Con el tema de las amenazas hacia Venezuela por narcotráfico y el control del Caribe se han distinguido varias narrativas. De ellas se han destacado dos; una controlada en directo por los carteles, mientras la otra parte es contratada directamente por el Estado oculto norteamericano. Por supuesto los envíos hacia Estados Unidos jamás tocarían la zona de tránsito del Caribe y menos si son atacados con su mismo armamento.
Todo se va develando. Una de estas recientes pruebas ha sido el indulto al expresidente de Honduras, un país caribeño, quien había sido deportado y enjuiciado en territorio norteamericano y de un momento a otro sin explicaciones algunas acaba de indultar el mismísimo Donald Trump. El mandatario que supuestamente hace temblar a los carteles. Sin dudas esto demuestra la protección ejecutada directamente desde Washington. La advertencia directa de buena parte de los carteles del mundo contra el mandatario norteamericano es no meterse con ellos.
Pero, siguen las pruebas que comprometen aún más al Estado profundo norteamericano. Quienes verdaderamente son los responsables de la grave crisis del fentanilo, droga que no es originada en China como se ha infundado desde la Casa Blanca. Sus verdaderos responsables están instalados en grandes corporaciones farmacéuticas las cuales fueron el gremio profesional que más ha financiado las campañas electorales de Donald Trump, tanto la pasada como la actual.
Pero algo más interesante se suma a esto tras la suspensión de los pagos correspondientes a las Naciones Unidas por parte del gobierno norteamericano. Este organismo claramente ha señalado que desde territorio norteamericano son las grandes corporaciones farmacéuticas, más un importante número de camufladas entidades bancarias, es donde reposan los principales responsables y acaparadores del lavado de dinero que viene directamente del narcotráfico, y allí existe una evidente comunión.
Mientras, verdaderos cargamentos del narcotráfico no viajan arriesgándose por el Caribe. Menos sus verdaderos responsables andan exponiéndose por las maravillas de estas aguas corriendo el riesgo de ser eliminados en ataques selectivos. Todo va desvelándose. Los carteles del narcotráfico han trabajado en conjunto con todos los gobiernos de Estados Unidos de Norteamérica, si esto no fuera así, nada pudiese explicar el avance de estas potentes mafias sin que nadie se enterara de su gran poder.
A estas alturas es bien imposible que nombres y cuentas de narcotraficantes pasen disimulados frente a las autoridades norteamericanas. Su trabajo es en conjunto pues juntos se necesitan.
Tras esto va quedando en evidencia que el verdadero motivo del despliegue militar en el Caribe va dirigido contra tres importantes gobiernos progresistas los cuales incomodan regionalmente a Norteamérica; México, Colombia y Venezuela.
Es altamente probable que sobre territorio colombiano estén cayendo los primeros ataques de bombardeos como lo ha señalado Donald Trump quien ha afirmado que se sentiría muy feliz si deja caer sus bombas sobre laboratorios del narcotráfico.
Mientras se da este espectáculo, EE. UU., quiere apoderarse de los hidrocarburos (petróleo y gas) de Venezuela, también de las riquezas de Colombia y México. Con este último país ha bombardeado transportes de lanchas dentro de aguas mexicanas.
Es muy probable que diversas áreas del territorio colombiano sean bombardeadas antes de finalizar el año 2025 o en los primeros meses del 2026. El giro inesperado de los ataques en declaraciones desde la Oficina Oval lo van advirtiendo. Si esto llega a confirmarse quedaría muy claro que la supuesta pelea nunca fue contra Venezuela, muy al contrario es un reacomodo de los carteles de Ecuador y México los cuales están muy identificados con el Secretario de Estado Marco Rubio a quien desde hace años lo identifican todas las huellas del narcotráfico.
Las negociaciones son entre los reacomodos de principalísimos carteles con las autoridades norteamericanas. Se aleja la posibilidad de un ataque inminente de gran escala contra Venezuela. Los barcos en el Caribe protegen las potentes rutas del narcotráfico norteamericano.
Hasta más pronto...