La que fuera la prinicipal abogada del Ejército israelí ha sido arrestada por haber publicado un video de vigilancia que mostraba a soldados israelíes violando en grupo a un prisionero palestino en la prisión de Sde Teiman en 2024. La abogada militar, la mayor general Yifat Tomer-Yerushalmi, fue arrestada luego de ser reportada como desaparecida el domingo.

Respetada como representante de la corriente progresista del Ejército israelí y admirada por ser la primera mujer en ocupar el puesto de abogada general militar, Yifat Tomer-Yerushalmi reconoció haber filtrado el vídeo de soldados abusando de un detenido palestino en la prisión de Sde Teiman, por lo que ahora está detenida acusada de varios delitos, mientras los soldados abusadores siguen libres en espera de juicio.

El escándalo que le costó el cargo, está sacudiendo los cimientos de la sociedad israelí, en la que el servicio militar supone un importante hito en las vidas de la gran mayoría de sus ciudadanos.

Tomer-Yerushalmir renunció a su cargo la semana pasada. Cinco de los soldados israelíes que aparecen en el video fueron llevados a juicio. El año pasado, el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, dijo que los soldados debían ser tratados como "héroes, no como villanos

El domingo, la historia dio un giro más cuando la abogada fue reportada como desaparecida, lo que llevó a que la policía pusiera en marcha un operativo de búsqueda de varias horas en una playa al norte de Tel Aviv. Posteriormente, fue encontrada viva y en buen estado, informó la policía,luego de su detención. 

La grabación, emitida en agosto de 2024 por un canal de noticias israelí, muestra a los reservistas en la base militar de Sde Teiman, también conocida como "la cárcel de los horrores" en el sur de Israel, apartando a un detenido. Posteriormente, lo rodean con escudos antimotines para bloquear la visibilidad mientras es golpeado y penetrado en el recto con un objeto punzante. El detenido, que posteriormente recibió tratamiento por lesiones severas, fue liberado en octubre como parte de un canje de prisioneros con Hamás.

La investigación no se ha concentrado en los implicados, sino que se ha iniciado una persecución contra la abogada y la filtración.

Cinco reservistas fueron acusados de abuso agravado y de provocar lesiones corporales serias al detenido, cargos que han negado. El domingo, cuatro de los reservistas, con los rostros cubiertos con pasamontañas, comparecieron en una rueda de prensa frente a la Corte Suprema en Jerusalén. Sus abogados, de la organización de asistencia legal Honenu, calificaron el proceso legal como "defectuoso, sesgado y completamente corrupto" y exigieron el sobreseimiento del juicio. Anteriormente, figuras políticas como el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, habían declarado que los soldados debían ser tratados como "héroes, no como villanos".

El escándalo ha intensificado las divisiones políticas en Israel. Tomer-Yerushalmi defendió su decisión en su carta de dimisión, asumiendo la responsabilidad total de la divulgación del material y afirmando que lo autorizó "en un intento de contrarrestar la propaganda falsa contra las autoridades policiales del ejército". Añadió que "es nuestro deber investigar cada vez que haya una sospecha razonable de actos de violencia contra un detenido".

Sin embargo, su conducta fue duramente condenada por líderes del gobierno. El ministro de Defensa, Israel Katz, declaró que "Quienquiera que disemine libelos de sangre contra las tropas de las FDI no es apta para vestir el uniforme del ejército". El primer ministro Benjamin Netanyahu calificó el incidente en Sde Teiman como "tal vez el ataque de relaciones públicas más severo que el estado de Israel ha experimentado desde su establecimiento".

Para la izquierda, la acción de Tomer-Yerushalmi es vista como el cumplimiento de su deber de hacer cumplir el estado de derecho y como evidencia que sustenta múltiples denuncias de abuso contra detenidos palestinos desde la incursión de Hamás del 7 de octubre de 2023. Informes de comisiones de la ONU han alegado abuso "amplio y sistemático", si bien el gobierno de Israel rechaza las acusaciones de maltrato generalizado y afirma estar comprometido con los estándares legales internacionales. A pesar de las constantes acusaciones de violar los derechos humanos.