2019: Complejidad económica y social extrema

Son demasiadas las aristas que se deben resaltar a la hora de hacer un análisis retrospectivo de lo que ha sido el desempeño económico y social del país, a lo largo del año que está transcurriendo, y que ya está a punto de terminar, sin embargo propongo tres de las más importantes que a mi parecer ha permitido que se conserve la crísis económica y además se acentúe.

1.- La política de control central. En medio de la pulverización del poder adquisitivo de los salarios y la precariedad de los diferentes servicios asistenciales, además de la escasez de medicinas, alimentos, y las cada vez mas menguadas posibilidades de subsistencia y de libertades personales a nivel económico dentro del país, el estado continúa avasallando, con el control de los medios más esenciales para la sobrevivencia de los venezolanos, entre ellos la comida y los bonos asistenciales que alcanzan para la comida de un día. Los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), estructura copiada del Allendismo Chileno, se ha convertido en el arma predilecta del Madurismo, utilizándose como método excluyente para aquellos que no simpatizan con el ideal socialista o no cumplen con el requisito de registrarse y obtener el carnet de la patria, que los identifique como seguidor del partido comunista y que les permita optar a algún beneficio por parte del Estado. En ese orden, los consejos comunales, consejos de trabajadores dentro de las empresas y sindicatos, quienes son considerados "las bases" son los encargados de la supervisión de las desposeídas familias de la comunidad y trabajadores de las empresas estatales, a dichas organizaciones se les ha entregado la potestad absoluta y bases legales que les permita excluir a todo aquel que disienta de las políticas socialistas. Podría considerarse entonces la política de control del miedo, del miedo de no recibir comida, del miedo de ser perseguido y destituido del empleo que les permite de alguna manera sobrevivir. El fundamento de esta política viene dada de la intención de perpetuarse en el poder a como dé lugar, a pesar del descontento general del pueblo que entre sus penurias no le ha tocado otra opción que esperar ayudas económicas y alimentarias para sobrevivir. Es preciso resaltar que en el año 2019 no es el nacimiento de esta política, este representa uno más de los años de terror sembrado en la población, con la diferencia que en este se ha acentuado exponencialmente.

2.- La dolarización Informal. Es este el síntoma inequívoco de las erradas políticas económicas implementadas a lo largo de los veinte años de gobierno. Ante la pérdida casi total del signo monetario (Bolívar) y sus características esenciales, la población ha recurrido a la utilización de una moneda (Dólar) que le genere confianza, que le sirva como medio de pago, ahorro y control contable para sus negocios. Habría que decir también que por muchos años se criminalizó el uso del dólar dentro del país por considerarse hegemónico y antidemocrático, y paradójicamente en la actualidad más del cincuenta por ciento de las transacciones se realiza en moneda extranjera y seguirá creciendo para el 2020. Se debe agregar que a pesar del "odio" hacia la moneda estadounidense por parte del gobierno, en declaraciones oficiales el presidente de la República, ha considerado la dolarización de facto una válvula de escape al atolladero económico en que está sumido el país.

Lo anterior no quiere decir que el gobierno esté considerando la dolarización formal de la economía, cuestión que sería conveniente ante el dramático panorama actual. Solo quiere dar a entender que le parece conveniente que la población haya encontrado por sus propios medios una alternativa de sostenibilidad económica para protegerse, esto tampoco quiere decir que la economía esté creciendo o que existan síntomas de mejoría considerables, detrás de esta burbuja de los dólares, hay una gran mayoría que no tiene acceso a divisas y que con sus sueldos y salarios paupérrimos deben enfrentarse a precios dolarizados, haciéndose cada día más pobres y padeciendo penurias propias del proceso hiperinflacionario que se padece, todo esto ante la vista gorda de un gobierno que después de tantos años de controles ha permitido la liberalización anárquica de la economía.

3.- Liberalización anárquica de la economía. Ya nada en Venezuela se referencia en moneda nacional y esto con el consentimiento del gobierno. Ya no hay leyes puestas en marcha ni fiscales cerrando negocios en las calles del país, nadie controla precios, no se detienen empresarios por parte de la Guardia Nacional, ni se enjuician a los inversionistas y comerciantes. Por suerte, entendieron que los controles de precios generan escasez, desabastecimiento y corrupción, además mercados de negros. Pero lo entendieron tarde, fundamentando la aseveración en que los controles de precio y cambiarios durante más de 15 años fueron los principales causantes de la actual hecatombe económica. Hoy en día en cada rincón del país se pueden encontrar ropas importadas o nacionales referenciados en moneda extranjera, bodegones repletos de exquisiteces importadas que hace algunos meses no se observaban, vinos y mercancías en general que habían desaparecido del mercado. Obviamente, escapan del poder adquisitivo del venezolano de a pie, que ven con espanto aquellos manjares y mercaderías imposibles de acceder para su mísero bolsillo. En ese sentido, se ha hecho evidente una economía paralela orientada a suplir las necesidades de aquellos que tienen acceso a dólares, provenientes de remesas por algún familiar en el extranjero, por una fuente de ahorro personal, otros en menor medida por algunas bonificaciones de trabajo, y por otra parte aquellos que reciben dólares por medios estatales derivados de la corrupción, el narcotráfico y otros medios ilícitos.

En definitiva, son muchas las razones por las que nuestro país sufre la peor crisis económica en la historia, lo que ha conllevado de igual forma a una dramática situación social. En este apartado seguramente me quedo corto en cuanto a las referencias citadas, tomando en consideración que en el trasfondo existe un panorama político poco alentador, una pugna por el poder en medio del hambre y la desidia. Hoy más que nunca es importante recobrar la democracia del país y eliminar el modelo primitivo de estatización y control que ha corrompido las bases de una sociedad en otrora prospera, es prioridad estabilizar la economía a través de una política económica racional desde el punto de vista del aumento de la producción, una sincera política fiscal, monetaria y regulatoria, devolver la paz y tranquilidad al pueblo, sus libertades y que así pueda retomar sus posibilidades de prosperar.

El 2019 ha sido un año que nos ha dejado sin aire, aturdidos ante los desafíos de la situación actual y el 2020 no pinta distinto, ojalá me equivoque.



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Jiferson Santiago

Contador Público con Maestría en Finanzas. Docente Universitario y Asesor financiero

 jifersonsantiago@gmail.com

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