El presidente Donald Trump continúa su campaña de ambigüedades en torno a Venezuela, alimenta la guerra psicológica puesta en marcha desde su anterior período presidencial y reforzada de odio en la actualidad de su segundo mandato, el último domingo de octubre durante entrevista televisada afirmó que su país no va a declararle la guerra a Venezuela, sus palabras fueron "lo dudo, no lo creo, pero Venezuela nos ha estado tratando muy mal, no solo con las drogas, han dejado cientos de miles de personas en EE UU que no queríamos ni queremos, provenientes de las cárceles venezolanas", tamaña barbaridad señalada por este codicioso magnate en el programa "60 Minutes".
Las locuras gestuales y verbales de Trump, tan repetitivas, complementan la incredulidad por este presidente quien desaforadamente las pronuncia en relación a Venezuela, Donald T. miente deliberadamente al informar que, nosotros habríamos vaciado las cárceles y manicomios, para remitir los prisioneros y los enfermos mentales a los EE UU, en su estrategia tan desbaratada Trump le echa la culpa de los padecimientos internos estadounidenses, a su antecesor Joe Biden, asegurando "Joe fue el peor presidente en la historia de nuestro país", con estos términos Trump le echa gasolina al fuego cruzado entre Demócratas y Republicanos en el problema interno gringo, desastroso y vacío de contenido, expulsando trabajadores y manteniendo a otros muchos sin pagarles sus sueldos.
Sobre la escala de los ataques militares de los Estados Unidos en el Caribe y si estos tienen como objetivo combatir el narcotráfico o tumbar el gobierno del presidente Nicolás Maduro, Trump respondió: "Se trata de muchas cosas somos país permisivo, las cárceles venezolanas se vaciaron enviando delincuentes a EE UU y para mí eso sería la causa número uno", semejante falsedad pretende arrinconar a quienes manifiestan a diario en el propio EE UU contra decisiones inconsultas por un Presidente a organismos como el Congreso en Washington y por lo bañadas de visos ilegales.
Este desquiciado descontrolado sentado en La Casa Blanca insiste en sus amenazas estrafalarias y obsesivas contra Venezuela y nuestro Presidente Maduro Moros, el magnate orate afirma "los días de Maduro como presidente de Venezuela están contados", aseveraciones de presidentes gringos repitiéndose desde el mandato de Barack Obama, tan repetitivos como fastidiosos pero peligrosas por su intención de "torcernos el brazo" frase infeliz del afrodescendiente Obama cuando estaba en La Casa Blanca, la Venezuela siglo XXI da respuesta con la preparación lógica para defender nuestras costas, las aguas que nos pertenecen en el mar, los cielos de la patria, los ríos y todo cuanto tenemos de riquezas naturales, recordar como el desquiciado Donald T. manifestó con descaro "deben ser nuestras como sea" acudiendo a repetidas amenazas psicológicas y criminales.
En el abordaje de fuerzas navales gringas a pequeñas embarcaciones, colombianas, venezolanas, e incluso de trinitarios, donde Trump tiene una aliada derechista comprada su conciencia como lo hicieron los gringos con el salvadoreño Bukele, en Perú la Boluarte, en Bolivia la Añez y al ecuatoriano Noboa nacido en La Florida EE UU, sobre posibles ataques en Venezuela, Trump le comentó a la periodista gringa del espacio "60 minutes", "no estoy diciendo sea cierto o falso, pero sabes que no lo haría si hablo con un reportero si voy a atacar o no".
Otra demostración de la incapacidad mental de la cual depende la humanidad en este momento, un imperialista desquiciado presidiendo una mega potencia comercial y militar, reuniéndose con el máximo Jefe de China comunista, Xi Jin Ping, quien lo observa con seriedad milenaria y luego ve al gringo diciéndole a su gente en EE UU que él gana los encuentros y para colmo afirma lo hace porque la culpa de lo que pasa en EE UU es de su antecesor Joe Biden a quien cataloga Trump "el peor Presidente que han tenido los estadounidenses"
Se nota que los pitiyanquis venezolanos e internacionales, se hacen desentendidos, entre ellos los obispos y sacerdotes de la C E V, Conferencia Engañosa Venenosa, agrupación conspirativa de los ensotanados politiqueros a quienes dedicaré una próxima entrega de estas ácidas pero constructivas, porque en su desacomodo obedecen a sus apetencias y a problemas ocasionados por el celibato obligado que, los descompone en su conducta, con excepción de fieles a Nuestro Señor Jesucristo Redentor.
