Las cosas en la Universidad Central de Venezuela están que arden. Ya logran escucharse los primeros que huyen y van dejando sola a la soberbia rectora, Cecilia “Arocha”.
Los primeros renunciar a sus cargos en la Fundación UCV y a Corpomene, son Genaro Mosquera y Gelvis Sequera, esto sucedió hace un par de meses.
Por otra parte y para entrar más a fondo en los desmanes de la “apacible” rectora, esta mando a desaparecer de la Fundación UCV todas las carpetas de las facturas donde se evidenciaban los exagerados gastos de representación.
Los gastos se distribuyen desde viajes a México para ella y su familia cancelados desde la Fundación UCV.
Pero lo del chofer de sus vehículos blindados es un mal poema. Desde el año 2008 este señor pasa una factura mensual -a su nombre- por Bs. F. 26.000 por concepto de mantenimiento de las pizarras de los estadios y resulta que este chofer, a quien más bien podríamos llamarlo empresario, ni siquiera sabe lo que es tocar una pizarra electrónica de estas.
Cecilia “Arocha” sabe muy bien cuando de montar cientos de trampas se trata en la UCV.
A los amigos universitarios que tanto preguntan en aquel desierto de indiferencia, donde está el fulano 11% del presupuesto integral de esta universidad, no se esfuercen mucho, busquen en la facturación de estos viajes, y como la rectora al mejor estilo de la trampa, estafa a la universidad.
Me imagino que esta rectora debe saberse todos los trucos de un paquete chileno. Utiliza el robo continuado y todo lo quiere tapar con su soberbia diaria contra el gobierno bolivariano.
Oro dato: todos los empleados gozaban de un bono de productividad y tanto ha sido el desfalco que se los quitaron por que no tienen para pagárselos.
Igual pasa con la póliza del HCM antes cubría la totalidad, para sorpresa de muchos, este año, aparte de que quitaron el bono tienen que pagar el 10% del uso de la póliza.
En la UCV se roban y se dan el vuelto, se auto roban. Con la universidad se cubren de la Autonomía Universitaria para desencadenar sus fechorías.
Que les parece la joyita del chofer de la rectora, por cierto, lleva por nombre el de un corrupto político de la cuarta. Honor que se hacen entre los que se roban a diario el erario de la nación.
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