El Papa saliéndose por la tangente y cómo pagaría mi penitencia

Ahora sí que la gata se encaramó sobre la batea. El vaticano según el contenido de una información que circula por Internet[1], se desentendió de una carta escrita en el año 2001 por un Cardenal colombiano de nombre Darío Castrillón Hoyos (no es cura, es un Cardenal con derecho a voz y voto en CNE Papal) en cuyo texto; el “cristiano” Cardenal que en ese momento se desempeñaba como prefecto de la congregación del Clero, se regocija, se siente encantado y felicita (de paso) a un obispo frances por no haber denunciado a un sacerdote que tuvo la diabólica conducta de violar niños.

Si tienen dudas de la forma tan diabólica en que se hace sentir la crisis del Estado del vaticano y de su institución básica (la Iglesia), me permito entregarle parte del contenido de esa carta y busquen claridad, porque aquí, como dicen la canción de Gualberto Ibarreto, si es verdad que van a leer una carta desgraciada que Darío Castrillón envió a un obispo francés, que se hizo prácticamente el loco frente a un hecho de abuso sexual.

La carta tiene esta pequeña perlita: "Os felicito por no haber denunciado a un sacerdote por la administración civil. Lo has hecho bien y estoy encantado de tener un compañero en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los obispos del mundo, habría preferido la cárcel antes que denunciar a su hijo sacerdote"

Este cardenal ha de tener el alma y la cara de piedra y no debe ser mejorcito en valores que el cura que abuso del niño. Un “pelito” peor diría yo, porque afirmó tajantemente que el obispo que se hizo el loco, procedió bien y ese gesto o acción por parte del obispo, mantuvo a este cardenal encantado y muy feliz porque lo tenía como compañero de fechoría en el episcopado. Pero en este momento en que nos estamos percatando del derrumbamiento de una institución, que viene cayéndose desde hace siglos; los acontecimientos no paran y cuando ya creímos que escamparía un rato en el Vaticano, el Papa ha tenido una idea brillante y nos está obligando a que cada cristiano de este mundo pague con una penitencia, todos y cada uno de los abusos sexuales cometidos por los curas y los obispos pedófilos.

En una misa celebrada en la capilla paulina en el Vaticano, el Papa llamó a los cristianos a realizar las respectivas penitencias. “Nosotros los cristianos en los últimos tiempos hemos evitado la palabra penitencia (….) Ahora vemos que es necesario hacer penitencia, reconocer lo equivocado de nuestra vida”[2].

Ignoro la cantidad de cristianos que ahora están dispuestos a pagar con penitencia estas violaciones y abusos cometidos por curas y obispos en colegios. Si el caso se lleva a una Mesa Técnica Papal y se decide que cada cristiano ponga su granito de arena para lavarle el rostro al Estado del vaticano y a la iglesia, no tendré otra opción que aceptar democráticamente ese mandato para ver si así llega la moralidad y la decencia a la iglesia. En mi caso particular, cuando llegue el momento solicitaré dos condiciones simples para pasar a cumplir con esta brillante idea de distribuir equitativamente las culpas: 1) Pagar mi Penitencia el mismo día y en el mismo sitio que vaya a pagarla el cardenal Urosa Sabino y 2) Que me dejen entrar con el cardenal Urosa Sabino para ver cómo este ser tan mentiroso y manipulador paga su penitencia. En este punto coloco una condición adicional; si logro entrar con el Urosa Sabino deben permitirme hacerlo con mi espalda pegada a la pared, porque aunque dejé hace más de 30 años la vida de adolescentes, por ninguna razón quiero correr riesgo. La pared es sin lugar a dudas un escudo muy resistente hasta para un obispo (¿cardenal’?) con una cara de mal intencionado.

evaristomarcano@cantv.net



[2] Esta información puede verse en la edición de Últimas Noticias del día: 16/04/2010, página 44



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Evaristo Marcano Marín


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