Agradecemos sinceramente los comentarios en la calle, en las redes sociales, los mensajes por correo, acerca de la primera parte de este artículo, detractores o no, sobre todo por los elementos que aportaron para continuar y profundizar la discusión. Creemos realmente que debemos reflexionar, debatir y decidir sobre temas como este, referido a la vestimenta y mucho más allá acerca del mismo protocolo, aplicado en los actos de grado de la educación universitaria.
No se trata de un simple caprichito nacionalista que pretende negar la multiculturalidad. Se trata de hacer visible elementos que afectan el imaginario individual y colectivo, instalando y preservando valores que distorsionan la esencia del por qué formarse profesionalmente.
Y sí, se trata de valores. Hagámonos la pregunta ¿por qué precisamente cuando cerramos el proceso formativo con el acto de grado, lo hacemos con una vestimenta (toga) absolutamente ajena a nuestra cultura? ¿Es que se pretende implantar en nuestro imaginario que al graduarnos somos parte de otra sociedad?
Fijémonos que hay incluso acentuados mensajes racistas en este protocolo euro centrista occidental universitario. La fulana toga y la indumentaria es negra o azul muy oscuro. Pero cuando alguien obtiene un promedio cercano a 20 puntos, entonces le ponen una bata blanca. Y la pregunta surge solita ¿por qué negro para las/os graduandos comunes? Algo así como del montón ¿Por qué blanco para señalar que hay alguien distinto? Mi gente ¿qué implica esta simbología? ¿Acaso que los blancos son únicos o superiores? Parece una vaina del ku klux klan y me disculpan el mal chiste. Es necesario reconocer cuando alguien se destaca, solo que ¿por qué hacerlo con símbolos racistas y precisamente en las graduaciones? Que cada quien saque sus conclusiones, pero no puede negarse lo que está a la vista.
Lo cierto es que estas cositas y más, aún las estamos practicando en Venezuela y el mundo en pleno siglo XXI, con una revolución andando, con los protocolos que nos instauró la universidad euro centrista occidental, cargada de valores y simbolismos provenientes de lo monárquico, de lo elitista eclesiástico y que aún no terminamos de superar.
Entrándole a las propuestas hemos venido compartiendo con estudiantes de Misión Sucre, que respecto al tema están planteando usar como vestimenta indumentarias alusivas a la profesión en la que se gradúan. Esto está vinculado a experiencias interesantes que están emergiendo en el país. La gente de la universidad Bolivariana de los Trabajadores Jesús Rivero (UBTJR) por ejemplo, está usando como vestimenta en las graduaciones, camisa y casco, haciendo alusión a lo que usan las y los obreros para trabajar.
Solo pedimos que estas propuestas se consideren y debatan, para que podamos trascender a protocolos más parecidos a como somos realmente. En la siguiente entrega continuaremos señalando elementos respecto a los actos de grado, como por ejemplo, las exigencias que se les hacen a las/os graduandos de que se inclinen ante las autoridades antes de recibir el título, tal cual súbditos inclinándose ante un rey. Cosas que no tiene pies ni cabeza en pleno siglo XXI. Pero dejémoslo asomadito allí para entrarle luego con furia. Hagamos revolución. Por allí nos vemos.
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