el límite de su consumo, pero no en sus precios.
Con esto nadie llegará a ser una potencia limpia, ni en occidente ni en lo más al norte de quienes originan los conflictos. Mientras todos hacen caso omiso a las advertencias de la OPEP sobre un mundo que girará muy duro antes del 2040 quienes han hecho un llamado a la reunión de todas las energías las cuales desde ya se calcula que la reunión de todas no podrá detener la pobreza global. Estamos frente al oscurecimiento del planeta.
Hasta más pronto…
Miguel A. Jaimes N.
https://www.geopoliticapetrolera.com
30 octubre 2023