Decidimos titular la presente edición de esta columna con la frase que leímos a nuestra camarada y compatriota Anahí Arizmendi en uno de sus estados de Whatsapp, ante los felices acontecimientos que ocurrieron después del mediodía de ayer viernes 18 de julio de 2025. Frase sencilla, pero muy sentida que condensa todos los sentimientos de buena voluntad de las venezolanas y los venezolanos de bien.

Primero, fue la llegada de 186 si no me equivoco, connacionales en el marco del Plan Vuelta a la Patria. Pero lo sorprendente fue que en el avión venían 7 niños (5 hembras y 2 varones) que forman parte del grupo de 31 que están secuestrados en Estados Unidos. Ya se están haciendo las gestiones para el retorno de los otros 24 que restan, ´pero las cosas que pensamos, van bien encaminadas.

Y luego en la tarde-noche de ayer, y por información que ya habían comenzado a filtrarse desde temprano. El rescate de los migrantes venezolanos secuestrados en el campo de concentración que eufemísticamente llaman "Centro de Confinamiento para Terroristas" (CECOT) de Nayib Bukele. Realmente estamos de plácemes y no nos cabe la alegría en el pecho por el retorno de estos hermanos, que durante 4 meses vivieron los peores horrores de su vida.

Pero ya esa tragedia, a partir de ayer ha comenzado a quedar atrás, y esos jóvenes (252 de acuerdo a las cifras suministradas) irán recuperando poco a poco sus vidas, reunificándose con sus familiares y seres queridos .

Indudablemente que la República Bolivariana de Venezuela ha pagado un alto precio para poder conseguir la libertad de estos connacionales a través de un canje con las autoridades de los Estados Unidos de Norteamérica. Se dio como hemos señalado, un canje por ciudadanos estadounidenses, 10 para ser exactos, que se encontraban a las órdenes de la justicia venezolana, por su comprobada participación en delitos contra la paz, la independencia y la seguridad de la Nación.

El ciudadano Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela por el sexenio 2025-2031, Nicolás Maduro Moros, siempre dispuesto a cuidar la vida y la integridad de estos venezolanos que fueron sometidos a graves violaciones de sus derechos humanos, no tuvo ninguna duda en la realización de ese canje, rescatando así a estos connacionales secuestrados en el Salvador y por culpa de los sectores más extremistas de la derecha venezolana. Los mismos que pidieron y piden sanciones y agresiones contra la Patria que supuestamente los vio y las vio nacer.

También debemos destacar, de acuerdo al comunicado emitido por nuestra Cancillería para informar a la opinión pública nacional e internacional sobre este feliz acontecimiento, que órganos competentes del sistema de medidas de justicia venezolano otorgaron alternativas a la privación de libertad a un conjunto de ciudadanos venezolanos que permanecían detenidos, en el marco de procesos penales seguidos en su contra, por su participación en la comisión de delitos comunes y contra el orden constitucional, previstos y sancionados en el ordenamiento jurídico venezolano vigente.

Nos sumamos pues a los agradecimientos del Jefe de Estado venezolano a la administración Trump, al Papa León XIV, al sacerdote salvadoreño Gregorio Chávez, a las gestiones del ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y otros tantos y tantas que hicieron posibles que estas gestiones tuvieran el éxito que se esperaba y que hayan dado a este trágico evento un desenlace feliz.

Ha sido, indudablemente, un éxito de la Diplomacia Bolivariana de Paz, además de la ratificación del Gobierno Bolivariano de su trabajo incansable en otros temas en beneficio del pueblo venezolano, con respeto absoluto a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Sobre todo destaco el caso de Maiker Espinoza, el papá de Maikelys, de "Antonela", la niña de casi dos años secuestrada en EEUU y también rescatada por el Gobierno Bolivariano, el cual se reunirá en pocas horas con su hija y reunirá a su familia como lo señalamos párrafos más arriba.

Así que no podemos dejar, como comprometidos en la causa de la defensa de los Derechos Humanos con visión contrahegemónica que sentir una inmensa alegría, destacar el triunfo de nuestra política exterior por el triunfo político, pero sobre todo humanitario de estas gestiones, en el marco del Día Internacional de Nelson Mandela, que justamente se conmemoraba un día como ayer.

Enhorabuena.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!